La brillante actuación con que Pinto cambió pifias por aplausos

Iba a ser una jornada dura para Miguel Pinto. El portero formado en las divisiones menores de Universidad de Chile fue uno de los apuntados por los hinchas desde que firmó su vínculo con Colo-Colo, debido a su pasado azul.

En la “Noche Alba”, en el momento de la presentación de los refuerzos, fue pifiado por una gran mayoría del estadio, a pesar de que se pidió respeto por el arquero solo segundos antes de que fuera nombrado.

Fue sin duda el jugador más resistido por la parcialidad alba y así se lo hicieron saber cuando le tocó jugar. Ya en el complemento, Pinto erró en sus dos primeras intervenciones con los pies y las pifias e insultos aumentaron.

Parecía que sería un día para olvidar, pero en el primer mano a mano que tuvo, ante Pablo Aránguiz, el ex O’Higgins fue abajo y de un manotazo evitó el primer gol de la Selección Chilena Sub-23.

Luego, tuvo tres intervenciones muy correctas, pero hubo una que hizo cambiar todo: el propio Aránguiz recibió un centro desde la derecha y fusiló al pimer palo, pero Pinto volvió a evitar el gol con una estirada magnífica, lo que no solo le valió los aplausos del público, sino que desde la Tribuna Océano nació el “ole, ole, ole, ole, Pinto, Pinto”.

A pesar de comenzar con pifias, Pinto terminó siendo aplaudido y lo celebró junto a su familia que lo esperaba en camarines. Antes de irse del Monumental, el meta dijo que “espero ganarme el apoyo de la gente, va a ser complicado, pero poco a poco espero hacerlo”.