Leonardo Gil y Sergio Vittor, varados en Alemania
Los jugadores trasandinos van a cumplir cuatro días en Frankfurt y, de momento, el regreso hacia su destino final, que es Argentina, se ha transformado en una odisea.
Nunca lo esperaron. El coronavirus ha conllevado a innumerables problemas en la vida cotidiana, pero mientras algunos se mantienen en cuarentena, otros hacen esfuerzos por volver a casa.
Los problemas comenzaron con el confinamiento, el 10 de marzo. Los jugadores siguieron entrenando por su cuenta, pero hace pocas semanas se decretó toque de queda y no pudieron salir más de las viviendas en las que habitaban.
Hace una semana, Vittor logró juntarse con Gil en la misma ciudad y por estos días esperaban estar de regreso en Argentina, pero todo se complicó.
Primero, no había vuelos directos a suelo argentino. Luego, no visaron un permiso fundamental en Sao Paulo.
Finalmente, los tres argentinos terminaron en Frankfurt y justo cuando iban a embarcar rumbo a Sudamérica, se enteraron de que no podría ser, debido a que el permiso no de entrada no llegó a Guarulhos, uno de los aeropuertos de la ciudad paulista.
Los trámites se agilizaron y los futbolistas esperan que entre el miércoles y el viernes se dé el visto bueno desde Sao Paulo para poder hacer esa primera escala en Brasil.
Pero no es todo, porque Argentina también cerró fronteras y tal como dijo su presidente hace semanas, eso también incluía a los propios argentinos que estaban fuera del país.
Por lo mismo, los jugadores esperan expectantes la autorización de la Administración Nacional de Aviación Civil, que en estos momentos es la única que puede permitir la entrada a Argentina en vuelos internacionales.