De la Roja al equipo revelación de América: "Es sensacional"
Carlos San Martín fue el preparador de arqueros en la Selección de Claudio Borghi, y ahora hace lo propio en Defensa y Justicia. Es el último monarca de la Copa Sudamericana y la Recopa.
Carlos San Martín (50) no olvida a Chile. El ex preparador de arqueros de la Roja recuerda con cariño su etapa en nuestro país, donde jugó en Audax Italiano y Everton, entre 1999 y 2006. "El trato que tuve fue extraordinario, y solo tengo palabras de agradecimiento. Es más, me permitió terminar de constituir una familia, porque tengo una hija chilena. Los lazos son muy fuertes. Mi hermana también está allá. Fue de visita, y se terminó quedando y casando. La hemos pasado muy bien", cuenta el argentino a AS. Su llegada a la Selección, por cierto, se produjo en el proceso de Claudio Borghi, cuyo final es conocido.
Pero lo cierto es que hoy, San Martín sonríe: entrena porteros en Defensa y Justicia, el vigente campeón de la Copa Sudamericana y la Recopa. En el Halcón de Varela, Sebastián Beccacece es el DT. "Él me ha dado la posibilidad de poder trabajar en el día a día con el equipo, y la dinámica que tiene es buena. Está avalada, también, por la línea que ha mantenido el club respecto a los perfiles de los técnicos. Ojalá que puedan seguir los éxitos", relata el ex futbolista, que igualmente lidera el área formativa de arqueros del equipo trasandino. Allí está desde el 2019. Antes pasó por Gimnasia y Esgrima La Plata, Huracán, Tigre y Boca Juniors, entre otros elencos.
- ¿Cómo ha vivido el éxito que Defensa y Justicia ha tenido en el último tiempo?
- Con alegría y mucha emoción y satisfacción. Pasé por el club en el año 96 como jugador, y de ahí me fui a Chile. Después me tocó volver. Lo que creció el club ha sido extraordinario en resultados deportivos, pero también en infraestructura. Yo estaba en el logro de la Sudamericana, pero no en el primer equipo. En la Recopa sí participé del día a día con mucha emoción y disfrutándolo mucho, porque es la consecuencia de una política que se ha mantenido en el tiempo. Me parece que lo importante acá es la línea que se ha elegido, de mantener la idea futbolística, más allá de los técnicos que puedan ir pasando. En estos últimos años, el club también se ha basado mucho en el tema formativo, de tratar de hacer llegar juveniles al primer equipo, y se ha cumplido. Hay que seguir creciendo. Esa es la mentalidad.
- Son dos títulos internacionales en muy poco tiempo. ¿Cuáles son las claves para que un club logre consolidarse en ese terreno?
- Yo creo que consolidando buenas bases. Lo que tiene que ver con el orden, con tener una coherencia cuando se elige un entrenador, los jugadores. El jugador que llega a Defensa viene de clubes donde tal vez no tuvo muchas oportunidades o no han resaltado. En Defensa encuentra un contexto que le permite desarrollarse y elevar el rendimiento. No es que llegan a Defensa y aprender a jugar y salen campeones. Yo creo que el jugador que llega se encuentra con un club, primero que todo, con tranquilidad. No va a tener problemas extrafutbolísticos, por decirlo de alguna forma. Van a estar cómodos, no van a tener problemas de cobros, de falta de materiales o de infraestructura. Esa tranquilidad va a permitir elevar el rendimiento individual, y a partir de eso se potencia lo colectivo. Es esa la clave. No es un receta mágica, pero tienes muchas posibilidades de que te vaya bien y que puedas ir cumpliendo objetivos. El club se consolidó en la Primera, donde peleó los campeonatos, y después también fue creciendo a nivel internacional. Las primeras veces que le tocó jugar, agarró experiencia, fue conociendo, y eso después se transformó en lograr resultados. Para el club es algo sensacional, histórico.
- ¿Ve a Defensa como un modelo a seguir en Sudamérica?
- No sé si podría ser tan absoluto, pero sí es un club con una política que está avalada en resultados. Diferentes equipos del fútbol argentino también se han mantenido, y a la larga han tenido resultados. Defensa está en pleno crecimiento, y eso le ha dado la posibilidad de obtener logros deportivos.
- Los equipos chilenos podrían seguir esa base, ¿no?
- Seguramente... Todos los contextos son diferentes. Sería un poco irrespetuoso ponerme a hablar de la política de los clubes de Chile cuando ya hace un par de años que estoy alejado. Pero teniendo un orden, y manteniéndolo en el tiempo, arrancas con un paso adelante para que todo lo demás empiece a funcionar lentamente.
- Ahora viene Flamengo en Copa Libertadores. ¿Cómo ve ese desafío?
- Difícil. Pero habrá que disfrutarlo y prepararse bien para poder pasar la fase.
- ¿Qué recuerdos tiene de su ciclo en la Selección?
- Fue un momento de gran aprendizaje, una experiencia inolvidable, más allá de que el proceso tuvo que terminar. Nos hubiese encantado poder terminarlo con la clasificación al Mundial. Lamentablemente no se pudo dar, y queda ese sabor amargo.
- ¿Qué cree que les faltó?
- No sé si faltó algo. Las cosas se dan. En un momento llegamos a estar primeros en esas Eliminatorias. Después, por diferentes circunstancias, no pudimos sostenerlo. Se habían logrado puntos importantes en escenarios complicados.