El impredecible rival que desafiará a Jarry en Winston-Salem

Nicolás Jarry buscará su cuarta semifinal ATP del año cuando enfrente esta noche al japonés Taro Daniel, 76 del mundo y que debió ganarle a Sam Querrey (35°) y Dominik Koepfer (243°) en la jornada de ayer. El nipón, tal como ha sido la gran parte de su carrera, ha tenido una irregular temporada, con pocos triunfos pero concentrados en ciertas semanas que le permitieron hacer buenos papeles para consolidarse en el Top 100 y ubicarse en el mejor puesto de su carrera.

En cuanto a sus características tenísticas, su mejor golpe es el revés y cuenta con buenos efectos cuando juega con el drive, aunque su inconsistencia juega en contra de sus recursos. Las lagunas mentales que atraviesa en los partidos también son un sello de él, aunque con ráfagas de winners y rallies ganados, logra volver a ser competitivo. Este es el impredecible rival al que se medirá el número uno de Chile. 

El asiático de 25 años comenzó el año con tres derrotas consecutivas en primera ronda, pero despertó en Indian Wells, donde consiguió el mejor triunfo de su carrera contra Novak Djokovic. Hay que destacar que el nivel del serbio en ese momento era absolutamente inferior al que en la actualidad muestra -fue campeón en Cincinnati la semana pasada-, pero Daniel, que había pasado la qualy, dio la sorpresa y ganó en tres sets para avanzar a tercera ronda, donde se despidió frente al argentino Leonardo Mayer. 

En el Masters 1000 de Miami no pudo superar las clasificaciones antes de caer en el debut en el Challenger de Sarasota contra el brasileño Guilherme Clezar. En ese torneo, era el máximo favorito. 

Pero en el siguiente certamen que jugó lograría la mejor semana de su vida tenística. En el ATP 250 de Estambul ganó su primer título, venciendo en la final al tunecino Malek Jaziri. Matteo Berrettini, Aljaz Beden, Rogerio Dutra Silva y Jeremy Chardy fueron sus otras víctimas. 

Sin embargo, volvió a jugar un Challenger y nuevamente no pudo consolidar su nivel. En cuartos de final de Lisboa cayó frente al chileno Christian Garín, finalista de ese campeonato. Luego de ganar 6-4 el set inicial, Daniel fue vapuleado 6-1 y 6-0, demostrando los vaivenes de su año en apenas unas horas. 

En la semana siguiente no pasó la qualy de Roland Garros por lo que fue a Poznan, Polonia, a jugar el challenger de dicha ciudad. Ahí cayó en la final contra el local Hubert Hurckasz por un doble 6-1. 

Volvió a Turquía para jugar el ATP de Antalya, aunque sin la misma suerte de Estambul. Tras pasar las clasificaciones, perdió en el debut frente a Guillermo García-López. En Wimbledon y en Umag también sucumbió en primera ronda y recién en Gstaad logró acceder a cuartos, donde no pudo frente Roberto Bautista-Agut. Repitió la misma instancia en Kitzbühel, lugar en el que Jaume Munar fue su verdugo. Jarry en aquel torneo consiguió su última semifinal hasta ahora. 

En Cincinnati no accedió al Cuadro Principal tras caer con el croata de 40 años Ivo Karlovic y esta semana le ganó a John Millman, Sam Querrey y Dominik Koepfer, para llegar a la ronda de los ocho mejores del certamen previo al US Open. Por su actuación en Carolina del Norte, el japonés escalará al lugar 71 del mundo, el mejor de su carrera pero quiere seguir sumando. 

Con estos antecedentes, Taro Daniel desafiará a Nicolás Jarry en Winston-Salem. Esta semana llega con buenas sensaciones, aunque por su historial, queda claro que no siempre sigue una tendencia.