Un tricampeón poco común
Con 22 años, Ignacio Saavedra fue el cuarto futbolista de la UC que sumó más minutos en el Torneo Nacional. Fuera de la cancha, el volante también llama la atención.
El futbolista revelación del 2018 ya es un jugador consolidado. Con solo 22 años, Ignacio Saavedra acaba de conseguir su tercer título consecutivo en Universidad Católica. Fue el cuarto jugador de la UC con más minutos en la presente competencia. Esos números convierten a Saavedra en un tricampeón poco común. Pero su personalidad también suma antecedentes fuera de la cancha. La promesa del fútbol chileno tiene características poco habituales.
Saavedra es un futbolista con opinión. Algo que no se encuentra muy fácil en Chile. Jean Beausejour y Nicolás Maturana son algunos de los ejemplos que él mismo reconoce. “Si me toca hablar de temas más controversiales o de contingencia, y estoy informado, lo voy a hacer. Vengo de una familia que siempre habla de política”, afirmó a La Tercera hace dos años. En la práctica, Saavedra fue coherente: participó en marchas del estallido social.
En octubre del 2019, Saavedra fue fotografiado cerca de Plaza Italia, el centro de las manifestaciones. Allí llegó junto a un grupo de amigos. El proceso recién comenzaba, y la revolucionaria historia del volante continuó tiempo después: en diciembre de ese mismo año, cuando la UC recibió el trofeo de campeón, Saavedra se tapó el ojo izquierdo con una mano. Era un homenaje a las personas que sufrieron traumas oculares en Chile.
El hermano mayor de Saavedra participó en las movilizaciones estudiantiles del 2011. El futbolista recién tenía 12 años, pero ya visualizaba un descontento que compartía: “Quise ir a protestar, pero no fui porque mis padres no me dejaban”, contó años más tarde. Ahora, con una voz más influyente, Saavedra tiene espacio para desahogarse. El 2020, en plena crisis sanitaria, se manifestó a favor del retiro del 10 por ciento: “Me parece una buena medida”.
Saavedra se divierte con el Play Station, como muchos de su generación. También es fanático de la música: Calle 13 y Movimiento Original han sido destacados en sus redes sociales. “Una enseñanza la vida me ha dejao', que siempre hay que estar preparao’…”, escribió hace meses en Instagram. El jugador aplicó esa frase de Movimiento Original en su carrera: siempre estuvo a la altura. Por algo, hoy vuelve a ser campeón.
La misma canción que citó Saavedra tiene otra frase que identifica: “El futuro no está comprao’…”. El mundialista Sub 17 tiene principios sobre vivir en comunidad, pero también en su propia vida. “No me voy a ir a un equipo donde me pagan millones, si no voy a jugar. Antes que ganar plata, quiero dejar una huella en el fútbol”. Su representante lo sabe. Su familia, también. Quizás eso es justamente lo que formó la ruta que llevó a Saavedra a un nuevo festejo. La alegría de un campeón diferente.