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Entrevista AS

Se probó en los tres grandes y hoy busca salvar a Curicó

En la fecha pasada ante Colo Colo, Gabriel Harding puso en problemas a la dupla Falcón-Amor. Después de un año difícil, volvió a tener su chance.

En la fecha pasada ante Colo Colo, Gabriel Harding puso en problemas a la dupla Falcón-Amor. Después de un año difícil, volvió a tener su chance.
MARCELO HERNANDEZ/PHOTOSPORT

Es innegable que Curicó Unido hizo ver muy mal a Colo Colo en la última fecha que se jugó del Torneo Nacional antes de que se detuviera la actividad por las Elecciones Presidenciales. El equipo maulino hizo un muy buen partido ante uno de los líderes del certamen y mucho tuvo que ver en ello el rendimiento de Gabriel Harding (21). El espigado centrodelantero complicó a la sólida dupla conformada por Maximiliano Falcón y Emiliano Amor. 

"Hemos tenido algunos partidos con resultados medio injustos, pero tenemos la convicción de que saldremos de la zona en la que estamos y así salvar la categoría", dice Harding en charla con AS.

Después de una temporada compleja, el delantero comienza a disfrutar de minutos con Damián Muñoz. Lo hace en una parte crítica de la campaña. Este domingo, ante Palestino, buscará sumar puntos que le permitan llegar en una mejor posición a la última fecha.

"Es un partido definitorio para ambos. Ninguno va a regalar nada, todos los equipos son difíciles. Estamos convencidos que con trabajo que venimos realizando con Damián (Muñoz) se nos darán los resultados que tanto esperamos", dice sobre esa 'final'.

En 2020, Harding tenía una participación casi estelar en el esquema de Martín Palermo (jugó 1.150 minutos en la temporada), mientras que en el Torneo 2021, acumula 250, de los cuales 163, fueron en los últimos partidos: 73 versus Wanderers y 90 ante el 'Cacique'.

- El año pasado logró tener bastante continuidad, pero en la temporada 2021 la situación no ha sido la misma. ¿Por qué cree que pasó esto?
- Es una decisión técnica, además que en mi posición hay un gran referente (Leandro Benegas). Sé que ha sido un año difícil, pero lo tomo como aprendizaje.

- ¿Cómo fue para usted en el aspecto mental enfrentar esta nueva realidad? Con Martín Palermo tuvo muchos minutos...
- Fue frustrante de a ratos, porque el año pasado jugué casi todos los partidos. Ahora estoy logrando sumar minutos, pero esto aún no termina, así que tengo que seguir trabajando duro para terminar el año de la mejor manera. En los momentos difíciles siempre tuve a mi familia y cercanos que me apoyaban.

- ¿Se desmotivó en algún momento?
- Al contrario. Trabajaba el doble o el triple porque tenía claro cuál era mi objetivo.

- Su primer gol en la temporada fue ante Wanderers en un contexto muy raro y con un remate al ángulo...
- (Ríe) Fue todo extraño, porque como estábamos de visita, nadie gritó el gol (risas). En el momento no lo podía creer, mis compañeros no me decían nada (risas). Además, el arquero hizo el gesto como que se iba. Sorprendió a todos. El gol después lo vi fácil unas 100 veces, porque la gente lo compartía en las historias de Instagram... cada vez que lo miraba lo encontraba más bonito (risas).

- ¿Genera algo extra pelear abajo con un club como la U?
- No, para nada. Si bien sabemos la posición de los demás, no estamos pensando en ellos. Pensar en nosotros es lo principal en este momento.

Sus pruebas en los tres grandes del país

- ¿Cuándo se dio cuenta que quería ser futbolista profesional?
- La verdad es que me convencí desde que empecé a jugar el año pasado. Ahí me enamoré del fútbol. Antes no sabía si iba a jugar o estudiar.
¿Si tenía pensado ir por alguna carrera? No, pero era una opción.

- ¿Siempre fue centrodelantero?
- Desde que llegué al fútbol formativo de Curicó sí. Eso sí, no siempre fui alto. Pegué el estirón como a los 16 años. Me costó adaptarme...

- ¿Cómo así?
- En los movimientos. Me caracterizaba por hacer dribblings y ahora nada (risas). Tuve que aprender a jugar de espaldas, las mañas y el roce de la Primera División.

- Daba la sensación en su minuto que usted hacía un gran trabajo táctico y 'sucio' en beneficio del equipo, pero le costaba llegar al gol. ¿Concuerda con ese análisis?
- Sentía lo mismo en su momento, pero era más que nada porque yo quería trabajar para mis compañeros y lo otro venía solo. Ese era mi pensamiento.

- ¿Tuvo alguna posibilidad de jugar en otros equipos que no fueran Curicó?
- En el profesionalismo ninguna, pero sí hice pruebas en los tres grandes. Hubo experiencias buenas y otras no tanto.

- ¿Por situaciones externas?
- No, no. La verdad es que no marcaba la diferencia que podría haber marcado en ese momento. Psicológicamente no estaba preparado para el reto, así que creo que fue una sumatoria de cosas.

- ¿Tiene referentes en su puesto?
- A nivel local, Benegas. Es una persona muy humilde, que te enseña mucho. Para mí, en su momento, era uno de los que tenía que estar en la Selección. Me parecía que estaba marcando muchas diferencias. Afuera, me gustan (Erling) Haaland y (Robert) Lewandowski.

- ¿Y sueña con alguna liga extranjera?
- Me gustaría pasar por Argentina y después en el fútbol inglés... aunque si es alguna de las otras ligas top europeas no me quejo (risas).