El improvisado final del arengazo de Colo Colo en Macul

Estaba todo preparado para una tarde tranquila y de goce para el plantel de Colo Colo. Las canchas de fútbol tenis más las smart table del emprendimiento de Jorge Valdivia aguardaban por el equipo que terminaría su entrenamiento acompañado por los hinchas. Sin embargo, todo quedó ahí. No se usó. Ni 10 minutos transcurrieron desde el ingreso de los jugadores a la invasión por parte de un centenar de fanáticos albos.

En el sector Cordillera, los barristas rompieron una puerta e ingresaron en masa a la cancha del Monumental. Se esparcieron por todos lados. Los guardias de seguridad, desesperados, intentaban contener la situación. El jefe de ellos repartió retos a varios de los funcionarios que muy poco pudieron hacer.

¿Y los jugadores? En el medio de la escena. Poco a poco fueron acercándose al túnel por el que entraron al césped. ¿Y las mesas de Valdivia con las canchas de fútbol tenis? Ahí quedaron, sin utilizarse.

Todo quedó reducido a los cánticos, bombas de estruendo y lienzos que decoraban el lugar. De fútbol, casi nada.