Everton se exige para salir victorioso ante Coquimbo

Everton debió trabajar más de lo presupuestado para lograr su segunda victoria en el Torneo Nacional. Ante Coquimbo Unido en Sausalito, el equipo de Javier Torrente se impuso por la cuenta mínima, en un encuentro que tuvo muchas llegadas, pero también mucho despilfarro. 

Tanto ruleteros como piratas se generaron chances para desnivelar el marcador en la etapa inicial, sin embargo la buena respuesta de los arqueros y la impericia de quienes manejaron las posibilidades impidieron el objetivo. En la primera jugada, Saavedra sacó un potente disparo que hizo volar a Cano. El meta reaccionó bien aunque dejó el rebote, pero pudo redimirse con un rápido movimiento de manos.

Luego fue el turno de Adbala, quien le ganó la pulseada a Pereira, recorrió un par de metros y remató violentamente. La pelota se fue lejos. Pudo haber hecho algo mejor, más no levantó la cabeza para observar a Pinto, que venía mejor posicionado. Esa acción evidenció una notoria inyección anímica para el forastero.

Básicamente porque, promediando los 20 minutos, llegó una aún más clara. Abrigo habilitó espléndidamente a Farfán, que picó al espacio y de derecha provocó la estirada de Johnny. Pero el buen andar de Coquimbo no pasó de eso y Everton se hizo dueño del juego. Instantes más tarde, Cerato tuvo el 1-0, no obstante malogró de forma increíble una chance que Pol le cedió en bandeja.

El ex O'Higgins lanzó un centro por la izquierda y por el sector contrario asomó el 7, que con su pierna más hábil desvió muy cerca de Cano. Después, Rubio y Echeverría lo intentaron, pero nada. Cano demostraba de qué estaba hecho y la puntada final no era la óptima. En el complemento pareció seguir ese libreto.

Pol se erigió como el protagonista al darle al travesaño en dos oportunidades en menos de cinco minutos. Primero de cabeza y luego con un vistosa tijera. No había caso. Y lo más insólito vino después, en los pies de Pinto. En la boca del arco de Herrera, en vez de empujar el balón, el ariete coquimbano lo despejó.

La farra, eso sí, se quebró a los 59', con Pol nuevamente como actor principal. El atacante salió en velocidad por la derecha y, al ver a Cerato en buena posición por el centro, lo habilitó de manera perfecta. Esta vez, el ex León no falló y así concretó el 1-0. El dueño de casa pudo haber extendido el marcador, pero Rubio le dio otro impacto al travesaño de Cano y en una jugada posterior el golero, de manera excepcional, le negó celebrar a Zúñiga.

Los de Germán Corengia no pudieron reponerse, por más que el DT movió el tablero al hacer ingresar, por ejemplo, a Pinilla. Y para colmo, tuvieron que enfrentar la última parte del encuentro con 10 tras la expulsión de Iñíguez. Saavedra, en el rival, corrió con la misma suerte.