La gata Flora
Su arco es el más vulnerado en todo lo que va de torneo. En los últimos dos partidos le hicieron siete goles. Así, ni los lugares comunes de su entrenador lograrán levantar al equipo.
No lo digo yo, lo dijo Alfredo Arias en la rueda de prensa tras el empate 3-3 entre la Universidad de Chile y Curicó Unido en el Nacional. El dicho completo es un poco ordinario, así que diremos que se refiere a la constante queja, por una razón u otra. Respondió así el uruguayo cuando fue consultado por el esquema táctico elegido ante los albirrojos. La U jugó con una línea de tres defensores y varios nombres propios diferentes a los que perdieron por goleada contra la UC. Más allá del esquema elegido, el cuadro azul sigue sin marcar adecuadamente y si bien pudo anotar tres goles, no fue capaz de sostener una ventaja que se le dio varias veces en el partido. No es un asunto de esquema o diseño, es un asunto de estructura. La U marca mal, como equipo.
Estuvo tres veces arriba en el marcador. Es extraño que un equipo haga tres goles y no gane. Eso va para los dos. Desde la perspectiva de la U, Arias sigue buscando entre sus hombres los adecuados para un sistema. Vittor fue escogido como volante central. Tiene presencia, buen pie, buena ubicación, pero en el primer tiempo corría demasiados metros y la dinámica no es su fuerte. Sólo en la contención, pues Martínez y Oroz estaban más arriba, sucumbió en la primera parte. Curicó Unido se generó al menos tres ocasiones en la primera parte y las desperdició.
Creció la U en el segundo, sin duda, pero más bien por factores anímicos. Su entrenador resalta en extremo el derroche de sus dirigidos, el coraje y el pundonor exhibido en cancha. Más que un mérito eso es una condición inicial en un equipo grande como la U. El rival también corre, también mete, también hace lo posible por ganar o, al menos, no perder. Lo que le sigue faltando a los azules es fútbol. No es garra ni actitud. Es juego, definición, concentración defensiva. Cometió errores gruesos en el segundo y tercer gol de la visita y dejó escapar un partido que bien pudo ganar. Otra vez. Nunca fue capaz de controlar a Matías Cavalleri quien entregó dos asistencias. Mauro Quiroga es un delantero muy difícil de marcar y jugadores como Carlos Espinosa llenan la vista, son efectivos y hay cada vez menos.
La Universidad de Chile sigue en puestos incómodos en la tabla. Se reencontró con el gol, lo que es una buena noticia. Pero debe detenerse en sus yerros defensivos de modo urgente: su arco es el más vulnerado en todo lo que va de torneo. En los últimos dos partidos le hicieron siete goles. Así, ni los lugares comunes de su entrenador lograrán levantar al equipo.