La alegría del anuncio oficial del nuevo estadio Monumental duró pocos días. El tema monetario, quizás el más importante, arrastró un problema en el directorio de Blanco y Negro. Una complicación que podría distanciar nuevamente a las personas que lo conforman.
¿De dónde saldrán los 40 o 50 millones de dólares que estima la concesionaria? Una opción es vender el nombre del recinto. Lo que genera rechazo en algunas personas, según indicó Harold Mayne-Nicholls: “Hay gente que dice que no y es extraño. Aquí es un tema de qué queremos al final del día”, dijo este miércoles a La Clave.
“Es imposible modernizar el estadio con los altos estándares que lo queremos hacer, si no somos capaces de conseguir los recursos”, complementó pocas horas después de que se diera a conocer el proyecto para remodelar el estadio.
El vicepresidente de Blanco y Negro, además, reveló que otro director preguntó por la posibilidad de extender el contrato de concesión (termina el 2035) para dar garantías a los inversionistas para que puedan recuperar su gasto. A lo que el Club Social se opone.
“Nosotros vamos a requerir que alguien, o los muchos que pongan la plata, tengan certeza sobre los próximos 20 o 25 años. Sea un fondo de inversión, un banco, una entidad financiera, una empresa con su nombre. Yo creo que aquí lo que hay que hacer es salir a consultar, tal como lo dijo Aníbal en su discurso, a los verdaderos dueños del club y del estadio, que son los socios”, aseguró el ex presidente de la ANFP.
En esa misma línea, Harold le quitó piso a Marcelo Barticcioto y Edmundo Valladares, quienes ya se habrían inclinado por el rechazo a esa solicitud: “¿Con dos personas que digan que no, es no? Si esto es democracia, invitemos a todos, mostrémosle el proyecto, conversemos el tema, veamos qué podemos hacer. El estadio está ligado sí o sí a los socios”.