El sello de las dos grandes amenazas de Colo Colo y la UC
Audax y La Calera son los escoltas de Colo Colo y la UC en la tabla. Con estilos de juego distintos, pero altamente productivos, buscar dar pelea.
El Campeonato Nacional entra su recta final y la disputa por el título parece ser un mano a mano entre Colo Colo y Universidad Católica. Sin embargo, dos equipos no se han bajado de esa pelea.
Audax Italiano y Unión La Calera dieron una muestra de cáracter en la última jornada, y demostraron que su expectante ubicación en la tabla no es casualidad. Detrás hay un eficaz forma de juego que los mantiene como protagonistas.
Equipo complicado
La campaña de los itálicos ha sido una gran sorpresa. Con un plantel armado para no revivir las zozobras con el descenso del año pasado, el cuadro dirigido por Pablo 'Vitamina' Sánchez no cede y se mantiene a corta distancia del liderato, aunque de los cuatro elencos es el único con un partido más (29). Todo es producto de una forma de juego sin grandes brillos ni tampoco aspiracional estéticamente hablando, pero sí funcional a las cualidades de sus jugadores.
En el plano ofensivo, es un conjunto de ataques moderados y altamente eficientes. Sus llegadas no son numerosas pero, en la mayoría de las ocasiones, implican peligro para el rival. Los principales agentes ofensivos, Joaquín Montecinos y Michael Fuentes, actúan por las puntas, entregando permanente profundidad por ambos sectores de la cancha.
Ahora último se les agregó Lautaro Palacios y el ataque de los floridanos se tornó más productivo. El ariete argentino pasa por su mejor momento en Audax y asumió a cabalidad el rol de reemplazante natural de Rodrigo Holgado, quien emigró a Gimnasia y Esgrima de La Plata, en Argentina. Palacios es un delantero fuerte y con una velocidad lanzada desequilibrante. A ello le agrega su movilidad constante, lo que resulta clave en los ataques rápidos cuando el equipo retrocede y, tras recuperar el balón, intenta contraatacar.
Las posesiones de los floridanos son acotadas con énfasis en la verticalidad y en las maniobras de profundidad ofensiva. Junto a Melipilla y Santiago Wanderers, es el equipo con menos tenencia de balón del torneo, lo que refrenda que precisa poco tiempo en la construcción de juego para generar peligro. Sus llegadas son mediante acciones de contraataque y también a través de ataques directos por presión en campo contrario.
Durante la fase defensiva, el sello de Audax es un bloque de presión que oscila con facilidad en las tres alturas del terreno de juego (zonas alta, media y baja). Sin embargo, suele imponerse la estrategia de recuperación en el sector medio con el objetivo de no iniciar los ataques veloces lejos de la portería rival. Esto le permite sacar máximo provecho a la profundidad que brindan Fuentes, Montecinos y Palacios en medio de la amplitud posicional desplegada por el cuadro oponente en su intento por darle continuidad a la circulación del balón.
Otro estilo
Lo de La Calera es distinto. Los dirigidos por Francisco 'Paqui' Meneghini intentan desplegar contenidos de juego más vinculados con la estética del fútbol. Una filosofía que tiene su base en el poderío del plantel cementero. Puesto por puesto y línea por línea, el elenco de la Región de Valparaíso exhibe un grupo de jugadores con mayor nombre y trayectoria.
Los caleranos apuestan por el juego asociado y a ras de piso en sus intentos por llegar al arco contrario. Es casi una máxima en Meneghini, lo que en instantes ha significado poner en riesgo la propia portería, a raíz de la instrucción de salir jugando siempre desde el fondo. Sobre todo a partir de la propia área de meta, a través del inicio del juego del arquero Alexis Martin.
La tónica de la segunda etapa del DT en La Calera ha estado marcada también por su innovación en ofensiva con una dupla de ataque en lugar de un tridente (dos punteros y un centrodelantero). Esto en ocasiones, le permitió al estratega organizar un "rombo" posicional en la mitad de la cancha con cuatro volantes.
Sin embargo, últimamente parece haberse decantado por la presencia de dos carrileros, interactuando con un trío de volantes (un mediocampista central, otro mixto y un mediapunta). Con este formato, La Calera ganó en amplitud en el sector medio, agilizando el manejo del balón y la construcción de las maniobras ofensivas, con Jeisson Vargas, de gran temporada hasta el momento, como eje de la acciones.
El actual sistema de juego 1-3-5-2 de los cementeros ha tenido el mérito también de entregar la seguridad defensiva clave para aspirar a los primeros lugares. Velozmente, se transforma en una organización 1-5-2-1-3. compacta, densa y con poco espacio en las zonas interlíneas. Se trata de la conformación de un bloque de presión dinámico que, en la etapa inmediata tras perder el balón, prioriza la recuperación pronta. No obstante, si esto no acontece, evoluciona hacia una sector retrasado a la espera del avance rival.