"Prefiero estar alejado, porque el fútbol se terminó. Cerré el capítulo, casi no tengo contactos con otros ex jugadores y no participo en nada deportivo. Me han invitado a varias actividades, pero no voy. El fútbol es 90 por ciento de pena y 10 por ciento de alegría. Los que siguen ligados son muy valientes".
Esa es la primera confesión de Jaime González (41), hábil y veloz delantero que hace 20 años la rompió en O'Higgins junto a Mario 'Oso' Núñez y que gracias a su sobresaliente nivel fue comprado por el Bari, elenco que por ese entonces militaba en la Serie A de Italia. Sin embargo, para él esos son solo recuerdos y hoy su vida transita por una vereda muy opuesta a la del fútbol.
"Tengo propiedades para turismo, cabañas y todo lo que tenga que ver con vacaciones acá en El Quisco. La base que recibí de mi familia fue súper importante, ya que ellos siempre fueron ordenados con las platas y eso me lo traspasaron. Cuando llegó el dinero del fútbol, me dediqué a invertir", cuenta.
"Uno de los grandes lujos que me doy es tener todo el tiempo a mi disposición para la familia. Me levanto y voy planeando durante el día lo que haré", agrega.