La carrera de Cristián Bogado tuvo un explosivo arranque en Paraguay y luego emigró a Argentina, sin embargo fue en Chile donde encontró su lugar. Arribó en 2009 a Deportes Iquique, fue campeón en Colo Colo y luego volvió para jugar en los "Dragones Celestes" en dos ocasiones más y también en Audax Italiano.
"Hoy me encuentro en mi país, Paraguay. Hace un año que no juego profesionalmente, así es que estoy acá esperando si surge alguna posibilidad", señaló el "Torito" en diálogo con AS Chile.
- ¿A qué se dedica actualmente? - Por mientras entreno día por medio. Disfruto el tiempo con mis hijos, ya que antes no podía pasar mucho tiempo con ellos porque andaba en Chile o en Perú. Hoy estoy gozando a fondo con ellos.
- ¿Después del fútbol a qué se quiere dedicar? - La idea es estudiar para ser técnico o gerente deportivo. Son las dos cosas que más me llaman la atención.
- ¿Tiene contacto con el fútbol chileno? - En todo momento. Yo me siento un chileno más y por eso estoy pendiente del país y del fútbol, incluso de la Primera B. Ando más pendiente de Chile que de mi propio país (ríe).
- ¿Le gustaría regresar? - Me encantaría. Chile me dio todo, el nombre que me gané fue gracias a ese país, es mi segunda casa y espero volver algún día como jugador, entrenador o de visita porque dejé muchos amigos y gente que me quiere.
- ¿Qué le pareció su etapa en Chile? - Fue la experiencia más linda de mi vida futbolística. Llegué en 2009 y no pensé que la rompería en tan poco tiempo. Iquique me abrió las puertas para después recalar en un equipo grande como Colo Colo. El sueño de todo jugador es poder ser campeón en un equipo grande y tuve la fortuna del primer semestre en el "Cacique" alcanzarlo y eso de no me voy a olvidar hasta que esté en el cajón.
- ¿Cúales son sus mejores recuerdos en Chile? - Cuándo Iquique por primera vez clasificó a los Play Offs, la gente se volvió loca . También, el día del Superclásico cuando le doy el pase a Ezequiel Miralles y el gol en la final del campeonato frente a Universidad Católica.
- ¿Dónde siente usted que quedó en deuda futbolísticamente? - En Audax Italiano, estuve cuatro meses y no pude jugar muchos minutos y tampoco pude hacer goles, pero soy un agradecido de ellos también. Esa es mi gran deuda.
- ¿Qué opina de su paso por Colo Colo? - En lo personal fue bueno porque tenía dos delanteros que la rompían que eran Esteban Paredes y Ezequiel Miralles. Cuando uno de ellos se lesionaba entraba yo a jugar un tiempo y me tocaba hacer goles. Creo que respondí a lo que la gente esperaba de mí, marcando 15 goles en un año y siempre me recuerdan por esa anotación en la final y el pase a Miralles.