Camila Caram ha pasado toda su vida dentro de una cancha de hockey césped. La experimentada defensora ha formado parte de las Diablas desde los 17 años y ha sido capitana a partir del 2013 , cosechando grandes éxitos deportivos a lo largo de los años.
Sin embargo, para el 2021 su desafío está en otro escenario: una candidatura a concejala. La deportista de 31 años busca un cupo junto a Evopoli en la comuna de Vitacura. "Creo que los deportistas aportan algo distinto , como esa visión del fair play que es muy importante y sería bueno llevarlo a la política", comenta en diálogo con AS Chile.
- ¿Cómo surgió la idea de postularse a concejala por Vitacura? - Fue una oportunidad que se me dio gracias a gente que conozco en Evopoli, quienes me contactaron y me dijeron que podría ser una buena candidata. En un principio no era mi primera motivación y algo que estuviera buscando, pero creo que las oportunidades hay que aprovecharlas y tomarlas. Siempre he estado al servicio de los deportistas y de mi equipo, entonces esto lo vi como una oportunidad de estar al servicio de la comunidad y poder alcanzar a más gente.
- Al momento de que se le acercase Evopoli, ¿no hubo un poco de recelo de su parte, considerando que muchas veces los partidos políticos buscan rostros mas conocidos para conseguir votos y no hay un proyecto detrás? - Quizá yo no estaba metida en la política desde antes, pero sí Evopoli era el partido con el que más simpatizaba. Es un partido nuevo, que incluye muchos jóvenes y tiene una política distinta, algo liberal. Eso era algo que me atrajo y atrae. Puede ser que las figuras llamen la atención y todo eso, pero es algo que se debe aprovechar. Quizás por ser una figura atraigo a las personas, pero por otro lado yo confío en mis capacidades y ellos confían en mí, en el liderazgo que he mostrado en el hockey y compromiso con los trabajos que hago.
- Entre su embarazo, el trabajo en su fundación, su postulación y otras actividades, ¿cómo consigue tiempo? - Por ahora, el tener el hockey en pausa me da más tiempo, pero igual los horarios de entrenamiento eran acotados a las mañana y algo en la tarde, por lo que me quedaba harto tiempo. El tema de la fundación ha estado más tranquilo, ya que los colegios no están funcionando y lo talleres que hacíamos nosotros están parados. Hemos ido trabajando en otro tipo de cosas, pero los talleres en sí están en pausa. Todo coincidió para que me quedara un poco de tiempo para el tema de la candidatura. Si después llego a salir elegida, la pega de concejala es un trabajo que es compatible con otras actividades. Todo se puede lograr.
El deporte como pilar de su proyecto Ampliar
Camila Caram entregando panfletos de su candidatura - Habiendo tenido ese contacto con personajes de la política y vivido en primera persona las políticas públicas relacionados al deporte, ¿qué le falta al mundo de la política desde su mirada de deportista? - Yo creo que el Gobierno de turno debería priorizar más el deporte en nuestras vidas, porque es un apéndice fundamental. Todos sabemos los beneficios que genera el deporte. Ahora, con la situación de la pandemia, me di cuenta que no nos dejaban salir a pasear ni a la esquina, y menos con poder hacer deporte. En Europa todos pueden salir a hacer deporte al aire libre, sin necesidad de una franja horaria. Quizás las culturas son algo distintas, pero ahí se ve la importancia que tiene el deporte en la vida de los chilenos y el cómo lo ve el Gobierno.- En otros sectores también hay deportistas que tienen interés en formar parte de la política, ¿cómo ve este aumento en la participación de deportistas en esta esfera de la sociedad? - Todos los deportistas tenemos ciertas cualidades que vamos adquiriendo del deporte y practicarlo con cierto compromiso, y esto te da herramientas para la vida. Ya sea en la política o en otros trabajos, todos ellos llevan consigo una mentalidad de trabajo en equipo, del esfuerzo y resiliencia que es muy importante. Es algo que se puede aprovechar en cualquier trabajo, y por qué no también en la política. Creo que los deportistas aportan algo distinto, como esa visión del fair play que es muy importante y sería bueno llevarlo a la política.
- De todos los años que estuvo dedicada al hockey, ¿qué enseñanzas de su carrera deportiva puede utilizar en su paso política? - Muchas veces la gente cuestiona a las personas dentro de la política por sus razones para estar ahí. Quizás piensan que meterse en la política es para figurar o tener poder. En mi caso, a través del deporte he ido viendo que más que estar en el poder se trata de aportar un granito de arena y así es como lo hecho, siendo capitana de mi equipo y del Team Chile. Acá es lo mismo, trato de aportar un granito de arena para las personas más allá de mi círculo.
- ¿En que se diferencia su candidatura a concejal en comparación al resto? - Al final una tiene que explotar sus capacidades y herramientas, en mi caso: el deporte. En Vitacura el deporte es un pilar importante y hay mucha gente que lo practica, pero para mí el deporte va mucho más allá y lo vínculo con temas como la educación. Con mi fundación hemos estado estudiando mucho al respecto y vimos que a los niños, a través del deporte, se les puede enseñar todo tipo de herramientas muy utilices para su vida, además de habilidades socioemocionales que con el deporte se pueden incorporar más fácilmente. Por otro lado, el deporte es salud y se pueden prevenir una serie de enfermedades. También está el tema de la sustentabilidad.
El tabú de los deportistas - Si bien es cierto que cada vez hay más deportistas intentando llegar a la política, todavía es una especie de tabú el mostrarse abierto a este ámbito por parte de algunos. ¿Le han llegado comentarios al respecto de su postulación por parte de sus compañeras deportistas? - Si, es difícil que los deportistas se pronuncien y apoyen a un partido o candidato. Cuando estuve en esa vereda jamás dije comentarios o cosas trascendentales, pero era porque no me había vinculado todavía con un partido. A veces es difícil encasillarse en algo, pensando en que el deporte es súper transversal donde nos toca compartir con todo tipo de gente que tiene distintas visiones políticas. Todos en el deporte apuntan hacia el mismo lugar. Durante mucho tiempo para mí fue difícil pronunciarme hacia algún lado. También toca compartir con el Gobierno de turno, que puede ser de izquierda o derecha, y una tiene que estar ahí trabajando a la par.
- La concejalía es un espacio muy limitado y cuesta realizar grandes cambios desde ese lugar, ¿cómo planea cumplir con todas sus propuestas y que se concreten? - De todas maneras, no es algo de llegar y creer que todo va a funcionar al tiro. Hemos estado en conversación con Camila Merino, con quien vamos por el mismo partido, y si ella llega a salir como alcaldesa de Vitacura ya tendríamos toda la planificación de la parte deportiva lista, completamente impulsada por mí como concejala. Ese trabajo en equipo es muy importante. No es que la gente se vaya a oponer a los proyectos que yo tengo, solo debo mostrar la importancia de ellos y la trascendencia que puede generar en la vida de las personas.
- ¿Le gustaría aspirar a algo más allá de ser concejal en un futuro? - Yo creo que hay que ir paso a paso. Mis pasos en la política serán chicos, porque todavía no se si es algo a lo cual yo aspiro. En ese sentido, no sé si la concejalía tiene tanta política detrás, en comparación a un puesto de alcaldesas o en un ministerio, ahí ya son pasos mayores, en un mundo donde a veces es súper difícil el poder trabajar. Voy a ir con pasos cortos.
- ¿No le da miedo la exposición que podría tener a comentarios negativos por su trabajo? - Si, es algo que tengo presente desde que empecé la candidatura y llega el tema de la ley de transparencia, ahí ya una se siente más vulnerable, pero al final hay que tener confianza del trabajo que se está haciendo y de que esto es por buenas razones, no por que alguien te esté convenciendo de algo, sino que por el bien de la comunidad. Siempre habré gente que te crítica y yo, siendo capitana del Team Chile y de la Selección de Hockey, lo viví. Hay que estar propensa a escuchar las cosas positivas y las cosas negativas tomarlas con pinzas.