Martín Ormeño (22) fue uno de los héroes de Deportes Recoleta ante San Antonio Unido. En el Lucio Fariña de Quillota, el lateral derecho anotó el 2-1 y, con ello, su escuadra se consagró campeona de Segunda División y obtuvo un espacio en la categoría de plata del fútbol chileno. "Fue el sueño del pibe. Cuando chico, uno siempre se imagina haciendo un gol a estadio lleno" , cuenta el joven a AS.
Detrás suyo, Martín tiene una familia futbolera. Su padre es Raúl Ormeño, monarca de América con Colo Colo en 1991, y su hermano es Álvaro , quien consiguió un bicampeonato junto al Cacique. "Hicieron carreras espectaculares, son mis dos ídolos en el fútbol, pero mi motivación es ser el mejor de los tres" , dice el futbolista de Deportes Recoleta, quien, de hecho, se formó en el Monumental.
Ahora, Martín Ormeño sonríe y luce atrevido. Sin embargo, antes debió pasarla muy mal. Esta es su historia.
- ¿Cómo fueron las horas posteriores al ascenso de Deportes Recoleta? - Las primeras 48 fueron de felicidad, celebrando. Recibí mensajes como loco para felicitarme por el gol, por el ascenso. De la gente del barrio donde me crié, de mis familiares, de los amigos de mi hermano (Álvaro)... Fue una cosa de locos, pero el sentimiento fue súper lindo. No hay palabras.
- ¿Qué significó para usted el gol que le anotó a San Antonio? - En el momento fue felicidad. Se me vinieron un montón de situaciones a la mente. El esfuerzo, todo lo que he pasado dentro y fuera de la cancha. Todo el sacrificio quedó demostrado en un campeonato, en una jugada, en un gol.
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Ormeño, en la jugada de su gol ante San Antonio. - ¿Recordó algún momento duro? - Sí. Muchos que han sido extrafutbolísticos que me han trabado. Son obstáculos de la vida. También recordé a mi abuelo, a mi familia que ya no está en este mundo. Mi abuelo era fanático del fútbol, y uno piensa en ellos, en cómo se habrían sentido.
- ¿Cuáles fueron los obstáculos de los que me hablaba? - A los 17 años, estando en Colo Colo, estuve a punto de morir por una infección a la sangre. Lo otro fue que el año pasado, a mí y a mi hermano mayor (Álvaro) nos asaltaron. Nos hicieron una encerrona, me pegaron un palo en la cabeza y me dejaron grave. Después logré recuperarme de este golpe en la cabeza, pero en la primera fecha del torneo, minuto 60, me fracturé el brazo y me perdí toda la primera rueda. Siempre pasaba algo...
- ¿A qué se debió su problema con la sangre? - Una pequeña bacteria que todos tenemos en el cuerpo entró por una herida y se me alojó en la pelvis. Eso me trajo a un cuadro súper agresivo de fiebre. En tres o cuatro horas tuve que irme a urgencia o sino no la contaba.
- ¿Cómo se trató este inconveniente? - Una noche la pasé muy feo. No podía dormir ni caminar. En ese entonces, estaba en Colo Colo, en plena pretemporada en mi primer año de juvenil, y un día llegó un doctor del club (Luis Maya) a revisarme e hizo todo lo posible para que me ingresaran rápido a la Clínica Meds. No se pudo operar y estuve seis meses parado. Como la vejiga estaba ahí, era muy difícil operar o hacer punción para sacar la bacteria que estaba alojada. Así que todo fue con trabajo de antibióticos a la vena. Estuve prácticamente un mes hospitalizado en la Meds y en mi casa.
- Volvamos a Recoleta. ¿Cuál cree que fue la gran clave de esta campaña? - El grupo, los profes. Siempre trabajando bien, preocupándose al máximo de todos los detalles. Nada quedaba al azar. Todos los partidos los trabajábamos y nos preocupábamos de nosotros y del rival de turno. En el plantel también hubo una lucha a muerte, pero sana.
- ¿Y cómo evalúa su nivel? - Bueno. Ha sido uno de mis mejores años desde que estoy jugando como profesional. He hecho goles, algo que no me había tocado. Es por el cuerpo técnico, que no te deja tranquilo y te está apurando para sacar tu 100 por ciento.
- ¿Ha recibido algún consejo de Raúl, su padre, o de Álvaro, su hermano? - Desde chico que mi viejo y mi hermano me han apoyado. Me han dicho las cosas como son, porque ya pasaron por eso. Y siempre hay consejos... Que me cuide, que descanse lo que más pueda, que coma bien, que me dedique a jugar, que no pelee, que no pegue patadas. Imagínate... Ellos diciéndome eso (ríe), pero porque saben que puedo dar otras cosas.
- ¿Sacó algo de su papá o de Álvaro? - Cada uno tiene su forma de jugar, pero puede ser que el temperamento. Tengo personalidad, voy a tope, me enojo...
- ¿Se siente con un poco de presión por tener a Raúl y Álvaro detrás suyo? - No. Lo veo como una motivación, por la carrera que mi hermano hizo en Colo Colo, en la Selección, en Argentina, y mi viejo estuvo toda su vida en Colo Colo y en la Roja.
- ¿Qué espera de su carrera? - Ir paso a paso. Obviamente tengo muchos sueños. Quiero volver a Colo Colo, donde soy hincha, jugar y salir campeón. También quiero jugar en el extranjero y en la Selección... Hoy ya dimos un pasito hacia adelante (el ascenso) y estoy viviendo el momento, esperando lo mejor.
- ¿Por qué no siguió en Colo Colo? - En el momento que decidí salir, en mi puesto habían muchas jugadores. Estaba Fierro, Opazo, Campos, Berríos, que jugaba en mi puesto, y otro chico más que lo habían subido. Y como en mi primer año de juvenil tuve la infección en la sangre, me atrasé un poco y ahí aparecieron todos en mi puesto. Mi hermano y mi papá siempre me han dicho las cosas como son y en ese momento me dijeron que era mejor salir a ser jugador, en vez de estar en Colo Colo marcando el paso, en zona de confort. Creo que fue una decisión acertada. Hubo dolor, pero salí con la mentalidad de que tenía que ir a jugar para poder volver a Colo Colo.
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Martín Ormeño, en Colo Colo. - ¿En Colo Colo coincidió con algún joven que ahora esté en el primer equipo? - Sí, con Carlo Villanueva e Iván Morales. Tenemos contacto, a veces conversamos. Con el Carlo nos conocemos de los ocho años y con Iván, desde que llegó (al club), con 15 años.
- ¿Y qué le ha parecido la irrupción de juventud en Colo Colo? Iván ahora nuevamente está en la Selección... - Estoy feliz por Iván, porque, como te digo, lo conozco hace muchos años. Alcancé a conocer a sus padres, vivimos muchas cosas de niños que no se olvidan. Ver triunfar a Iván o ver jugar a Carlo, es lindo. Me alegra que Iván haya hecho tantos goles en Colo Colo. Me da mucha felicidad verlos bien a ellos dos.
- Me imagino que igual está feliz con el presente del club... - Sí, estoy atento. Uno es hincha y es obvio que me va a alegrar que el club esté en lo más alto.