Luli se gana un puesto en la elite del deporte: "Es increíble"

Nicole Moreno (34) se escucha emocionada. Desde Paraguay, la chilena lo demuestra en una conversación con AS, donde aborda su gran triunfo en el Miss Universo Fitness, desarrollado el pasado fin de semana en Asunción: allí, 'Luli' obtuvo la medalla de oro en la categoría Fit Model y la presea de bronce en la serie Wellness. Todo un sueño para ella, quien valora el certamen en que participó. "Es un campeonato muy importante a nivel mundial", cuenta la ex chica reality.

- ¿Cómo se siente después de sus logros en el Miss Universo Fitness?
- Estoy feliz y muy emocionada. Uno siempre se pone metas y es genial lograrlas. Entonces, ahora ser la Miss Universo en mi categoría, Fit Model, es increíble. Se están viendo los logros del trabajo que he hecho por bastante tiempo.

- En una publicación de Instagram, usted le agradeció a la gente que creyó en usted. ¿Quiénes han sido claves en este camino?
- Siéndote sincera, principalmente yo. Es primera vez que voy a nombrarme, porque sin el poder, la fuerza, la constancia, el esfuerzo, la disciplina, el orden, no habría hecho nada. Y luego, las personas que me ayudaron y creyeron en mí, como mi familia, mi coach deportivo (Ale Aránguiz) y distintos entrenadores, tanto nacionales como internacionales. En Chile, el fitness, el físicoculturismo, no está ok y uno tiene que financiarse todo. En el mundo, a la gente que le va bien, tiene buena recompensa. Tienen marcas importantes que los contratan y en Chile no es tan así.

- La escucho emocionada...
- Sí, porque es mi primera entrevista con Chile. No he querido dar otras... He querido disfrutar el momento acá y estoy súper emocionada.

- ¿Y qué hay de las personas que no confiaron en usted? ¿Qué les diría?
- Más que decirles algo, tengo que agradecerle a la gente que me apoyó y me dio a conocer este mundo tan lindo del fitness. Más allá de logros físicos, ha sido un apoyo fundamental para ver la vida de otra manera y disfrutar las cosas simples: estar en un gimnasio, preparar mi proteína, mis comidas. Es todo un proceso para llegar a la tarima. Me enamoré del proceso y el resultado fue lo que se ha visto. Se transformó en un estilo de vida y me cambió en 360 grados. Quiero agradecer a mi coach deportivo, por confiar desde un principio en mí, y a todas las personas. Te juro que recorrí un montón de gimnasios en pandemia... Si logré este cuerpo, fue en casa, con mi peso corporal. En pandemia, no todo el mundo tenía los implementos suficientes como para llevar a cabo una preparación. Fue súper difícil. En un momento, cuando salí campeona nacional, fue una preparación sacrificada en todo sentido. Todos los gimnasios en Chile estaba cerrados, por lo que vivíamos, y a los humanos nos cambió la vida. Pero aun así, le daba y trabajaba en casa con lo que tenía. Después iba averiguando en las noticias dónde cambiaban de fase para viajar a los gimnasios. Fui al norte, al sur. Y a esa gente, los dueños de gimnasios, también le debo... Yo les explicaba, me veían la cara y me abrían el gimnasio. En el sur, me acuerdo de que llegué a entrenar con no sé cuántos grados bajo cero. Tomaba una mancuerna o una máquina, y no sabía si el dolor era por el peso que levanta o por lo que provocaba el frío. A todos los gimnasios que confiaron en mí, y a los emprendedores que me hicieron llegar sus máquinas, les doy las gracias.

- ¿Cuándo y cómo fue que decidió darle un giro a su vida en lo deportivo?
- En la tele nunca hablé de mi amor por el deporte, porque tampoco me lo preguntaban, pero yo realizo deporte desde los seis años. Amo el básquetbol, el voleibol. Cuando chica, yo jugué por mucho tiempo y corría en el colegio. Tenía medallas... Siempre destaqué en el deporte en el colegio. Pero me postergué del deporte cuando quedé embarazada a los 14 años. Después lo retomé como a los 20, pero en gimnasio, y ahí fue cuando me empezó a gustar el peso, entrenar. Pero como que siempre entrenaba y comía normal. Había un cambio en mi cuerpo, perfecto, pero no sabía alimentarme como corresponde. Me daban como dietas extremas que las terminaba dejando, porque me colocaba de mal humor. Y hay un error muy importante: todo el mundo cree que dejando los carbohidratos, uno baja automáticamente de peso. Y no es así. Es un mito. Uno puede comer de todo, pero saber en qué momento hacerlo. Hice muchas dietas y terminaba dejando todo. O simplemente con el efecto rebote, cuando uno hace una dieta muy extrema y se lo termina comiendo todo. Pero en el fitness es muy distinto, muy equilibrado. Si es que te ordenas, puedes comer todo y más. Cuando me ordeno, como seis o siete veces al día, y cuando no, cuatro o cinco.

- ¿Cuántas calorías consume a diario?
- Cuando estoy en preparación (para un campeonato), 1.839 calorías. Pero en mi vida normal, en off, 2.000 o 2.200. Hasta 2.300, porque entreno.

- ¿Qué ha tenido que resignar en este camino deportivo?
- Es que el fitness se transformó en un estilo de vida. Dejar de salir, por ejemplo, no, porque hace un montón de tiempo que no carreteo. Y si lo hago, es una vez a los seis meses. Soy más de ir a cenar, de compartir en casa. Entonces, no es un tema. Sí tuve que ordenar mis horarios para dormir, ya que trabajo bastante y entreno. Si no tomo desayuno con mi agenda al lado, el día se me desordena un 100%. A veces duermo cinco o seis horas, y eso está mal. Tengo que revisar mi agenda para poder dormir las horas que corresponde.

- ¿Cuál sería su mensaje para aquellas personas que aún no se han animado a hacer deporte?
- ¿Te digo cuál es mi meta? A mí me encantaría ser una referente, y creo que ya lo estoy siendo, con los mensajes que me escriben en Instagram. ya sea públicos o privados, en la calle, o donde ande. Acá en Paraguay son puras felicitaciones y aplausos, porque nadie cacha mi vida (ríe). Ya me creía Tomás González... Y me encanta. Pero a lo que iba: me encantaría ser una referente de la vida saludable, del fitness. No necesariamente para competir, sino para activarse. Somos el segundo país de Latinoamérica con más obesidad... Hay que alimentarse como corresponde. El que quiere hacer deporte, lo hace. Hay cuántos parques hermosos en Chile para correr, para trabajar con nuestro peso corporal. No necesitamos pagar una mensualidad en el gimnasio. Ojalá todo el mundo lo pudiera hacer, pero también hay gimnasios accesibles. Solo hay que animarse, tener las ganas, querer tener un cambio en la vida. Además, el deporte te entrega muchos valores. Y si tu vida está ordenada, todo bien... Y lo otro: la salud. Ojalá que Dios me dé vida hasta los 100 años. El deporte es salud, bienestar.

- Ahora, producto de sus logros en el Miss Universo Fitness, ¿le gustaría recibir al menos una llamada del Ministerio del Deporte? Unas felicidades o algo así...
- ¡Obvio! Si no sé quién me va a ir a buscar al aeropuerto: mi mamá, mi papá o nadie (ríe)... Acá estábamos conversando que a algunos atletas los van a buscar, los felicitan... Es como cuando gana Chile. Solo en el fútbol se crea eso y me da pena... ¿Te acuerdas de los niños que fueron a los Juegos Olímpicos?

- Sí...
- Todo Chile los estaba apoyando y cuando después les fue mal, los criticaron. Qué dolor para ellos y qué lata. Finalmente, nosotros tenemos grandes elementos, grandes deportistas. Y hay muchos que no son conocidos, y que podrían tener una trayectoria muy importante. Pero no son reconocidos ni valorados. Tenemos que valorar a las grandes personas y deportistas que hay en Chile. Hacen falta oportunidades y reconocimientos. Ayer, un atleta de Arica me decía 'pucha, Nico... tú igual estás bien. Qué rico que sales en Instagram, en los medios. A mí no me subió ni la Federación...'. Y me dio pena, porque finalmente todos buscamos un reconocimiento. Igual representas a Chile.