Las virtudes y defectos de Edmund, el rival de Jarry en China

Kyle Edmund (14°) es el rival de Nicolás Jarry durante la madrugada del jueves en los octavos de final del Masters 1000 de Shanghai. El joven británico nacido en Johannesbrugo hace 23 años, vive el mejor momento de su carrera producto de grandes resultados que le permitieron dar el salto para luego consolidarse entre los mejores tenistas de la actualidad. Pero, ¿cuáles son las virtudes y defectos que encontrará el chileno en el encuentro frente al europeo? 

Edmund es uno de los mejores jugadores desde el fondo de la cancha en la actualidad. Sus desplazamientos son limpios y no tiene problema de jugar con el drive y el revés. Quizás su slice cruzado excesivamente flotado que utiliza para retomar posición en el centro de la cancha, puede ponerlo en una situación incómoda de defensa si Jarry logra conectar buenas derechas tanto cruzadas como paralelas.

En ataque, el 14 del mundo es muy peligroso. Sabe jugar con golpes planos y otros con mucho efecto y una bola pesada, difícil de controlar si es respondida en el tiempo justo y el centro de la raqueta. Su fortaleza mental es otra de las cualidades que posee. Sabe afrontar momentos críticos tanto a favor como en contra. De hecho, durante esta temporada ha quebrado en el 40 por ciento de las situaciones que generó y salvó el 62 por ciento de los puntos de break concedidos. 

Sin embargo, dos factores podrían ayudar a Jarry. En el segundo servicio, Edmund sufre. No supera el 55% de los puntos ganados con esa arma, porque el saque es algo previsible con mucho efecto para un bote alto y ubicado en el centro. Además, cuando hilvana una serie de errores no forzados, pierde algo de confianza, situación que lo lleva a ser un poco más conservador y asegurar los golpes por el medio. En ese caso, 'Nico' deberá aprovechar aquellas pelotas cortas para dominar los puntos. 

Estas son las claves del duelo en el que Jarry podría alcanzar por primera vez unos cuartos de final de Masters 1000, instancia que un chileno no logra desde 2009, cuando Fernando González llegó a semifinales en Roma.