La legión más inesperada de chilenos en Europa: 12 fichajes
El tenis de mesa es un deporte que aún no se profesionaliza en Chile. Por ello, los exponentes del país se han aventurado en otros destinos.
Ha pasado un año y medio desde la participación chilena en Lima 2019: esa vez, el equipo de tenismesistas logró superar su actuación de Toronto 2015 al lograr avanzar a cuartos de final en cuatro categorías. Después de esa actuación, o incluso antes, varios chilenos y chilenas emprendieron un viaje a Europa para profesionalizar sus carreras y preparar de mejor forma el gran desafío que se viene: los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
Alrededor de 12 deportistas nacionales se encuentra, o viajarán próximamente, a suelo europeo. Un lugar donde el tenis de mesa se ha profesionalizado hace años y donde se desarrollan las mejores ligas del mundo. Es una puerta que se abre para chilenos y sudamericanos, quien están acostumbrados a condiciones diferentes.
Emprender la aventura en el viejo continente no es fácil. Los problemas con el idioma, las diferencias culturales y el trato de las personas son un factor que supone un gran desafío, el cual muchas veces ha hecho pensar a los deportistas en volver a Chile. "Nunca me pude acostumbrar en Francia. Estuve tres años", dice Daniela Ortega, tenimesista de 22 años. Sin embargo, insisten. La tarea de empujar una disciplina es más grande. Ella, por ejemplo, hoy está radicada en España.
El desafío de cruzar el atlántico
Felipe Olivares (32) se fue a los 17 años del país. Tras vivir 15 años en su natal San Felipe, estuvo dos años entrenando en el Centro de Alto Rendimiento de Santiago, donde un día su entrenador de ese entonces llegó con una gran noticia: una oferta desde Alemania.
"Lo primero que se me pasó por la cabeza fue cómo le iba a contar a mi mamá. Yo estaba decidido, pero no había medido las consecuencias. Llegar allá fue complicado. Yo no hablaba inglés. Todo fue contacto de mi entrenador en Chile en ese entonces, Marcos Núñez, ex entrenador de la selección", comenta el sanfelipeño.
Desde entonces han pasado 15 años. Tras varias temporadas en Alemania, Olivares actualmente se encuentra disputando la Primera División de República Checa. Su paso por el país alemán fue positivo en lo deportivo, pero nunca se sintió cómodo en lo personal.
"Allá la gente es más complicada. Yo tuve varios problemas. No sé si llamarlo maltrato, pero una vez me tocó ir a un supermercado, cuando aún no sabía inglés, y al momento de pagarle a la cajera ella me decía algo y yo no entendía. Me empezó a hablar más fuerte en alemán y con la tremenda cola. Al final me tiró todas las monedas que yo le había pasado. Me mandó a la cresta y yo no sabía que estaba pasando", recuerda el jugador del TTC Ostrava.
A casi 400 kilómetros del país checo se encuentra Austria, país donde radica hace un año Paulina Vega (36), quien después de tres años en España se fue a competir al Sportunion Kusftein de la Super Liga Austriaca donde se instaló producto de la pandemia.
"Yo llevaba tres años jugando en la Súper División de España. En marzo pasado, cuando comenzó la pandemia, fui a un torneo en Polonia y ahí se canceló todo. Cerraron España y no podía regresar, entonces me tuve que venir a un centro de entrenamiento junto unos amigos de la Selección Argentina de Balonmano. Y así fue como me consiguieron la opción de jugar en la Super Liga de Austria. Este sería mí cuarto año jugando ligas en Europa y la verdad es que ha sido una experiencia muy linda", inició contando la seleccionada nacional.
Las diferencias de jugar en Sudamérica
Para Daniela Ortega (22), la necesidad de salir de Chile para jugar en Europa responde a la diferencia de nivel y la calidad de jugadores que se encuentran en las principales ligas europeas: "La calidad de jugadores que hay en Europa es muy buena. Cuando estaba en Francia entrenaba con las jugadoras de primera división, entonces ellas eran mucho mejor que yo. Eso te ayuda a subir el nivel. Esto en Chile no se puede, somos todos del mismo nivel, por así decirlo. En cambio, el venir a Europa uno entrena con gente mucho mejor. El roce en las ligas también es muy bueno".
Según Olivares, el tema también radica en una diferencia cultural y de inversión. "El Chile es un problema de cultura. Yo estoy por que se usen más fondos en el deporte. Hay que crear una liga, pero la gente tiene miedo de invertir en algo grande. Para cualquier sistema bueno hay que invertir harto en un principio. Si se creara una liga en Chile, nosotros (los chilenos en el exterior) y los jugadores de afuera vendríamos. En Chile los entrenamientos no son de calidad. Es muy desorganizado todo. Algo ha ido mejorando, pero se avanza lento", enfatizó el pupilo de Petr Korbel, ex medallista mundial por equipos y participante en cinco Juegos Olímpicos.
La 'Roja' y los Panamericanos de Santiago 2023
Sin duda, uno de los desafíos deportivos más grandes para los deportistas del Team Chile serán los Juegos Panamericanos que se realizarán en Santiago el 2023. Para esa fecha, se espera un gran rendimiento nacional en diversas disciplinas, entre ellas el tenis de mesa.
"Lima 2019 fueron mi primera experiencia. Todos los torneos de este ciclo olímpico han sido nuevos para mí. En los Panamericanos no pude dar lo que hubiese querido, entonces me quedé con ese gustíto de mostrar más. Mi meta es tener una medalla en unos Juegos Panamericanos. Si es Chile, con el apoyo de mi familia, yo creo que lo podría lograr", aseguró Ortega, 116° del orbe y quien se marchó a los 17 años a Europa.
Daniela Vega estuvo muy cerca de clasificar a los Juegos Olímpicos de 2012. De hecho, para Londres estuvo a solamente un set de poder asegurar el boleto de avión. Esta experiencia fue un golpe muy duro para la deportista, quien tras nueve años al fin logra alejar los fantasmas de su cabeza y ya se mentaliza en sus próximos objetivos: Tokyo 2021 y Santiago 2023.
"Con lo de Londres fue la única vez que sentí que no podía más. Me dolió como si hubiese perdido a alguien. Tuve que trabajar mucho y creo que para Rio 2016 me costó superar eso. Ahora es otro cuento, lo hablo y fue es algo que está superado. Para Tokio 2021 no solamente tengo opciones de clasificar con el preolímpico, sino que también tengo la chance de ir gracias a mi ranking mundial(18°)", recalcó la oriunda de Concepción.
"Estoy súper optimista. Podría cerrar cualquier ciclo con una medalla panamericana, porque es lo único que me está faltando en mi carrera deportiva. De que tengo chances, las tengo. Ahora mi idea es entrenar y prepararme, todavía tiempo para seguir mejorando. Lo voy a dar todo", agregó.
Por otro lado, Felipe Olivares tiene complicado su opción ir de a las olimpiadas en en país japones, ya que no logró clasificar al preolímpico, así que toda su atención está puesta en los Juegos Panamericanos que nuestro país albergará.
"Para eso estoy entrenando y es mi próximo objetivo. Me encanta jugar en Chile, con la gente apoyándote. En este tiempo de pandemia he aprovechado bien para mejorar los puntos flacos de mi juego y trabajado también la parte psicológica, que es un punto débil que he ido mejorando junto a mi psicólogo Juan Fernández. Yo creo que voy a llegar fuerte a 2023 y soñando con una medalla", finalizó el medallista de oro en los Sudamericano Adulto de 2019.