Orión era el arquero ideal

Agustín Orión era el arquero ideal para Colo Colo. Avezado, experimentado, con voz de mando y, más allá de algún error puntual, buen atajador. Portero de equipo grande. No le llegaban mucho y respondía.

Algunas de estas características las tiene Brayan Cortés, pero apegándose a los hechos, el iquiqueño nunca le hizo sombra ni amenazó la titularidad del ex Racing y Boca. Es muy probable que el joven portero de la Roja explote y se consolide en el arco albo, pero no por eso la baja de Orión deja de ser muy sensible.

El Cacique pierde mucho. Hoy, con el paso de los meses, seguramente muchos de memoria frágil no recordarán la jerarquía del meta, su manejo de los momentos complicados en un partido, aspectos no tan notorios como una atajada, pero igual de trascendentes en el trámite de los 90 minutos del juego.

Lo tildan de polémico, de 'mala leche', pero eso es principalmente por su pasado, porque en Colo Colo nada de eso pudo comprobarse de manera fehaciente. Más allá de algún conflicto dentro de la cancha que no pasó a mayores y que forma parte del juego mismo, no hay mucho más que reprocharle en ese sentido.

El arco de Colo Colo no es fácil. No sólo se necesita atajar. Se precisa de una personalidad especial, una mentalidad fuerte, y ahí el transandino encajaba de manera perfecta.