Los desafíos de Jarry para sus torneos en Estados Unidos

Después de sus brillantes últimas semanas en el ATP, Nicolás Jarry regresará en Winston-Salem, torneo que será la antesala a su presentación en el US Open. Ambos torneos serán claves en uno de los próximos objetivos que tiene el número uno de Chile: el ingreso directo a los Masters 1000 de Shanghai y Paris-Bercy. 

En el último ránking publicado por la ATP, Jarry apareció en el puesto 42, el mejor de su carrera, pero descenderá al menos cinco casilleros por el buen rendimiento de jugadores como Marton Fucsovics y Leonardo Mayer, que están octavos de final del Masters 1000 de Cincinnati, además de Jeremy Chardy y Peter Gojowczyk, que sumaron 25 unidades en Ohio. Robin Haase podría superar a Jarry si el holandés supera al español Pablo Carreño Busta en octavos del mismo torneo.

En Winston-Salem, Jarry sería uno de los 16 sembrados, por lo que quedaría libre en primera ronda y evitaría un rival de mejor ránking en segunda ronda. Eso implicaría que el chileno ya tendría seguro 10 unidades, con posibilidad de subir a 20 si gana en el debut. Luego vendría un desafío más duro en octavos, instancia en la que se podría encontrar con jugadores como David Goffin, Pablo Carreño Busta, Hyeon Chung y Sam Querrey, entre otros. 

Tras su participación en ese torneo, Jarry viajará a Nueva York, para disputar el US Open, último Grand Slam del año. En Flushing Meadows, apenas defiende ocho unidades de la qualy del año pasado. Por ingresar directo al cuadro principal suma 10 y si avanza una ronda tendrá 45, que serán 37 contables al ránking de este año. 

Si consigue una buena participación entre ambos eventos, el chileno podría asegurar la entrada de forma directa a los Masters 1000 de Shangai y Paris-Bercy, los últimos eventos de la temporada correspondiente a esa categoría. Eso sí, antes está anotado en el cuadro del ATP 250 de Chengdu, donde estaría a dos puestos de ser sembrado. Los sería si es que existen un par de bajas en el certamen. Posteriormente, podría disputar el ATP 500 de Beijing, antes de ir al Masters chino, donde el año pasado no pudo superar la qualy. 

"Sería bonito terminar el año siendo 35 del mundo", dijo hace unos días en una entrevista. Poco a poco se acerca el fin de temporada y los planes de Jarry son claros. Entre los certámenes en Estados Unidos y la gira asiática buscará un colchón de puntos que le permita entrar al 2019 dentro de los mejores del mundo y con ello empezar una defensa de unidade muy dura, sobre todo en la gira sudamericana del verano.