Lado B: Zverev sorprendió con zapatillas 'a la chilena'
La visita de Federer a Chile terminó con un inesperado y grato protagonista: Alexander Zverev, quien fue la gran sorpresa de la noche en el Movistar Arena.
El partido entre Alexander Zverev y Roger Federer entretuvo a la gente durante toda la velada: buen nivel de juego, bromas y risas marcaron el duelo que se estiró por tres sets, y que tuvo al alemán como la grata sorpresa de la jornada.
El romance de Zverev con el pueblo chileno
En un comienzo la mayoría del público iba a ver a Roger Federer, y terminó viendo al alemán, pese a la derrota. Un notable gesto fueron sus zapatillas personalizadas, que por un lado tenían impresa la bandera chilena, y por el otro varios moáis, originarios de Isla de Pascua. Fue el primer indicio de su buena relación con el público.
Tras un serio comienzo de partido, bastó que Zverev levantara una vez el puño en dirección hacia el público para generar una reacción amistosa y eufórica a su favor, que duró toda la noche.
Luego, en pleno juego, el alemán lanzó una potente derecha que se fue por el fondo de la cancha e impactó a uno de los espectadores que estaba en esa ubicación. Zverev ofreció un carismático "¡Sorry!", y recibió la ovación del público.
El sentido del humor del alemán quedó demostrado totalmente cuando falló en una devolución e hizo un gesto como si estuviera respondiendo a ciegas, algo así como un zombie, lo que hizo reír a todo el público, incluso al propio Roger, que tardó unos segundos más en el siguiente saque por el ataque de la risa que le generó 'Sascha'.
La guinda de la torta llegó cuando Zverev sorprendió a Federer con una gran derecha cruzada, que según el juez, fue ancha. Ambos jugadores se acercaron a mirar el pique de la pelota, y Zverev luego se acercó a su bolso, y tras escarbar sacó varios billetes de euros para darle al umpire, quien se sumó unos segundos a la dinámica para hacer reír al público.
El humor de Federer
En casi todos los intervalos que se daban en los descansos, se escuchaban unos gritos aislados de "¡Federer te amo!", a lo que el suizo parecía comprender perfectamente, y respondía con una permanente sonrisa cada vez que lo escuchaba.
Bajo la misma línea, tras un gran punto del suizo, un fanático le gritó "¡Vamos Roger!", a lo que este respondió de manera eufórica e inesperada: "¡Vamos!", para desatar las risas de todos.
En un momento del segundo set, cuando Federer se disponía a sacar, un grito provocó la risa de un par de personas en el público, justo cuando el suizo tenía la pelota en el aire. Tras intentar reponerse para reanudar el saque, se tomó unos segundos al no poder aguantar la risa.
El espectáculo en conjunto de Federer y Zverev
Más allá del buen show que dieron con el gran nivel de juego exhibido, el suizo y el alemán se complementaron de forma perfecta para hacer reír a la gente. Por ejemplo, en un momento se escuchó desde el público el grito "Federer te amo y la con...", a lo que este agradeció, mientras que Zverev respondió... "¿Y qué hay de mí?", provocando carcajadas en la gente.
Otra de las dinámicas de ambos se dio tras el término de un juego en el segundo set. Federer lanzó una pelota alta hacia Zverev, que este recibió de forma perfecta directa en su bolsillo. El suizo pidió una pelota igual para emular la pequeña hazaña, aunque no funcionó y terminó sufriendo levemente con el impacto de la pelota en su mano.
Antes de que el partido entrara en su fase final en el tercer set, y por ende en su parte más seria, Federer comenzó a motivar a la gente para que aplaudiera, lo que aprovechó el alemán para hacer un saque rápido por abajo al 'estilo Kyrgios' y así ganar el punto.