“Es la leyenda de uno de los más prominentes y comprometidos izquierdistas que se hayan calzado unas botas de fútbol”. Así se define a Carlos Caszely en el libro ‘Futbolistas de izquierdas’ de Quique Peinado. Hoy, en plena crisis social de Chile, el ex delantero reapareció para criticar duramente al gobierno.
Tal como lo hizo con Augusto Pinochet en dictadura, ahora le envió mensajes a Sebastián Piñera. “Le faltó solamente ponerse una nariz de payaso. Es mentira todo lo que dijo. ¿Quiénes estaban en la reunión de ayer? Los mismos de siempre. A ellos no les importa la gente”, dijo a Radio Futuro en referencia a las medidas que anunció el mandatario en la noche del martes.
Caszely apoyó al gobierno de Salvador Allende a comienzos de la década del 70’: “Él solo quería hacer el bien para las clases menos favorecidas”, dijo años más tarde. En las elecciones parlamentarias del 1973 –ese año fue goleador de la Copa Libertadores- respaldó públicamente al Partido Comunista.
Gladys Marín, histórica dirigente de la izquierda chilena, se lo agradeció: “Es un ejemplo para la juventud. Él entiende el proceso revolucionario que vive su país”, diría en la época. Pocos meses después llegó el Golpe de Estado.
El ex goleador de Colo Colo y la Roja se transformaría más tarde en “el tipo que le negó la mano a Pinochet”, según lo titula el mismo libro ‘Futbolistas de izquierda’. Caszely evitó saludar al dictador antes de viajar al Mundial de Alemania 1974. Más tarde participó en la campaña del ‘No’ que permitió el regreso a la democracia.
Hoy revive esa dictadura, luego de que Piñera decretara Estado de Emergencia, con toques de queda y presencia de Militares en la calle: “Siento una angustia tremenda, muy grande porque esto lo vimos nosotros antes. Con una diferencia: si hubiese un gobierno como el de Allende, los milicos estarían bombardeando La Moneda. No tirándose contra el pueblo como ahora”.
"La gota que rebalsó el vaso fue la declaración de madrugar para pagar menos (ministro Juan Andrés Fontaine). A mi parecer yo creo que esto parte con cambiar la constitución, la que le dijimos no en los años 80. Hoy estamos tranquilamente viendo pasar al adversario, hay que darle paso a los más jóvenes", cerró el histórico que aún permanece como leyenda.