"Sé que volveré a Chile; me gustaría dirigir a un equipo grande"
A horas de la semifinal con Santos Laguna por la Liga MX, Nicolás Larcamón repasa el momento del Puebla: "Es hermoso. Lo disfruto y lo celebro". Eso sí, no olvida a nuestro país.
Nicolás Larcamón (36) entró en la historia del Puebla. Después de 12 años, el argentino devolvió al club a las semifinales de la Liga MX. "No es que estemos aquí después de haber terminado en el duodécimo puesto de la tabla. Terminamos en el tercer lugar y hemos hecho la segunda mejor campaña en la historia del equipo en torneos cortos. Eso nos genera mucha felicidad", explica el DT franjiazul a As, a horas del trascendental encuentro con Santos Laguna. Al frente habrá dos chilenos: Diego Valdés e Ignacio Jeraldino.
La magnitud de lo hecho por el Puebla llamó la atención de la prensa mexicana, pero fue básicamente por el nombre detrás de la campaña. "Ese desconocimiento que había en mi llegada, y que hoy seamos uno de los animadores de las finales del campeonato, ha generado curiosidad por parte de los medios", relata Larcamón. Su teléfono no ha dejado de recibir mensajes y llamadas. Él, de todos modos, se enfoca en el trabajo. "Hay poco tiempo para pensar en otra cosa que no sea el partido", afirma el ex estratega de Antofagasta, Huachipato y Curicó.
- ¿Cómo proyecta la serie con Santos Laguna?
- Muy disputada, muy cerrada. Son dos equipos que han hecho muy bien las cosas en la fase regular y en la liguilla. Va a ser muy importante. Tenemos que volcar los detalles a nuestro favor y mostrar un buen funcionamiento que también está acompañado de mucha agresividad y concentración.
- Hablando de uno de los dos chilenos del Santos Laguna. ¿Qué le ha parecido el regreso de Diego Valdés tras una lesión?
- Sin lugar a dudas, Diego es uno de los mejores jugadores de la liga. Tiene una jerarquía notable. Es un futbolista que tiene un juego entre líneas muy decisivo, porque filtra, define de media distancia, llega al gol, pisa el área... Termina siendo un jugador muy completo para la función que ocupa. Así que estamos claro a quién enfrentamos.
- Cuando lo oficializaron en Puebla, había muchos comentarios negativos en las redes sociales. Ahora, instalado en semis de Liga MX, ¿qué les podría decir a las personas que no confiaban en usted?
- No creo que tuviera que ver con no confiar, sino más bien era algo vinculado al desconocimiento. No conocían mi trayectoria, mi trabajo, la expresión futbolística de mis equipos. Entonces, era lógico que iba a haber algunas dudas respecto de lo que yo podía hacer. Pero no tengo nada para decir. Simplemente le agradezco a todos los hinchas y a la ciudad de Puebla, que nos ha acogido desde el primer momento que hemos llegado. Nos han tratado de buena manera.
- Sé que es paso a paso, pero... ¿se ve con el título de la Liga MX?
- Me veo haciendo una excelente presentación (con Santos Laguna), logrando un buen resultado y yendo con todo el domingo a poder definir la serie en nuestro favor. Sería soñado poder disputar la final de la liga mexicana.
- Lo saco un poco de Puebla. En estos días se ha conocido que el América busca desprenderse de Nicolás Castillo. ¿Un jugador así encajaría en su sistema?
- Sí, Nicolás es un gran jugador. Más allá de la lesión que lamentablemente le tocó vivir y estar fuera de las canchas, tiene una jerarquía notable. Estoy convencido de que va a recuperar su forma y va a volver a ser el futbolista que supo ser. Ese tipo de jugadores siempre encajan y son funcionales a cualquier idea.
- ¿Siente que haber partido de Chile fue la mejor decisión?
- Estoy muy agradecido de mi paso por Chile. Sé que en algún momento volveré a trabajar, porque es un país que me encanta. Fui muy feliz, y no solo en términos deportivos y profesionales, sino que también en todo lo que representa vivir el día a día en una sociedad como la chilena, que es muy respetuosa, muy seria, muy ordenada. En ese sentido, nunca voy a decir que fue una buena decisión irme. Sí que había que tomar una decisión respecto a mi crecimiento como entrenador, y la tomé. Hoy es un buen momento el que me toca.
- En ese caso, ¿le gustaría dirigir a un equipo grande?
- Sí, me gustaría mucho. Siempre tengo la ilusión de dirigir algún día a uno de los equipos grandes de Santiago. Realmente es como ese sueño que me quedó en Chile y sé que en algún momento se va a dar.
- ¿Algún club en especial de los grandes?
- No. A ver, obviamente que los tres grandes de Santiago son, de igual forma, tentadores. O generan esa ilusión, y sería un desafío hermoso en mi carrera. Pero hablar de un nombre en particular no sería justo. Son tres grandes instituciones y sé que cualquiera de ellas sería un gran desafío para mí.
- Su partida de Curicó Unido fue, a lo menos, sorpresiva. El equipo jugaba de buena forma... ¿Se fue bien del club?
- Sí. Los dirigentes me entendieron, me respaldaron, más allá del costo que conllevaba para ellos mi decisión. El grupo de jugadores supo entender. Quizás algunas personas, que son más hinchas, lo vieron como una decisión en la que yo los dejaba desprotegidos o con menos posibilidades de darle continuidad a la gran campaña que veníamos haciendo. Pero el fútbol es así. Las veces que a los entrenadores toca despedirlos son muchas. Esta vez tocó que yo tome la decisión de afrontar un desafío importante.
- Ahora, el equipo ha decaído con Martín Palermo. ¿Se ha enterado de los resultados?
- Estoy al tanto. Siempre estoy en contacto con muchos de los jugadores del plantel. Estoy muy contento con lo que fue nuestro proceso, porque más allá de lo que fue ese año en pandemia, que nos sigue aquejando, nos tocó el primer impacto fuerte. Estábamos en una tercera posición. Después, cuando retomamos el campeonato, por las dificultades propias de la pandemia, nos costó. Sin embargo, luego volvimos a tomar los lugares de privilegio, en el cuarto puesto. Eso nos contentó mucho, el hacer un paso tan positivo en términos de funcionamiento, resultados. También, muchos jugadores jóvenes encontraron un lugar dentro del primer equipo. Hoy día, quizás, si los resultados no se están dando, siento que hay que tener paciencia. Creo que Martín es un gran entrenador y va a saber llevar adelante al equipo para volver a encontrar ese funcionamiento que supo encontrar con clubes como Unión.
- ¿En dónde le gustaría dirigir después de México?
- No sé si después. Pero siempre percibo el sueño de que quiero dirigir en alguna de las grandes ligas de Europa. Es una ilusión muy grande para mí, y es algo para lo que me preparo día a día. Dios quiera que en algún momento se me pueda dar. Después, indudablemente, agarrar una posible Selección, que tenga como un norte la Copa del Mundo, es un sueño personal. Pero estoy conectado con lo que toca vivir hoy. El momento con Puebla es hermoso. Lo disfruto y lo celebro.
- De cara a la próxima temporada, ¿ha pensado en reforzar a Puebla con algún jugador chileno?
- Sí. Tuve grandes jugadores en el tiempo que dirigí en Chile y siempre son futbolistas en los cuales confío, más allá de que quizás hoy me toca estar en una liga bien competitiva. Sé que algunos de los que he tenido están en condiciones de jugar en estos niveles y siempre son opciones para darle a la dirigencia de turno. Son nombres que no tiene sentido hacerlos públicos. Pero hay futbolistas que supe tener, y que he enfrentado, que son de gran jerarquía en el medio chileno, y sin duda en la liga mexicana podrían tener un gran rendimiento.
- ¿Hay algún futbolista que haya dirigido en su paso por Chile que crea que merezca una oportunidad en la Selección?
- No soy quien tiene que hablar de merecimientos o de quiénes tienen que ser citados. Sí tuve grandísimos jugadores, y que sé que podrían representar muy bien a la Selección.
- Le quería preguntar por Claudio Sepúlveda. Ha sostenido su nivel en el tiempo, pero no lo han convocado...
- Claudio es un jugador bárbaro, sin lugar a dudas. Sé que él lo podría hacer de excelente manera. Ángelo Araos, Pablo Parra, Franco Bechtholdt... No quiero seguir mencionando, porque alguno que otro me quedará afuera, pero he tenido la suerte de dirigir muy buenos jugadores que lo pueden hacer muy bien en la Selección y en cualquier equipo de ligas importantes.