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Vidal nació para ganarlo todo

Arturo Vidal acaba de sumar su octavo título consecutivo en Europa. Desde que pasó del Bayer Leverkusen a la Juventus, el volante ha sido campeón en todas las temporadas que jugó, vistiendo la camiseta de tres grandes en las ligas más poderosas del Viejo Mundo. Ganó cuatro coronas con la Vecchia Signora en Italia, tres de Bundesliga con el Bayern Munich y ahora obtuvo su primera con el Barcelona en España.

Los amargos dirán que jugando en esos clubes las chances de ser campeón aumentan. Cierto, como también es cierto que equipos de ese nivel sólo contratan jugadores de categoría superlativa. Vidal es uno de esos.

Su temporada en los catalanes fue de overol. El chileno entendió cuál era el lugar donde apuntar en un equipo lleno de estrellas y de un estilo de juego que parece un dogma. Así como en la Juventus era uno de los baluartes del equipo, con mucha llegada al gol; así como su ida y vuelta en el Bayern Munich lo convirtió, a mí gusto, en el mejor volante mixto del planeta; en el Barcelona Arturo Vidal llegó a entregarle el espíritu guerrero que expone en cada pelota y que se contagia a sus compañeros.

Ernesto Valverde entendió que para ganar necesita actores con matices diferentes. El técnico le da importancia no sólo al once que inicia el partido, sino al once que debe cerrarlo. El chileno le sirve para ambas facetas. Pero no se crea que lo de Vidal es sólo energía, correr y meter. Su capacidad técnica es asombrosa, maneja ambos perfiles con fluidez y su capacidad física es la de un atleta consumado.

Vidal nació en la pobreza económica y también afectiva. Su historia, a esta altura conocida por quien quiera escucharla, es la de un sobreviviente que encontró en el fútbol la forma de escapar a un entorno que le daba pocas posibilidades. Se equivoca, se distrae, pero bastante menos que cualquiera en su lugar.

Este año fue más actor de reparto que protagonista. Hizo un gol, nada menos que ante el Real Madrid. Pero Vidal va por más, su foco está en la Champions. Si seguimos su trayectoria, no descansará hasta levantar el máximo trofeo de Europa.

Hablamos de un elegido. Uno de esos que en Chile nacen muy poco. Uno que ya le pelea en serio a Elías Figueroa el sitio por el mejor futbolista chileno de todos los tiempos.