Entrevista AS
"Vendedor ambulante": la desconocida historia de la nueva gran figura de Palestino
El cuadro árabe ha tenido un gran repunte en el último tiempo y Jonathan Benítez ha brillado con goles. Antes, tuvo una dura historia de esfuerzo.
Palestino tuvo un gran cambio de aires tras la llegada de José Luis Sierra a La Cisterna y de inmediato dejó atrás la racha de seis partidos perdidos de forma consecutiva. Salió de la parte baja y hoy lucha por un cupo a la Sudamericana, en gran parte gracias a la cuota goleadora de Jonathan Benítez.
El puntero argentino comenzó a tener una actuación destacada desde la llegada del 'Coto', y durante el Torneo Nacional 2020 en cada ocasión que ha anotado, Palestino ha terminado ganando. En conversación con AS se refirió a este gran momento y repasó su historia.
- ¿Cómo fue el comienzo de su carrera?
- De muy chico siempre me gustó el fútbol, tuve una etapa en que hice inferiores en Quilmes de Buenos Aires, después por circunstancias de la vida volvimos a mi ciudad, Corrientes, donde está Boca Unidos, y fue donde me consiguieron una prueba, quedé y pasó todo muy rápido. Estuve dos años en inferiores y me subieron al plantel de Primera, al poco tiempo pude debutar en el Nacional B y justo ese año estaba River en esa división. Fue un año espectacular porque todo el mundo veía ese campeonato, ya que además estaban Banfield, Rosario Central, Huracán...
- ¿Tuvo que hacer algún tipo de actividad extra para poder dedicarse a su carrera como futbolista?
- Cuando estaba en Boca Unidos me tocó trabajar, más que nada para ayudar a mi familia, pero una vez que pude llegar al primer plantel el club me ayudó mucho, me apoyó y eso hizo que me dedicara 100% al fútbol. Después tuve mucha suerte, me preparé mucho y llegó la oportunidad de venir a Chile. Llegué a Magallanes y me fue súper bien. Eso hizo que después clubes de Primera me pudieran tener en cuenta.
- ¿Y en qué tipos de trabajo se desempeñó?
- Con mi familia tenía un negocio en el que vendían CD's, hilos, agujas y también fui vendedor ambulante. Como la situación no era muy buena había que salir y esa era mi forma de aportar y ayudar a mi familia. Después tuve la posibilidad de que un amigo me consiguiera trabajo en una hamburguesería y con ese trabajo podía ayudar a mi familia y por las tardes ir a entrenar. Ahí pude retomar mi carrera en el fútbol y volver a Boca Unidos. Ese club hizo que me pudiera enfocar 100% en esta actividad.
- ¿Y por cuánto tiempo tuvo que trabajar en esas actividades ajenas al fútbol?
- Fui vendedor ambulante desde los 13 a los 15 años, luego en la hamburguesería estuve de los 15 a los 16 y a los 17 llegué a Boca Unidos. Al año siguiente ya estaba debutando con el plantel en el Nacional B.
Su gran momento personal como 'amuleto de Palestino'
- Lleva siete goles en los últimos cinco partidos, ¿cómo se siente con este buen momento personal y colectivo?
- Contento, porque veníamos de una mala racha de perder muchos partidos y no podíamos salir del fondo. Por eso, los últimos cinco partidos eran clave y gracias a Dios se dio la posibilidad de poder ganarlos. Que sea con goles míos me pone contento.
- Además cada vez que ha anotado en esta racha su equipo ha ganado, ¿se siente como un 'amuleto' para el club?
- Es una alegría tremenda poder aportar con goles y que eso sirva para que el equipo gane, a mí me da igual si los hago yo o no, lo importante es que sumemos. En su momento lo importante era salir del fondo porque estábamos estancados y sabemos que tenemos un equipo con jugadores muy buenos y no merecíamos estar ahí.
- El punto de inflexión para el equipo fue el triunfo ante Colo Colo, ya que venían de seis derrotas seguidas y fue el debut de José Luis Sierra. Ahí le tocó anotar, ¿cómo recuerda ese duelo?
- Ese fue el principio de la seguidilla de partidos positivos para nosotros. Sabíamos que era como una final porque los dos veníamos mal y prácticamente el que perdía quedaría en el fondo de la tabla. Uno siempre espera esos partidos con equipos grandes, poder jugar, convertir goles y estar a la altura del partido.
- ¿Qué cambió en el equipo tras la salida de Ivo Basay?
- Fue una lástima que por los resultados malos él se tuviera que ir, pero el fútbol se trata de resultados y su trabajo es así. La llegada de Sierra nos dio un cambio de aires, muchos jugadores recuperaron su confianza y eso hizo que se note en el grupo. En cada partido todos corrían, nos empezaron a salir las cosas, los goles, y eso es un cambio anímico importante.
Sus inicios en Magallanes y la llegada a Primera
- ¿Cómo se dio su llegada a Chile?
- Luego de mi primera experiencia en Boca Unidos salí a préstamo a Racing de Córdoba, que estaba en una categoría más abajo, muy complicada, pero todas esas cosas me sirvieron para ir forjándome como jugador profesional e ir sumando minutos. Después volví al club que me formó y ahí estaba Claudio Úbeda que al año siguiente me trajo a Chile para jugar en Magallanes.
- ¿Qué es lo que más le costó al comienzo de su aventura por nuestro país?
- Lo más complejo siempre fue estar lejos de casa, de mi familia y de mi ciudad. Eso siempre me costó mucho, hasta el día de hoy, pero también ahora tengo mi familia y tengo que seguir trabajando para poder darle un buen futuro a mi hijo. En esta carrera se pasan más momentos malos que buenos, pero hay que saber llevarlo, trabajar con ganas y tratar de mejorar día a día.
- ¿Qué sentía cuando sabía que iba a venir a Chile?
- Vine muy joven, tenía 22 años, y para mí era todo nuevo, porque de mi provincia había salido una vez, cuando fui a Racing de Córdoba, y del país no había salido nunca, así que llegué con mucho temor de que no me fuera bien o no poder quedarme. Sin embargo, desde el primer momento que llegué a Chile hubo mucha gente muy amable y buena conmigo, eso me dio mucha comodidad.
- También le tocó estar en Cobresal, U. de Concepción y Coquimbo. ¿Ha hablado con sus ex compañeros 'Piratas' por la gran campaña internacional que están haciendo?
- Tengo grupos con los de la U. de Concepción y Coquimbo, donde están Pinilla y Canío y Pedro Muñoz, entre otros. Siempre estamos hablando y nos felicitamos mutuamente. Les deseo lo mejor y ojalá puedan lograr ese campeonato que sería un sueño para toda la ciudad.