Unión Española y Cobreloa le dieron el triunfo a Moreno

Si no fuera por la teleserie de River Plate y Boca Juniors con su final de pesadilla que habrá que ir a jugar bien lejos de Buenos Aires, la elección de presidente de la ANFP pasaría a ser uno de los hechos más curiosos y inverosímiles del fútbol de todos los tiempos.

Jorge Uauy y Sebastián Moreno igualaron en primera vuelta con 18 votos y dejaron fuera de competencia a Harold Mayne-Nicholls. En el balotaje, fue Uauy quien cosechó más votos de quienes habían sufragado por el periodista y quedó 24-22, a solo un voto de la mayoría absoluta establecida por los estatutos. Hasta ese momento, parecía que la carrera estaba corrida por el timonel de Palestino.

No hubo break ni tiempo para el lobby y en la tercera vuelta se repitió el resultado. A la lista B de Moreno le fallaban los cálculos preliminares y no entendían qué había pasado. En todo caso, era algo difícil de comprender: Unión Española votó por Moreno en primera vuelta y luego lo hizo por Uauy en la segunda y tercera. Además, perdían dos votos que daban por seguros de equipos de Primera B. Las dudas estaban entre Magallanes, Valdivia y Puerto Montt.

En la cuarta vuelta, y cuando muchos temían que iban a seguir votando eternamente sin poder llegar a las 25 preferencias, pasó lo increíble. Unión Española nuevamente cambió de idea y volvió a votar por Moreno. Con eso se daba vuelta el marcador y el ex presidente de Cobresal quedaba 24-22 arriba. Y la balanza la desniveló Cobreloa, club que declinó seguir votando por Uauy y se cambió a Moreno.

La elección tuvo un vuelco inesperado y Moreno se convirtió en el nuevo presidente de la ANFP con un dato que llama la atención: es la primera vez que una lista en donde no está al menos uno de los tres clubes grandes -Colo Colo, la U y la UC- se queda con el sillón de Quilín.