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Entrevista AS

"En una pizarra escribo mis metas; una de ellas es llegar a un microciclo en la Roja"

Cristian Zavala, de Deportes Melipilla, revela a AS cómo la psicología le ha permitido enfocarse en su carrera. Sueña con la Roja, aunque también reflexiona sobre la vida del futbolista.

Cristian Zavala, de Deportes Melipilla, revela a AS cómo la psicología le ha permitido enfocarse en su carrera. Sueña con la Roja, aunque también reflexiona sobre la vida del futbolista.
RAUL ZAMORA/PHOTOSPORT

La irrupción de Cristian Zavala (21) en Primera División fue meteórica. El polifuncional jugador de Deportes Melipilla llegó a los 'Potros' procedente de Coquimbo Unido, donde logró ganarse un puesto en la recta final del Torneo 2020. Fueron siete partidos en 24 días, suficientes para dejar una buena impresión en el puerto coquimbano y generar el interés de John Armijo, su actual DT.

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"Hasta a mí me sorprende la evolución que he tenido", cuenta a AS Chile.

- ¿Se sentía preparado cuando se le presentó la oportunidad en Coquimbo?
- Sí, sobre todo de la cabeza, porque todo lo empecé a tratar con psicólogo y todas las metas que me había propuesto se empezaron a cumplir. Muy pocos saben que yo trabajo con una pizarra en la que anoto mis metas a corto plazo, que son semanales, y a largo plazo que son mensuales. Me sirvió bastante. Cuando partí a Fernández Vial a préstamo, me puse como meta volver lo antes posible a Primera y así se fue dando.

- ¿Cómo tomó ese préstamo a Fernández Vial?
- Desde el primer día lo vi como una muy buena oportunidad. El poder compartir con compañeros que tienen una trayectoria increíble y que no sé por qué están en la división, sin desmerecer a la categoría. Arturo (Sanhueza) por ejemplo. Como no se ven tantos partidos, no se tiene la noción de la calidad de jugadores que hay en la división. Todo eso me sirvió. En Primera tu controlas y al segundo te cae un rival, pero en Segunda controlas y tienes dos que te van a chocar y te pegan. Anduve bien con el ‘profe’ (Jorge) Garcés, pero después hubo cambio de técnico y se dio la chance de volver a Coquimbo. Ni lo pensé. Cargué al auto y manejé hasta Santiago, paré un día y al siguiente ya estaba en Coquimbo.

-¿En qué momento comenzó a utilizar esa pizarra para destacar sus metas?
- Siento que no aproveché mi primera oportunidad en Coquimbo. Era muy pendejo. Sentía que era un juego y hoy no lo veo así, sino que como una responsabilidad. No era consciente de la presión y de lo que nos jugábamos. Entonces me fui al Vial y dije ‘esta chance la tengo que tomar, sino ya fue no más el fútbol’. Yo subí al primer equipo de Coquimbo y fue todo lindo: ascendimos, fuimos campeones y jugaba por divertirme. Hoy también lo hago, pero teniendo en claro el tema de la competitividad.

- Eso se veía reflejado en la cancha, debido a que fue uno de los jugadores más destacados de Coquimbo en la recta final del torneo pasado, donde incluso terminó siendo el encargado de los balones detenidos…
- Eso es solo autoconfianza. Para mí eso es fundamental. Todas las noches visualizo lo que voy a hacer en el día siguiente. Después me gané la confianza del ‘profe’ (Juan José Ribera) y mis compañeros y lanzaba los tiros de esquina, los tiros libres, que son muy importantes en el juego mismo.

- En Melipilla ha jugado como lateral, carrilero y puntero por ambas bandas. ¿Cómo explica esa polifuncionalidad?
- Autoconfianza otra vez. En Coquimbo debuté como puntero por ambas bandas con ‘Pato’ Graff, ‘Pato’ Almendra me dijo ‘yo quiero que juegues de lateral y vas a brillar en tu carrera en ese puesto’. A Melipilla llegué como lateral derecho, pero el ‘profe’ (John Armijo) me dice ‘quiero que seas volante o puntero’. Y yo nunca pongo problemas. Me focalizo en hacerlo bien. En el último partido recorrí 9.5 kilómetros, pero hice 32 piques a máxima velocidad.

- Y si le dieran a elegir: ¿cuál es su puesto favorito?
- Puntero izquierdo, porque puedo encarar hacia el medio y es más fácil.

El poder de la psicología en su vida y el sueño de llegar a la Roja

Para Cristian Zavala, la psicología ha pasado a tomar un rol primordial en su vida. Lo mueve, le interesa y lo aplica a su profesión. También sorprende la facilidad con la cual se desenvuelve a la hora de hablar del tema.

-¿En qué momento empezó a trabajar el aspecto psicológico?
- Mira, me pasa que si tengo la oportunidad de hablar con un profesional de esa área, yo aprendo. Además no me quedo solo con las sesiones, me gusta ver videos. Pero en Coquimbo hubo uno que me marcó: Abdón Gallardo. Fue de no conocerlo a sentirlo un hermano. Siempre me decía: ‘vas a terminar jugando’. Me lo terminé creyendo y así fue cómo pasó. Me midió en un test la capacidad de estrés que tenía. Empecé con un 75 por ciento de no tener estrés en mi cabeza y en los últimos tres partidos tenía 99%. No tenía ninguna presión antes de jugar.

- ¿Qué le parece que éste aún sea un tema tabú en el ambiente?
- Es muy mal visto. Vas a uno y estás loco, así te ven. Si puedo ayudarle a alguien, lo hago. De todos lados se puede sacar algo positivo.

- ¿Podría revelar qué tiene escrito en este momento en su pizarra?
- A corto plazo ya cumplí los de esta semana, pero a largo plazo, tengo metas a tres meses: seguir consolidándome en Melipilla, mantener fuerte de la cabeza y microciclo de la Selección. Este último lo tengo tachado con una bandera chilena (risas).

-¿Cuánto lo ilusiona llegar a la Roja? ¿Lo ve algo factible en un corto plazo?
- Lo anhelo, es lo que más sueño. Yo soy mucho de ver a los que van citados, entonces si te das cuenta el nivel de Pablo Parra, desde que fue citado, fue un plus. Son espectaculares los partidos que está haciendo.

-¿Siempre fue así de planificado o hubo un cambio desde que llegó la psicología a su vida?
- Siempre fui débil de mente. De hecho pensaba, ‘¿para qué sirve el psicólogo?’ y después, escupiendo al cielo. Necesitaba uno. Me di vuelta la chaqueta cuando me di cuenta que lo estaba haciendo de buena fe. Abdón me dio la confianza de decirle mis cosas y botar todo lo malo. Leí un libro de Daniel Goleman (El líder resonante crea más: El poder de la inteligencia emocional) y me ayudó mucho.

- ¿Qué le parece compartir plantel con Mathias Vidangossy? Ha vivido un renacer futbolístico en el club y también ha dado una lección de vida dado todo lo que le tocó atravesar en su carrera.
- Yo hablo mucho con él, pero en la cancha es otra cosa con él. Si te das cuenta, todos mis pases en el partido con Wanderers son a él (risas). Le tiras una sandía y sabes que la va a controlar. Lo admiro mucho.

- Usted tenía dos goles anteriormente, pero contra Wanderers anotó por primera vez en la máxima categoría. ¿Qué sintió en ese momento?
- Antes del partido, ‘Mathi’ me dijo ‘diviértete y encara’. Cuando hice el gol, iba para la cámara, pero me acordé de esa frase y celebramos juntos.

-¿Siente que el futbolista muchas veces se deja de lado a nivel personal?
- A mí me carga que me traten como futbolista. Si una persona bien y no me conoce, la raja. Cuando me presento a alguien digo: ‘Hola, soy Cristian Zavala’, nada más. Es muy mal visto ser futbolista porque asocian la profesión con ganar plata y eso me carga. Que digan: ‘¿este hueón juega a la pelota? Tiene la vida fácil’ y no es así.

-¿Y cómo se maneja con los comentarios en las redes? Muchas veces son hirientes…
- Me gusta leerlos y eso que en la psicología aconsejan no hacerlo. Hay veces que la gente me ataca y les pregunto por qué lo hacen. A mí quien me escriba en Instagram le respondo y le doy me gusta. Obviamente me puede decir las cosas, pero creo que detrás de una pantalla no es la forma, menos exponiendo a la persona a otras. Ahora soy así, antes respondía en los comentarios. Hablemos las cosas, no nos escribamos poh hueón (risas). El otro día me escribieron porque di mal un pase. Es como que alguien que trabaje escribiendo no ponga un tilde, algo tan mínimo. No me entran balas hoy, eso lo trabajé en base solo a la respiración. Hacerlo tranquilo, tomarse su tiempo.

- ¿Le interesa estudiar la carrera más adelante?
- No, no. A mí me gustan los números. Me gusta Administración de Empresas, pero me quiero concentrar en el fútbol.

-¿Cuáles son sus sueños a largo plazo?
- Consolidarme en Melipilla, pelear por objetivos importantes, no solo pensar en salvar la categoría y jugar en el extranjero. Mi liga favorita es la inglesa porque la veo como el fútbol moderno. Hoy todo es muy físico, algunos no quieren asumirlo, pero es así. Desaparecieron los ‘10’ clásicos y aparecieron los carrileros. También sueño con jugar por el club de mis amores acá en Chile, pero no lo voy a decir porque es mufa (risas).

Sus amigos futbolistas de Colo Colo

Cristian Zavala estuvo en Colo Colo durante su época de juvenil. Allí compartió con varios formados en Macul que hay pelean un puesto en el primer equipo albo.

"Estuve con Carlo Villanueva, con Iván (Morales), ‘Nacho’ Saavedra, Williams Alarcón, Zederick Vega y Misael Llantén, con todos tengo una relación espectacular. Tengo contacto con todos. ¿Si puedo contar alguna anécdota? (risas) No, no. Mi papá es bien amigo del padre de Carlo, pero ellos también tienen historias que no se pueden contar (risas)", dice.

- ¿Qué le parece que varios de ellos ya hayan podido jugar en el primer equipo albo?
- Me dio tanta alegría cuando los vi debutar que sentí que el logro era mío. Nunca me dio envidia ni nada de eso. Le decía a mi papá ‘qué bacán que los chiquillos estén jugando’ y yo solo estaba motivado en tener mi oportunidad.

- ¿Siempre les vio potencial?
- La capacidad que tienen es sobresaliente. Siento que aún están en ese paso en el que estamos todos, de dejar ser juveniles para ser profesionales. Lograr la consolidación.