Trinidad Segura es una de las surfistas más importantes de Chile. Ella, como todo el mundo, vivió un 2020 complejo por el coronavirus, sin embargo supo darle un giro positivo a la situación: tuvo a Emma (su primer bebé) y se lanzó con un emprendimiento.
"Volví a surfear, pero ahora tengo que hacer todo bajo una logística, ya que debo organizarme muy bien con los tiempos. Me puse a trabajar y durante el tiempo que tengo disponible intento estar lo máximo posible con mi guagüita, entonces es difícil poder salir a surfear con la misma frecuencia de antes", cuenta "Triny" en diálogo con AS Chile, instancia en que repasó el turbulento año que ya se va.
"Trato de surfear al menos dos veces a la semana, aunque antes lo hacía todos los días. Ahora tengo una vida más ajetreada. Tengo que compatibilizar vida, deporte y familia", agrega Segura, embajadora de los relojes G SHOCK, que sirven para entrar al agua e indicar las mareas.
- ¿Qué medidas ha tomado para volver a surfear? - Al principio fue muy difícil surfear en las playas, porque estaban todas cerradas y yo tenía a mi bebé recién nacido. Y fue heavy practicar en pleno invierno, porque tenía que estar muy temprano, tipo 6:30 u 8:00 AM. Me congelaba. Ahora ya se puede surfear más, pero hay que tener cuidado porque uno no puede estar en el agua con la mascarilla, entonces la clave es el distanciamiento con la gente.
- ¿Cómo fue estar tanto tiempo sin surfear? - Pasó alrededor de un año aproximadamente. Estuve un largo tiempo en Santiago con post parto, porque tuve cesárea, entonces debía hacer reposo y no practicar este deporte. Después llegué acá a Pichilemu y no se podía surfear. Fue la época más terrible.
-¿Practicó otros deportes durante la cuarentena? - Estuve practicando mucho yoga, me sirvió para fortalecer mi cuerpo para después surfear y luego ya me lancé con el surf. Es difícil con guagua.
- ¿Qué fue lo mejor y lo peor de este 2020? - Lo peor es el Covid, la baja en la economía, usar mascarilla para todo y que no se pueda viajar. Sin embargo, para mi fue un año increíble porque tuve a mi guagüita y pude hacer proyectos que tenía pendientes, como un invernadero o asistir a clases online de arte y jardinería. También abrí mi tienda "Awua Salada", en Pichilemu. Ahora que mi bebé tiene ocho meses me reactivé con el trabajo y como se vino a vivir tanta gente para acá, me ha ido súper bien.
- ¿Qué consejos le entregaría a la gente que quiere volver al mar? - ¡La motivación es todo! Me metía a las 6 de la mañana al agua, porque mi cuerpo necesitaba volver a practicar deporte. Siempre sentí que el mar me hacía bien para la mente y el cuerpo. Cuando llegue a Pichilemu no prendí más la tele, no sentí miedo, que es lo que me pasaba en Santiago, donde lo pasé súper mal. Mi mayor consejo es atreverse a hacer ejercicio, porque es sano y nos ayuda con el estrés y a olvidar lo que está pasando. A la gente de Santiago le recomiendo hacer deportes como yoga, ya que te hace desconectarte y fortalecer el cuerpo al mismo tiempo.