Tenis
El diagnóstico de Massú: "Jarry está muy firme de la cabeza"
El capitán de Copa Davis quedó encantado con el número uno de Chile, después de verlo en el US Open, en Nueva York.
Nicolás Massú no venía al US Open desde hace nueve años y por primera vez desde que visita Nueva York pudo darse el tiempo para visitar el Umpire State y la enorme torre panorámica que se levantó en la zona cero junto al memorial de las torres gemelas y el mall que simula una paloma de la paz.
Massú estaba inquieto. Necesitaba entrenar y probarse tras el desgarro a la pierna derecha que sufrió hace unas semanas. Tiene un cuadrangular en Ecuador y luego, el viernes 7 de septiembre, debe enfrentar a Fernando González en la pospuesta exhibición del Monticello.
El ex número nueve del mundo no volvió a Flushing Meadows para buscar sparrings y ponerse a punto, sino para ser responsable con su cargo de capitán de Copa Davis. Vio a Christian Garin en las clasificaciones, a Nicolás Jarry en el cuadro mayor. El cambio de formato del torneo hace que los posibles rivales de Chile sean otros.
El doble campeón olímpico figuraba acreditado como capitán de la Davis, pero el viaje se lo pagó de su bolsillo. Del mismo modo como cuando fue a Miami a visitar a Garin, Jarry y Tabilo. Massú, a quien la federación desde antes que fuera intervenida le adeuda alrededor de 20 millones de pesos, no se queda pegado en temas ingratos y, definitivamente, hace la pega. Respira tenis, sabe que es necesario acompañar a los jugadores y darse una vuelta por los grandes escenarios. En cualquier país deportivamente desarrollado, los costos de un viaje técnico del capitán deberían ser cubiertos por la federación.
Massú vio a Jarry frente a Gojowczyk, por la primera ronda del US Open. Y si algo le llamó la atención es la madurez del número uno de Chile a sus 22 años. Más allá de las observaciones técnicas, el viñamarino saca una gran conclusión: "Jarry está muy firme de la cabeza y esa condición debería llevarlo aún más lejos en el circuito mundial".
El capitán chileno está convencido que lo mejor esta por venir y que Garin, más temprano que tarde, se va a meter arriba."Con ambos tenemos para 10 años y ojalá se puedan sumar otros más".
Y tiró una clave: "Hay que mirar a 8 o 10 años plazo y poner el énfasis en los más chicos, maáximo hasta los 12 años. No es que nos olvidemos de los que están un poco más grandes, pero el acento debe estar en los más pequeños. Así habra un trabajo real, sostenido en el tiempo, para que Jarry y Garin tengan recambio y no haya un bache tan largo como el que se produjo cuando Fernando y yo nos retiramos".
Massú quedó conforme con lo que vio en Nueva York. En un deporte donde la mayoría le pega bien a la pelola, la parte mental marca la diferencia. Jarry tiene un diferencial ahí y el capitán lo pudo ver con sus propios ojos.