Fracturas, sacrificios y sueños: la otra Roja que pelea en Río de Janeiro
Separados por 13 kilómetros, dos selecciones chilenas compiten en Brasil. Con las mismas exigencias: una burbuja sanitaria y exámenes PCR cada 48 horas.
"Vamos Chile", se escucha en el Parque Olímpico de Río de Janeiro, situado en Barra da Tijuca. Hay goles, gritos, celebraciones e instrucciones desde la banca. No es la Roja de Martín Lasarte, es la selección chilena de Eduardo Medalla. En paralelo a la Copa América, Conmebol organiza otra competencia en Brasil: las Eliminatorias para el Mundial de fútbol playa. Misma camiseta chilena y misma condiciones: una burbuja sanitaria y test PCR cada dos días.
En la otra Roja hay una mixtura de jóvenes y experimentados. Tal como ocurre con la escuadra de Lasarte. Uno de los líderes también es el arquero: Pablo Rodríguez, un futbolista que pasó por las categorías inferiores de Everton y que incluso llegó a jugar en Mejillones, de Tercera División: "Después me dediqué a estudiar preparación física y ahora tengo una escuela de arqueros en Iquique. Me desempeño en eso, mientras formo parte de la Selección", cuenta.
AS llegó a acompañarlos en el último partido del grupo. El rival, para definir el tercer lugar, era Argentina. Entre delegaciones, jueces y organizadores, el recinto tenía alrededor de 60 personas presentes. El ambiente del juego era tan intenso como en la Copa América. O al menos, así se sentía por la cercanía de los espacios interiores. "Muchachos, no se queden mirando", insistían en el cuerpo técnico.
La 'albiceleste' ganaba por la cuenta mínima, y Chile sufrió un segundo golpe: Héctor Tobar se retiró por una fractura en los dedos del pie derecho. Lo trasladaron en una camilla. Era la cuarta baja de la Roja. De las anteriores, una fue por acumulación de amarillas, otra por un desgarro y la más compleja, por una fractura nasal. Sebastián Bolívar fue el damnificado un día antes, en el encuentro ante Colombia.
"Un jugador me impactó con el antebrazo directamente en la nariz. Yo iba corriendo y eso provocó que el golpe fuera más fuerte. Tuve una triple fractura nasal y están comprometidas las dos paredes, más el tabique. El doctor me enderezó la nariz. Hoy quería jugar, pero lamentablemente no pudimos conseguir una máscara ortopédica. En Chile me voy a tener que operar", relata Bolívar, quien jugó con Deportes Iquique en el fútbol profesional. También pasó por Colchagua y Mejillones. Se retiró en 2014.
Mientras Rodríguez brillaba en el arco y en la organización desinfectaban el palco de manera constante, Javier Aguilera se despachó un golazo que empató el marcador. El atacante, que provocó la alegría de los chilenos, celebraba por sexta vez en esta competencia. "Entreno desde los ocho años y estoy muy contento por representar a mi país. Esto me hace feliz. Hay que seguir dándole y entrenar para seguir mejorando", dice el jugador de 26 años.
"No nos durmamos", gritaban en la cancha, a falta de pocos minutos para el final. Pese a que la Selección dominó ampliamente el desenlace (incluido en los tres minutos extras), y que estuvo cerca de anotar a través de Ariel Peso, el marcador terminó igualado. El tercer puesto se definió en penales. "Tenemos mejor arquero", avisaba Medalla. Argentina fue más certero y anotó los tres tantos. Chile falló el último y se fue con una derrota.
Rodríguez, con un poco de tristeza, reflexionó: "Nos ha costado mucho llegar acá. Mucho sacrificio. Teníamos la ilusión de clasificar, pero nos vamos tranquilos". Mientras esperaban el bus para partir, Bolívar complementó: "Cuando chico y uno quiere ser futbolista, el mayor sueño es jugar en la Selección. El fútbol me está dando esta oportunidad y estoy orgulloso. Le quiero agradecer a la gente anónima que nos apoya. Como Osvaldo Malla, el jefe del área de la empresa donde trabajo, porque me consiguió el permiso para que yo viniera a defender a Chile".
Su hotel, el Américas Barras, está ubicado a 13 kilómetros del Windsor Barra, donde hospeda la Roja de Lasarte: "Es primera vez que nos topamos con la adulta. Es curioso (ríe). No lo hemos dimensionado tanto por esta burbuja. No pudimos entrenar lo que quisiéramos. Tenemos restricciones hasta en el hotel, pero sabemos que los otros jugadores están cerca y nos estamos apoyando", explica Medalla. Aguilera, el goleador, lanza una propuesta: "Sería bueno juntar a las dos Selecciones"
El sábado, un día después del duelo entre Chile y Brasil por Copa América, la otra Roja luchará por el séptimo lugar de las Eliminatorias. "Nosotros no somos tan conocidos como ellos, pero queremos que así sea. Necesitamos crecer y entusiasmar a más ciudades del país a que practiquen este deporte", afirman. El sueño del Mundial quedó en el olvido y ahora van por objetivos muy diferentes.