"No quería jugar más; estuve desesperado": la historia del joven que debutó ante la U
Martín Parra se estrenó en Huachipato. En un momento pudo acabar con su sueño, pero su familia lo animó a seguir. "Después me enfoqué", explica. El logro va dedicado a su abuelo.
El 3 de abril del 2021 es una fecha que Martín Parra (20) jamás olvidará. En esa jornada, el portero de Huachipato realizó su estreno en el profesionalismo: fue ante la U en El Teniente de Rancagua, y su desempeño lo dejó en buen pie frente al cuerpo técnico de Juan José Luvera. El elenco acerero, explica el meta en AS, tiene mucho significado para él: "Con que me hayan hecho debutar, se lo ganaron todo. De chiquito estaba ahí. Se siente de otra manera". Allí llegó a los ocho años, y Alejandro Padilla fue clave en su formación.
"El profesor ha sido mi pilar en el fútbol", cuenta el joven que, además, es hincha de Huachipato. Desde pequeño dejó de manifiesto su cariño por los colores al ser la 'mascota' del club: en las clásicas fotografías del equipo, pudo acompañar a Rodrigo Millar, Jaime Riveros y Cristián Muñoz, por nombrar algunos. "Los veía como lo máximo y quería ser como ellos", manifiesta el arquero, que en su primer año como siderúrgico fue delantero. Hacía goles, reconoce, pero no le gustaba correr. Por eso decidió quedarse bajo los tres palos.
- ¿Qué tanto le ha costado llegar hasta donde está?
- Mucho. Son muchos años de sacrificio, tanto mío como de mi familia. El momento más difícil que he pasado fue en la Sub 15 de Huachipato, cuando en el primer semestre no estaba inscrito para jugar el campeonato. Llegó el momento de la desesperación, de no querer jugar más. Ahí la familia siempre respaldó. Y a seguir nomás. Era chico, y un torneo no iba a marcar mi futuro.
- ¿Entonces quería dejar el fútbol?
- Sí. Esa fue la decisión rápida. Mis papás me decían que siguiera, pero sin darle tanta importancia, porque si no me iba a achacar. Me dijeron que no iba a ser para toda la vida, ya que el proceso solo duraba seis meses. La verdad no sé cuánto me habrá durado (la idea de retirarse), pero las ganas de entrenar las tenía siempre. Después me enfoqué para cambiar la decisión del técnico que estaba en ese momento, y en el segundo semestre me inscribieron al tiro. Empecé a jugar y desde ese momento que he sido titular en todas las series del Fútbol Joven.
- Hasta antes que le comunicaran que iba jugar contra la U, ¿veía cerca o lejano el debut profesional?
- A todas las personas que me lo han preguntado, no se los he sabido describir. Pero nunca me imaginé que iba a ser tan rápido, porque cuando iba citado, pocas veces se me pasó por la cabeza jugar. Sé que tiene que pasar algo muy difícil para que el arquero juegue. Por lo general, siempre juega uno. Pero siempre me preparé. Del momento que me dijeron que iba a jugar, me concentré full en el partido.
- ¿En algún momento se sintió tapado?
- No. Poco, la verdad. Subí a los 18 años (al primer equipo), y desde que pasó tuve la opción de jugar en inferiores. Entrenaba todas las semanas con el primer equipo, y bajaba el fin de semana a jugar. Entonces, nunca sentí eso de no jugar y la desesperación de querer jugar, o las desmotivaciones. Siempre me he mantenido.
- ¿Qué sintió cuando iba entrando a la cancha de El Teniente?
- En el trayecto de Santiago a Rancagua, y parte del calentamiento, estaba muy nervioso. También recordé todo lo que había pasado en el fútbol, y lo que había vivido mi familia, lo que fue una motivación. Pero ya luego me fui soltando. A la hora del partido me sentí muy tranquilo y con mucha confianza. Mi cabeza se dio vuelta.
- Al momento de saludar a los jugadores de la U, un rival muy grande y poco común para un debut, ¿subió la adrenalina?
- Sí, obviamente. La U tiene grandes jugadores, y a la mayoría uno siempre los vio por la tele. Eso da más ganas de hacerlo bien.
- ¿Cómo fue el recibimiento de su familia en el retorno a Talcahuano?
- Cuando llegué, todos estaban emocionados, abrazándome, preguntándome muchas cosas. Fue un momento bonito, porque me sentí en manos de mi familia. Todo fue por ellos.
- Tras el duelo con la U, dijo que su actuación se la dedicaba a su abuelo fallecido. ¿Cómo cree que habría reaccionado él?
- A mi abuelo le mostraba mis fotos entrenando y se colocaba a llorar. Mis tías me dicen que yo era la luz de sus ojos, porque soy su único nieto hombre, y él igual jugaba fútbol. Que yo fuera futbolista, a él siempre lo marcó. Entonces, hubiese estado muy contento porque debuté en Primera División. Estoy seguro de que también lo disfrutó.
- ¿Qué pasa por su mente al recordarlo? ¿Qué siente?
- Un poco de impotencia, por el tema de su muerte. Nunca se debió dar de esa manera. Falleció a los 70 años por el coronavirus, el 25 de diciembre del año pasado.
- ¿Cuáles son sus sueños en el fútbol?
- En el corto plazo, las metas son poder tener una buena cantidad de minutos en Primera y más convocatorias. Ir pasito a pasito, para lograr los objetivos grupales, que son terminar en lo más alto del campeonato.
El desafío copero
Por último, Martín Parra se refiere al duelo que Huachipato sostendrá este martes frente a Deportes Antofagasta, por la primera ronda de la Copa Sudamericana. "Va a ser un partido difícil. Tenemos que afrontarlo como lo hemos hecho en otros compromisos. Vamos a salir a buscarlo y tratar de hacer las cosas bien", avisa el golero, que en la ida (1-0, con gol de Sepúlveda de penal) fue suplente. La definición arrancará a las 21.30 horas, y podrás seguir los detalles a través de AS.com.