Bastián Yáñez (20) ha recuperado la sonrisa. Después de un 2020 donde vivió más bajos que altos, el extremo se ha vuelto importante en Unión Española. Sin ir más lejos, el zurdo registra un gol y tres asistencias en los últimos tres duelos por el Torneo Nacional. "Lloraba cuando no me citaban" , recuerda para AS. Una etapa que el joven pudo superar gracias al respaldo de su círculo cercano. "Ahí estuvo mi famila, mi novia, mis tíos, mi abuelos, para que siguiera, porque yo quería irme, quería tomar otro aire. Me sentía bajoneado", dice el jugador. Pero no habla del retiro. Él solo quería escapar de la situación. "Eran momentos difíciles", reconoce.
El sueño que inició a los ocho años, producto de una prueba que su padre consiguió en el club hispano, no podía concluir así. Por ello, Yáñez se repuso: "Seguí entrenando con la misma convicción, con las mismas ganas , y sabía que en cualquier momento iba a llegar mi oportunidad, y la tenía que aprovechar". Los hinchas de Unión también lo animaron. "Eso igual lo motiva a uno para seguir luchando día a día", afirma el renquino, quien, de niño, miraba cómo entrenaban los más grandes en Santa Laura. Lo hacía con la ilusión de seguir el mismo camino: "Lo veía como una meta lejana, y ahora que lo estoy viviendo es algo muy lindo".
- ¿Cómo describe su momento en Unión Española? - Lo vivo de muy buena manera. Siento que le he respondido al profe, con la confianza que él me ha dado desde que llegó. Entonces, espero seguir así, sumando para el equipo, la mayor cantidad de asistencias o goles posibles para ayudar.
- En las redes sociales, la gente ya destaca sus actuaciones. ¿Qué le genera ese respaldo? - Siempre he recibido buenos comentarios, sobre todo de los hinchas, que son lo que más respaldan a los jugadores. Sobre todo, a los canteranos. Me escriben mensajes, o cuando no estaba citado también me hablaban.
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MARCELO HERNANDEZ PHOTOSPORT - Hace un mes, usted marcó su primer gol en el profesionalismo, en la Copa Chile. ¿Qué sintió? ¿Qué se le vino a la cabeza? - Fue un desahogo tremendo. Creo que de hace mucho tiempo lo venía buscando. Sentía que estaba cerca. Ese gol, obviamente, a uno le sube al ánimo, le da confianza.
- ¿Siente que Unión puede pelear el torneo? - Obviamente tenemos buen equipo, sabemos que podemos estar más arriba. Nosotros queremos salir campeones. Esa es la mentalidad de todo el plantel. Ahora tenemos dos copas, el Torneo Nacional y la Copa Chile. Entonces, vamos con la convicción de ganar, de ir paso a paso, tranquilos. No queremos pensar en grande todavía, porque quedo mucho campeonato todavía. Pero la idea es salir campeón y poder darle una alegría a la hinchada.
- ¿Qué ha cambiado con César Bravo? - Mucho. He sentido más la confianza. Creo que he vuelto a ser yo mismo. Era algo que se me había ido, de las series menores, y creo que él igual me ha ayudado mucho. El cuerpo técnico, en general. Son todos de casa y me conocen desde muy chico. Sabían lo que podía dar, pero había bajado mucho el rendimiento, por cosas personales, por cosas en las que yo no estaba de acuerdo.
- ¿Cómo qué cosas? - Parte del fútbol. Algunas veces no me daban tantas ganas de ir a entrenar. Sentía que iba por cumplir. No sentía que iba porque era algo que quería pelear día a día. Por más que entrenaba bien o entrenaba doble, no me iban a citar. Entonces, iba con esa condición todos los días. Pero ahora es diferente. El profe me ha ayudado mucho en todo eso.
- ¿Y qué ha cambiado a nivel grupal, respecto al último cuerpo técnico? - Siento que ahora estamos más unidos. Ahora somos una familia. El equipo se ve más unido, dentro y fuera de la cancha. (César Bravo) Nos ha entregado la confianza, nos deja jugar libres. Obviamente nos da indicaciones, pero nos deja hacer las cosas que nosotros queramos de mitad hacia adelante, pero con responsabilidad. Siento que ha ayudado mucho en eso.
- ¿El ambiente era tenso con Jorge Pellicer? - Sí, era muy tenso. Obviamente cuando un equipo pierde muchos partidos, viene con esa mentalidad baja, de no querer más, pero siempre cada jugador va a estar agradecido de cada técnico que pasa por la institución.
- Usted debutó en Unión el 2018, pero recién ahora ha explotado. ¿Cuánto ha trabajado para ser titular? - Martín Palermo me hizo debutar. Alcancé a jugar dos partidos con él. Pero siento que es el trabajo del día a día, de entrenar. Después, entrenar en la casa, salir a correr, mañana y tarde. Ahora me lo he tomado más en serio. Cuando un técnico te da la confianza, un jugador se siente más cómodo, más feliz en la cancha, y puede hacer las cosas que uno está acostumbrado a hacer en las series menores.
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ANDRES PINA PHOTOSPORT - ¿Qué ha resignado en el camino a ser futbolista profesional? - Ha sido complicado. Uno igual pierde muchos cumpleaños, muchas salidas con la familia, y cuesta poder llegar a ser jugador profesional. No es fácil. Uno cree que es ir, jugar y hacerlo bien. Pero hay que aguantarse muchas cosas: levantarse temprano, acostarse temprano, cuidar la alimentación. Y es difícil. Es una vida atrás que poca gente conoce.
- ¿El fútbol siempre fue su prioridad o tenía un plan B, en caso de que no se le diera? - Yo siempre decía que para los estudios no servía (ríe). Siempre era el fútbol, desde chico. Era eso o nada.
- Me comentaba que la ruta al profesionalismo ha sido dura... - Sí, demasiado. Desde ir a entrenar en bus, micro, todos los días, desde el colegio. Llegar a la casa a las 8 y al otro día levantarse temprano para hacer nuevamente la misma rutina. Entonces, era complicado. Fue un momento difícil, pero cuando uno quiere algo, y lo ve tan cerca, se esfuerza el doble.
- También ha estado en las series menores de la Roja, ¿no? - Sí. Fui sparring cuando tenía 15 años y después fui a un microciclo de la Sub 20.
- Me imagino que ahora, con su buen momento, se ilusiona con seguir siendo citado... - Sí, obvio. Uno trabaja para eso. Ahora estoy enfocado en hacer las cosas bien en Unión Española. Quiero ir mejorando partido a partido. Pero obviamente si viene una oportunidad de la Roja, sería feliz. Representar al país sería lo más lindo.
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- ¿Quién es su referente en el fútbol? - El que más me gustaba era Douglas Costa. Siempre iba para adelante, encaraba al que se le cruzaba. Era mi tipo de jugador.
- ¿Y cuáles son sus sueños en el fútbol? - A corto plazo, mi sueño es poder salir campeón con Unión Española. Sería algo muy lindo para toda mi familia, para la hinchada. Y después, a largo plazo, jugar en Europa. Cualquier jugador sueña con jugar allá. Ahora me quiero enfocar en Unión, en hacer las cosas bien, y poder salir campeón con este equipo, que sería algo lindo.