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FÚTBOL CHILENO

Los secretos detrás del DT que logró levantar a Coquimbo

Juan José Ribera es el gran artífice del paso a semifinales en la Sudamericana, tras llegar en septiembre en medio de una bajísima campaña.

Los secretos detrás del DT que logró levantar a Coquimbo
HERNAN CONTRERAS/PHOTOSPORT

Juan José Ribera se puso al mando de Coquimbo a comienzos del pasado mes de septiembre en reemplazo del argentino Germán Corengia. Entonces, los aurinegros ocupaban el último lugar en la tabla de posiciones del Campeonato Nacional con solo 5 puntos (un triunfo, dos empates y seis derrotas) y esperaban el inicio de la segunda ronda de la Copa Sudamericana, tras haber eliminado al Aragua de Venezuela.

Transcurridos más de tres meses, la labor de Ribera en el cargo ha dado un inesperado fruto: Coquimbo disputará ante Defensa y Justicia de Argentina el paso a la final de la Sudamericana, cumpliendo una campaña histórica. En el plano local, los aurinegros siguen en alerta, puesto que ocupan la penúltima posición, aunque con dos partidos menos, debido a su participación en el certamen continental.

"Manejar las facetas del juego"

Entrenador joven (cumplió 40 años en octubre), Ribera se encamina ya a su séptima temporada al mando de un equipo. Partió en 2013 en Malleco de Segunda División y luego saltó a Primera B en Deportes Concepción, con su primera etapa en Coquimbo, Rangers y su estreno en la máxima categoría fue con Audax Italiano. En los 5 clubes fue labrando un perfil de DT exigente, cercano y con una marcada flexibilidad táctica en su forma de juego.

Entrevistado por AS en su desembarco en Audax, el chileno especificó que "nos gustan los equipos que trabajen. No nos gustan los jugadores que se desligan de la parte defensiva o se desligan de trabajar sin balón, necesitamos un equipo luchador. En el fútbol de hoy si un jugador se resta, se complica muchísimo. Nos gusta presionar, los equipos que intenta robar la pelota en campo rival. Los equipos que sepan manejar todas las facetas del juego. Para eso hay que trabajar estos aspectos. Por mucho que seas ofensivo, en un momento te tienes que defender igual".

"Soy mucho de hablar y estar cerca del jugador. Gente cercana me aconseja de una manera y he tratado de cambiar, pero soy así. Soy mucho de piel, de conversar. Sí exijo y tomamos las decisiones como cuerpo técnico. Me gusta bastante también escuchar a mi gente, tomando yo la decisión. Entender también por qué el jugador pudiese estar en un mal momento, no hay que ser tan lapidario", agregó Ribera cuando iniciaba su labor con los floridanos en abril de 2018.

"El mensaje es el importante"

Dejó Audax a fines de la temporada pasada y tras unos meses inactivo fue reclutado nuevamente por Coquimbo con la misión de evitar el descenso, tarea que se encuentra en plena gestación. El elenco aurinegro suma hoy 23 puntos (Colo Colo es el colista con 21 unidades) y Ribera agregó a la campaña 5 triunfos, 3 empates y 5 derrotas, con un 46% de rendimiento.

En Coquimbo rápidamente replicó la forma de juego que le dio buenos resultados con Audax. Los nortinos son un cuadro compacto y hermético en la fase defensiva, que actúa en bloque en las faenas de presión en distintos sectores de la cancha. Su construcción de juego es más bien acotada, con importante valor del accionar directo y largo, poniendo énfasis en las combinaciones por los costados como forma predominante de penetración.  

Hace algunas semanas conversando con AS en torno a su trabajo en Coquimbo, el DT trasuntó un aspecto clave de su perfil en la búsqueda de ir saliendo del fondo en la tabla: "El mensaje es el importante, la forma cómo uno puede llegar al jugador. No todos son iguales, la recepción del mensaje no es igual en un plantel. Algunos funcionan con un tipo de lenguaje y otros con otro tipo. Hay algunos que funcionan levantándoles la voz y otros haciéndoles cariño. Hay que tener jugadores que se dejen entrenar, con la ilusión y el compromiso de llegar a lo máximo".

"Les decimos a los jugadores que nunca les vamos a cambiar su forma de juego, pero sí les vamos entregar matices para ojalá llegar a un mejor funcionamiento, de acuerdo a lo que piensa el entrenador. En este sentido, el jugador debe tener la claridad de que cada entrenador tiene su forma, su método, su forma de ver el fútbol y, en ese contexto, el jugador debe poner sus características en beneficio del equipo", añadió Ribera en esa ocasión.