El relato del frustrado fichaje de Ronaldo en Colo Colo el 1993
La operación le iba a costar 100 mil dólares y un jugador a Colo Colo. El directorio lo rechazó. “Después nos reíamos porque fueron carreras muy diferentes”.
Cuando Ronaldo Nazario se comenzó a transformar en figura mundial durante la última parte del siglo pasado, en Colo Colo recordaron la posibilidad que tuvieron de llevarlo al fútbol chileno. Hoy, cerca de una nueva versión de la Noche Alba, revivimos la historia del fichaje fallido que pudo cambiar la historia del goleador… o quizás, la de Colo Colo.
“Yo era muy amigo de los presidentes de los clubes porque viajaba con los juveniles de Colo Colo a distintos países. A Cruzeiro siempre le encantó Manuel Neira, y a mí me gustaba Ronaldo”, recuerda Jorge Vergara, antiguo dirigente de Colo Colo.
Las posiciones se acercaron después del Sudamericano Sub 17 de 1993, cuando los dos jugadores mencionados compartieron el liderato de la tabla de goleadores: ambos anotaron 8 goles en Colombia. “Neira jugó realmente bien”, dice Vergara.
“Entre todo eso, el presidente me dijo: ‘tú me pasas a Neira y 100 mil dólares, y yo te paso a Ronaldo’, así que le mandé la petición a Eduardo (Menichetti). Él se acostumbraba a preguntarle todo al directorio. Le dijeron que no, que esperáramos a Neira”, recuerda el dirigente, quien en ese tiempo se desempaña como jefe de Planificación y Desarrollo.
- ¿Y usted estuvo de acuerdo?
- Yo también le tenía fe a Neira, así que optamos por eso. Yo encontraba que Ronaldo iba a ser un fenómeno, pero si seguía engordando, se iba a la mierda… Neira estaba flaquito y en forma. No nos dolió mucho.
- ¿Qué pensaron después?
- Con el tiempo nos reíamos porque las carreras fueron diferentes. Bueno, uno se desarrolló en Chile y el otro en Brasil. Ahí está la diferencia. Los jugadores son buenos en la medida que juegan buenos campeonatos. Colo Colo tuvo cosas muy acertadas, como con el ‘Diablo’ Etcheverry que nadie quería, o con Emerson Pereira y Marcelo Espina, pero también dijeron que no por Hernán Crespo… pero esa es otra historia.