El verdadero penal más largo del mundo
Osvaldo Soriano escribió que el penal más largo del que se tenga memoria se ejecutó en 1958, en un lugar alejado del mundo. Jugaban el Deportivo Belgrano y Estrella Polar, club donde el Gato Díaz custodiaba la portería.
Pero la historia de Soriano es un cuento. Brillante, hermoso, conmovedor, pero un cuento al fin y al cabo. Este miércoles 11 de noviembre en el estadio La Granja de Curicó se ejecutará un lanzamiento penal que fue cobrado el pasado 15 de octubre. Esa noche de estadio vació producto de la pandemia, el conjunto local le ganaba por dos goles de diferencia a la Universidad Católica, el dominador de los resultados en Chile en el último lustro. Tras el descanso, transcurridos apenas cuatro minutos de partido, el juez del cotejo Nicolás Gamboa cobró una falta de Matías Cavalleri sobre Gastón Lezcano dentro del área. Presto, el volante cruzado César Pinares tomó la pelota dispuesto a lanzar la pena máxima. No era el primer penal cobrado por el réferi esa noche. Era el tercero. Los dos goles del conjunto local fueron anotados por el mismo expediente.
De pronto, se apagó todo. Un corte de luz y posterior incendio en la sala de máquinas dejó la cancha a oscuras. No se pudo jugar más esa noche del 15 de octubre.
Ha transcurrido casi un mes. Los jueces tuvieron tiempo suficiente para revisar el VAR y reafirmar que el penal estaba bien cobrado. Pero muchas cosas serán diferentes, partiendo porque Pinares, el voluntario lanzador del penal, ya no juega más por la UC sino que acaba de ser presentado en el Gremio de Porto Alegre. Los cuarenta minutos restantes comenzarán con la posibilidad del descuento cruzado, para intentar una remontada y consolidarse en el primer puesto de la tabla. Para el cuadro albirrojo es la chance de respirar con alivio en la tabla de los promedios y mirar la parte alta de la tabla del 2020.
Cosas que pasan en Chile, una liga donde un equipo como Colo Colo no le permite la entrada al estadio al cuadro visitante, Antofagasta, y recibe sólo una multa económica. Donde un equipo como Valdivia no viaja a Calama por tener cuatro casos de coronavirus, pero el local se presenta igual porque nadie notificó que se suspendía el juego. Donde un pleito no se juega por precaución (Copiapó vs Santa Cruz) porque los nortinos habían jugado la fecha anterior precisamente contra Valdivia. Sin embargo el juez de dicho partido, Cristián Andaur, dirigía este domingo sin problemas Melipilla contra San Luis.
Cosas que pasan en Chile, donde un penal se tarda más de un mes en patearse.