El talento joven que encumbra al golf femenino de Chile

Natalia Villavicencio (22) nació en octubre del 1996. Antonia Matte (16) nació en octubre del 2002. Pese a la diferencia de edad, ambas son el rostro joven que representa al golf femenino de Chile. Las dos deportistas sueñan con llegar a la élite de su disciplina. Tal como un día lo hizo Nicole Perrot o Paz Echeverría.

La primera va encaminada: “Me gustaría llegar al profesionalismo. De hecho, estoy muy cerca. En unos días más me voy a jugar una clasificación para entrar a un tour en Estados Unidos. Ojalá todo salga bien”, cuenta a AS con gestos de alegría. Su sueño está próximo.

Villavicencio vivió durante cuatro años en Estados Unidos, donde se graduó como business management. Hace algunos meses volvió al país: “Por ahora me voy a quedar en Chile porque allá está mi coach”, dijo en Perú después de competir en los Juegos Panamericanos.

El resultado no fue el que esperaba: terminó en el lugar 26°. Sin embargo, la lección es más positiva: “Estoy contenta con la experiencia. Fue entretenido. Me deja con ganas de mejorar y de tratar de representar mejor al Team Chile”, asegura. “Creo que el golf chileno viene en ascenso. Ahora miramos de igual a igual a los demás países, así que veo un progreso grande”, agrega.

Antonia Matte tiene una opinión similar: “Ahora con Joaquín Niemann ha crecido mucho el golf, en hombres y en mujeres. Los mejores siempre son de Estados Unidos, o Europa. Ahora, con él, todo se ve más cerca. Ver a un chileno entre los mejores, obviamente motiva mucho. Siento que vamos a crecer”, relata en el Club de Golf de Lima.

Ella terminó en el puesto 21° después de la cuarta ronda de los Panamericanos. “Quedé feliz por la participación, y por haber venido. Pero no sé si fue mi mejor campeonato. Ojalá sirva para ganar experiencia, y ojalá me nominen a varios más. Eran mis primeros Panamericanos… Obviamente me gustaría ir a los Juegos Olímpicos, pero queda harto para eso”.

La joven de 16 años ingresó a un colegio de deportistas este 2019, donde cursa tercero medio. “Voy de ocho a doce al colegio, y entreno en la tarde”, cuenta. Una vez que termine sus estudios, partirá a Estados Unidos: “Me gustaría ir a la universidad allá”, señala con una meta clara en la cabeza: llegar al profesionalismo y guiar al golf femenino hacia lo más alto del mundo.