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Arcos

Charles, el Crack

Aránguiz siempre está. Si uno revisa los compactos de los partidos, en las jugadas de riesgo siempre aparece, generando el ataque y defendiendo su zona.

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Charles, el Crack
ANDRES PIÑA/PHOTOSPORT

Charles Aránguiz juega callado. No hace demasiados aspavientos. No grita, no gesticula, no es el que vende más camisetas ni la figura de tapa. Habla poco con la prensa y algunos no le conocen ni la voz. Pero Aránguiz juega más que todos. No lo digo yo, lo dicen sus compañeros.

Aránguiz siempre está. Si uno revisa los compactos de los partidos, en las jugadas de riesgo siempre aparece, generando el ataque y defendiendo su zona. De primera, máximo a dos toques, cuando tanto se manosea el concepto de volante mixto, Charles lo grafica mejor que nadie en Chile.

Somos injustos con Charles. Los medios reducimos el análisis a las grandes estrellas. Mucho de Claudio Bravo, Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Sus buenas y malas actuaciones. Y está bien porque se lo ganaron con registros históricos en sus clubes y en la selección. Jugaron, estos cuatro, en los mejores equipos del mundo.

Pero Aránguiz lleva cinco años en la Bundesliga en alto nivel, con una regularidad asombrosa, siendo el referente futbolístico de su equipo. Nos queda la sensación que podría dar un salto mayor y no desentonaría.

Aránguiz fue el mejor jugador de Chile en el Mundial de Brasil 2014. El mejor de los nuestros en la Copa América jugada en nuestro país. Las mejores presentaciones de la Roja coinciden con su presencia en cancha. Cuando no está, se nota demasiado. No es la figura, quizás no sea el mejor de todos, pero es el más importante de un equipo que necesita renacer.

Reinaldo Rueda busca nombres y fórmulas. El recambio, a la fuerza o consentido, es una realidad. Si bien juega hace rato, Charles Aránguiz podría ser el estandarte de este nuevo proceso. Porque cuando los astros de siempre no estén, Charles seguirá jugando, como siempre, calladito, rindiendo, a un toque, máximo dos.

Un imprescindible en una selección en menos de un mes contra México y Estados Unidos tendrá sus últimos amistosos antes del primer apretón de verdad, la Copa América de Brasil 2019 donde, entre otras cosas, la Roja defiende el título.