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FÚTBOL CHILENO

Los 3 rasgos de Zampedri que explican su relevancia en la UC

El atacante argentino apareció justo para colaborar en el paso a la Sudamericana, ratificando sus principales características de juego.

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Los 3 rasgos de Zampedri que explican su relevancia en la UC

La labor de Fernando Zampedri resultó clave para que Universidad Católica venciera por 2-1 a Internacional de Porto Alegre, en San Carlos de Apoquindo. El argentino marcó los goles de la victoria que les permitió a los cruzados, por lo menos, acceder la segunda ronda de la Copa Sudamericana, tras concluir en la tercera posición del Grupo E en la Libertadores y despedirse del torneo.

Zampedri fue el primer refuerzo que sumó la UC en 2020. Esto no fue casualidad: el club buscaba un goleador neto, pues era una carencia desde el adiós de Nicolás Castillo en 2017 y que Sebastián 'Sacha' Sáez no logró subsanar. En el elenco cruzado anhelaban contar con un finalizador eficaz de acciones ofensivas colectivas y Zampedri da luces de ir satisfaciendo las expectativas: suma 8 goles en el Campeonato Nacional y anotó 4 en la Libertadores.

Ganar el perfil

El argentino es un '9' típico, pero de la vieja usanza, cuando la faena esencial del centrodelantero era estar en la zona clave de concreción (borde superior del área de meta con la portería rival de frente) para finiquitar esencialmente a ras de piso cada ataque. Cabecea en forma correcta, pero el juego aéreo no es su fuerte. Lo suyo va en la senda de estar siempre bien posicionado en el instante que surgirá el pase final para convertir.

En este sentido es clave en su desempeño su juego de desmarcaciones. Muestra un dominio cabal de acciones sin balón para ganar la espalda y que la conexión con el potencial asistidor sea en términos de verticalización del juego. Sin embargo, al no abandonar el eje del ataque, esto en sus desmarcaciones no resulta de gran relevancia (es una interacción propia de acciones de escalada por las puntas).

La mayor virtud de Zampedri, en este plano, se encuentra vinculada a su capacidad para ganar el perfil a defensas y recibir el balón de frente al arco rival. Así ha anotado la mayoría de los goles, mediante recepciones en envíos transversales desde los costados, recurso de ataque que es uno de los ejes ofensivos de la UC de Ariel Holan. Cuando la maniobra colectiva progresa, se aleja de su marcador con movimientos breves y continuos, sobreviene el centro y suele estar libre para convertir. 

Recepción y gol

Sus resoluciones son simples, a uno o dos toques. El argentino no extiende la jugada, evitando a toda costa brindarles tiempo a los defensores para intervenir con una maniobra de bloqueo o quite. Esto demanda una vista clara de la ubicación del arquero rival y demuestra tenerla al dirigir el balón a distancia de los porteros en el instante del gol.

La utilidad del control orientado en este contexto resulta crucial. Sin ser un dichado de virtudes técinas, el ariete de la UC se vincula con el balón de manera eficaz. Su primer contacto con la pelota normalmente exhibe una orientación hacia la portería rival y, como ya se encuentra perfilado en ese mismo sentido, la conclusión de la jugada, cuando el gol parece ser inminnente, se torna más fluida.

'9' y nada más

Durante la fase ofensiva, Zampedri parece transmitir la imagen de estar en la cancha solo para anotar. No abandona la zona central del ataque, por lo que un intercambio de posiciones con los extremos o con un volante mixto, tras un ascenso de este, es una escena difícil de observar en la organización de juego de la UC. Su hábitat es la zona compartida con los centrales rivales y no le hace el quite a esa convivencia antagónica.

No se le ve aparecer por una punta, intentando enviar un centro. Menos descender para involucrarse en la construcción de juego y que otro integrante del bloque ofensivo ocupe su sitio. De hecho, en las rupturas de César Pinares, el zurdo se convierte en el segundo '9', porque el argentino jamás abandona la posición.

Zampedri es, sí, un apoyo fiable durante la circulación del balón. La pelota no le rebota, cuando recibe de espalda al arco rival. Sus acciones no son de complejidad. Maniobra regularmente con control y pase hacia los volantes que vienen de frente, posibilitando la progresión del juego de asociaciones que intentan desarrollar los cruzados y tiene al trasandino como el más importante finalizador.