Octubre rojo
Ahora comienza el camino clasificatorio más extraño de todos los tiempos. En las eliminatorias más difíciles del mundo, la Roja buscará clasificar a un Mundial que se ve, futbolísticamente, más lejos que en otras ediciones. La llamada generación dorada disputa sus últimos cartuchos en el alto nivel competitivo. Pase lo que pase, este es el último proceso de un grupo de jugadores fabulosos. El recambio que no ha llegado pasará a ser inevitable en un par de años más. Si todos estuvieran en condiciones físicas, Chile aún tendría como titulares inamovibles a Bravo, Isla, Medel, Aránguiz, Vidal, Sánchez. Más de la mitad del equipo. Los relevos aún no están a la altura de los que ya no juegan más.
Todo es demasiado relativo. Porque se jugará sin público y en las eliminatorias la afición se siente. La presión existe. Las estadísticas, la historia y los protagonistas lo confirman. Despejado ese factor, al menos por el momento, la cancha podría nivelarse. La continuidad y el momento de los jugadores será esencial, porque los seleccionadores tendrán a los futbolistas muy poco tiempo.
La lógica instala a Brasil, Argentina y Uruguay por sobre Chile. El cuarto cupo lo suelen pelear Chile, Colombia, Ecuador, antes Paraguay, hoy Perú. Venezuela ha crecido y Bolivia parece ser la única selección que se quedó estancada, pero en las últimas clasificatorias la Roja no le pudo ganar en cancha ni en Santiago ni en La Paz.
Uruguay es una salida compleja. Para mí, Colombia es aún más difícil. En el año más extraño de nuestras vidas comienza las clasificatorias más impredecibles de la historia.