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HUERTA

Las mochilas que carga Garin

"Garin desde chico empezó a convivir con los "ah, este ya no fue" "nunca va a ser como González o Massú" "el 'Chino' fue 1 a los 22..."

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Garin desde chico empezó a convivir con los "ah, este ya no fue" "nunca va a ser como González o Massú" "el 'Chino' fue 1 a los 22..."
NEIL HALLEFE

Fue lindo ver a Cristian Garin en la cancha central de Wimbledon, pero la realidad dice que Novak Djokovic no tuvo problemas para vencerlo en tres sets y aun cuando el serbio jugó, con suerte, a media máquina. Eso fue suficiente para dejar en claro que las diferencias entre ambos son abismales. Pero ese no es el tema principal de esta columna. 

Garin es el 20 del mundo, ha ganado cinco títulos ATP y ha cosechado un buen prize money durante los últimos años en los que se asentó en el Tour. Una persona común y corriente podría pensar que aquello ya es suficiente para definirlo como una gran carrera, pero estoy convencido que para él no. Y muchísimo tiene que ver la presión y el maltrato externo que ha sufrido. Porque Cristian Garin carga dos mochilas muy pesadas.

La primera se remonta a su adolescencia. Puede sonar exagerado quizás, pero a lo mejor el último partido que Garin jugó sin presión fue aquella derrota contra Jeremy Chardy en Viña 2013. ¿Por qué? Porque era un desconocido para la mayoría del seguidor casual de tenis. Tenía 16 años y era el 920 del mundo, pero se dio el lujo de ganar su primer partido ATP, como local, y ante Dusan Lajovic que en ese momento era 166 del mundo. Entonces todo fue lindo esa semana, pero el problema vino después.

El retiro de Fernando González y Nicolás Massú nos dolió, nos sacó del mapa tenístico. Lo que teníamos todas las semanas en el Tour ya no estaba. Y eso pasó durante muchos años. Entonces, ver a Garin, ganando con 16 años nos ilusionó. Pero dejamos de lado que era un adolescente jugando al tenis. Y más aún, que era sudamericano, al que de por sí le toma un tiempo más largo su proceso de maduración.

Ese torneo de Viña 2013 nos hizo mal. Porque, en el análisis simplista de siempre en nuestro país, creemos que las cosas son siempre 1+1=2 y no siempre es así. No porque le ganara a un tipo casi que estaba 754 puestos más arriba que él, significaría que se metería arriba de inmediato. No es Rafa Nadal. Si el análisis fuera tan sencillo y básico, la segunda ronda que González perdió ante Novak Djokovic en Roland Garros 2006, tendría que ser calificada como un papelón porque 'Nole' era 63 del orbe. Pero todos sabían que el europeo era un talento especial. Hoy el serbio está a nada de convertirse en el mejor de la historia. El ranking también miente a veces. 

¿A qué quiero llegar con esto? Que Garin desde chico empezó a convivir con los "ah, este ya no fue", "nunca va a ser como González o Massú" o "el 'Chino' fue 1 a los 22". Y esa fue la primera mochila que empezó a cargar desde adolescente. Y lo hizo, por ganar un partido ATP. Le fue comiendo la mente.

Y la culpa también es nuestra. Porque yo en algún momento también lo pensé y me arrepiento. Casi 10 años más tarde, miro las cosas desde otra perspectiva y creo que me equivoqué, a pesar que varias veces no he estado de acuerdo con sus decisiones. Por ejemplo, que juegue pocos torneos. Sin embargo, hoy valoro que Garin sea 20 del mundo, tenga cinco títulos ATP y se enfrente al 1 y 2 del mundo en Grand Slams seguidos.

Eso sí, también quiero que sea más competitivo en los torneos grandes, porque varios de los cuadros en los que ganó trofeos, eran accesibles. De Múnich 2019 no tengo nada que decir. Le ganó a Diego Schwartzman, Alexander Zverev y Matteo Berrettini en la misma semana.

Voy a ser sincero: Garin no me genera lo mismo que González y Massú. No siempre madrugo para ver los partidos en vivo. Pero, ¿es culpa de él que yo sienta eso? En lo absoluto. Él hace su carrera y punto. Se refugia en la gente que lo quiere y sigue adelante. Pero obvio que le afectan las cosas de afuera. Quizás no le importe ser querido como los ídolos del país, pero sí le importe no ser odiado. Y acá es donde aparece la segunda mochila: su renuncia a los Juegos Olímpicos.

No estoy para nada de acuerdo en la forma en que informó su deserción de Tokio. Quiero creer que tiene asesores comunicacionales y estos no cumplieron con su trabajo como correspondía dejando expuesto al propio jugador a la crítica y al maltrato. Incluso hasta su novia recibió insultos de todo tipo. ¡Su novia!

Fue una espiral de odio interminable y estoy seguro que aún le duele y lo presiona. Sabe que hay muchos que lo quieren ver en el suelo y se nota que tiene una presión extra. Hoy sufrió el partido contra Djokovic. No podía soltarse, su lenguaje corporal dejaba en claro que estaba tenso. ¿Por qué? Porque seguramente pensó en no perder por mucho y así evitar las burlas. ¿Se imaginan el festín de los haters si perdía triple 6-1?

Así como creo que Garin equivocó la forma en comunicar que no iba a las Olimpiadas, también creo que solo nosotros, los sudamericanos -y quizás en alguno que otro país-, vemos los Juegos Olímpicos como lo más importante de la vida a nivel deportivo. Y más en Chile con la proeza de Nicolás Massú y Fernando González en Atenas 2004 y el propio 'Gonzo' en Beijing 2008. En otras partes del mundo, que los tenistas se bajen por privilegiar sus carreras, más aún en el contexto sanitario actual, no significa tener que convivir de lleno con el castigo de la opinión pública. Bajo otro escenario, no tengo dudas que Garin iba a Tokio. Ahora tomó un decisión diferente, que no comparto, pero respeto. 

En conversación con Séptimo Game, Novak Djokovic, Denis Shapovalov y Nick Kyrgios, tres estrellas mundiales del circuito, lo defendieron. Y no podemos decir que son palabras de buena crianza por parte de ellos, sobre todo del australiano, que si tiene que lanzar dardos, a quien sea, lo hace. Lo defendieron porque también han sentido el abuso, no por lo mismo, pero el odio en las redes lo padecen.

Kyrgios fue claro. "Alguna gente en redes sociales... son idiotas, realmente. Todos creen que tienen una voz, y eso es malo, porque puede afectar la salud mental de algunas personas. He visto sus resultados, y Garin lo ha hecho muy bien, y Chile tampoco ha sacado a muchos jugadores últimamente. Que le digan esas cosas a alguien que está en la segunda semana de Wimbledon es ridículo". Y francamente, no puedo estar más de acuerdo.

Ojo. Si hubiese estado en la misma posición que Garin, yo hubiera asistido a Japón. En su carta abierta, 'Gago' escribió: "seguiré esforzándome, entrenando duro y sin duda que Paris 2024 será un gran objetivo en mi carrera". Ojalá pueda llegar sano a ese momento y así cumplir con dicho reto. Porque de lo contrario, perfectamente puede significar algo pendiente en su carrera. Pero, ¿y si no quiere ir? ¿Está obligado de hacerlo?

Garin dijo que en cada torneo que participa representa a nuestro país y tiene razón. Pero muchos no lo entienden o no lo quieren entender. Incluso, meten al baile a Tomás Barrios. En las últimas semanas, leí innumerables elogios al chillanejo por pasar la qualy de Wimbledon, pero la gran mayoría, tenían un palito para el 1 de Chile.

"No como el pecho frío de Garin". Justamente atacan a un jugador que pasó dos qualies en Wimbledon y, que ahora llegó a octavos, mismo resultado que en Roland Garros hace un mes. ¿De qué estamos hablando?

Sinceramente, creo que Garin no va a poder sacarse esas mochilas nunca. Y jamás debió cargarlas. En un país como el nuestro, capaz que ni ganando un Masters 1000 o un Grand Slam tape su "falta de patriotismo" por no ir a Tokio. Eso no es culpa de él, pero es muy probable que la sienta. Es el mundo al revés.