Brereton y Mora extienden el gran trauma de la Roja de Lasarte
La presentación de la Selección ante Perú fue pobre. Así quedo reflejado, en parte, en el escaso protagonismo de los centrodelanteros. No hubo generación de fútbol, y eso preocupa. Otra vez.
La presentación de la Selección en Perú fue pobre y así quedó reflejado, en parte, en el escaso protagonismo que tuvieron los centrodelanteros: Ben Brereton y Felipe Mora. Ambos venían de un gran presente en sus equipos y eso esperanzaba a los hinchas de la Roja. Sin embargo, los dos jugadores no pudieron trascender en el juego. Pero seamos claros: no fue culpa de ellos.
Todo obedece a la nula generación de fútbol. Alexis asumió ese rol y reprobó. Al tocopillano se le notó mucho su inactividad en Italia, y prueba de ello fue que en el complemento casi siempre terminó perdiendo el balón. No estaba claro. Charles Aránguiz, por su parte, también intentó crear. En medio de pocas opciones, quería dar una mano. No obstante, las molestias físicas lo condenaron.
Ahora bien, ¿cómo fue el partido de Brereton y Mora? El primero de ellos exhibió mucho sacrificio. A raíz de los pocos balones que recibió con comodidad, lo que le quedó fue luchar con los centrales de Perú. Corrió de lado a lado, pero jamás se cansó de dar batalla. Incluso, en más de una oportunidad levantó las manos y aplaudió la intención de sus compañeros. Tenía ganas.
En el complemento, producto del ingreso de Felipe Mora, Brereton se ubicó de extremo. Primero partió por la izquierda, pero Advíncula supo neutralizarlo. Con el paso de los minutos, el hombre del Blackburn Rovers pasó a la derecha. Sin embargo, tampoco le resultó. Allí, el agotamiento se le notó y Lasarte lo sacó de la cancha. Se marchó sin una pelota clara para poder encarar.
Mora, en tanto, prácticamente pasó desapercibido. En 45 minutos, según Sofascore, el ariete del Portland Timbers tocó la pelota en apenas nueve oportunidades. Lo más insólito fue que, en un momento, el futbolista debió retroceder hasta casi el área propia para conectar con el balón. No le llegaron centros. Tampoco pases a las espaldas de los zagueros rivales. Nada.