"Fue como un regalo": el año de fichaje de Palestino en el campeón de la Sudamericana 2020
Pablo Alvarado actuó por Independiente del Valle y junto con afrontar la pandemia vivió una etapa de gran aprendizaje: "El estilo del club no es sencillo, hay que aprenderlo".
Solo una temporada alcanzó a estar Pablo Alvarado en el fútbol de Ecuador. El flamante zaguero de Palestino dejó La Calera para unirse a Independiente del Valle, que recién había obtenido la Copa Sudamericana y se preparaba para confirmar su buen desempeño, pero en la Libertadores del 2020. Sin embargo, el argentino retornó prontamente a Chile lo que, en todo caso, no le impidió volver con una importante vivencia futbolística.
"Fue un año difícil para todos con esto de la pandemia. Tuve la suerte de que me encontré en un club espectacular como es Independiente del Valle, lo que me sirvió mucho porque futbolísticamente aprendí muchísimo. También competimos por cosas importantes y lo disfrute muchísimo. En cuanto a lo personal sentía que iba a estar ese año y nada más y que mi idea era retornar a Chile", manifiesta Alvarado, de 35 años, a AS Chile.
-¿Que pasó que se fue generando esa sensación de que solo estaría un año en Ecuador?
-Siento que la pandemia hizo que todo se hiciera un poco más difícil. En la parte futbolística, el club era increíble y en cuanto a la liga esta no me gustaba demasiado. Participar en instancias internacionales es muy atractivo, pero por cercanía y cuestión de vida, creo que me sentía más cómodo aquí.
-¿Cómo valora la experiencia de haber llegado en ese momento al campeón de la Copa Sudamericana?
-Una de las razones por las que me fui eran todos los desafíos que iban a haber durante el año. Cuando empecé a averiguar un poco de lo que era el club, todo el mundo me habló bien. Tiene un estilo de juego marcado al cual hay que adaptarse rápido, no es sencillo, hay que aprenderlo. Parece fácil, pero no es tanto.
-¿En su puesto de central que complejidades poseía el formato de juego?
-Saber jugar con muchos metros en la espalda, porque el equipo siempre tiene la intención de presionar alto. La salida con el balón desde abajo no se discute. Siempre ser protagonistas. Con ese estilo, el club logró cosas muy importantes. Tenía sus dificultades, como saber también reconocer tu posición, porque muchas veces juegas para ocupar espacios y no participar activamente de la jugada. En fin, tienes que entender el juego. Ellos tienen unas bases muy sólidas con chicos de inferiores, porque se lo enseñan de chico, pero alguien que no es del club y llega tiene que aprender un poco más rápido.
-Son todos detalles del juego de posición, que surgió en España con el Barcelona de Pep Guardiola.
-Claro, y son varios aspectos del fútbol que a simple vista parecen fáciles, pero al principio cuestan un poco. Después que los incorporas producen el efecto contrario: todo el resto te parece demasiado fácil. Es como que aprendes un juego nuevo.
-Queda claro que su balance es favorable.
-Sí, y a mí me agarró ya con más edad y uno está más absorbente, pensando también en lo que le gustaría a futuro. Tomo ese paso por Independiente del Valle así, fue como un regalo que me dieron para aprender ciertas cosas que no había aprendido.
-¿Cómo fue vivir el primer año de la pandemia en Ecuador? Al principio hubo imágenes de personas fallecidas y abandonadas en la vía pública.
-Mira, en el lugar en que yo estaba, que fue Quito, no hubo nada de eso. Hubo sí una ciudad en que algo de prensa amarilla mostraba los cuerpos en las calles y cosas así. Sin embargo, para ser sinceros, nosotros empezamos a entrenar en junio si no me equivoco y ya en julio estábamos compitiendo. Si lo comparas con Chile y Argentina que empezaron en octubre, estábamos bárbaro. También al principio había Toque de Queda hasta las 2 de la tarde y después libre hasta las 9 de la noche. La verdad es que estuvo bastante normal después la vida en Ecuador.
-¿Por qué se fue finalmente de La Calera?
-Para ser sincero, yo iba a seguir acá. Estábamos en la pretemporada y me llamó el técnico de Independiente del Valle. No tenía conocimiento del técnico ni mucho del equipo tampoco, pero me cerraban varias cosas de las que me ofrecía. Lo tomé como un desafío personal y tuve suerte de que me fue mucho mejor de lo que yo esperaba.
-¿No tuvo posibilidades de volver al cuadro calerano?
-Siempre La Calera es un lugar posible para mí. En este caso tenían los cupos completos y mi posición también estaba ocupada. Entonces era difícil insertarme de nuevo ahí.