El ambicioso proyecto del rugby chileno y el año más importante de su historia
La disciplina de la pelota ovalada ha tenido un gran crecimiento en el último tiempo. Desde ARUSA, el centro de su organización, tienen claros sus objetivos y metas para 2022.
El 2022 comenzó con grandes noticias para los deportes colectivos. La selección de balonmano clasificó por séptima ocasión consecutiva a un Mundial, mientras el hockey césped logró un inédito boleto en hombres y mujeres.
Ambas disciplinas son el reflejo de un buen momento para los deportes de equipo en el país, y que podría extenderse en los próximos meses con Los Cóndores, quienes se encuentran muy cerca de clasificar por primera vez en su historia a un Mundial de la disciplina.
Desde la Asociación de Rugby de Santiago (ARUSA) están contentos con el nivel de la competencia local e internacional, pero todavía apuntan más alto. "Sin duda el rugby chileno ha ido mejorando. Los buenos resultados de la selección adulta ayudan a la motivación de los jugadores. Se lo toman con más profesionalizamos, empiezan a entrenar, se concentran y cuidan mucho más", le comenta a AS Raimundo Martínez, presidente de ARUSA.
Según Martínez, a la profesionalización de lo jugadoras también se suma la llegada de entrenadores de gran nivel a los clubes nacionales: "Cada día hay más entrenadores argentinos de gran nivel y eso ayuda mucho. Es un círculo virtuoso que ayuda".
El ojo puesto en la formación de rugbistas
"Hoy en día el 3% de los jóvenes de la educación pública ha tocado una pelota de rugby, la idea es que eso llega a un 40 o 50%", afirma Vladimir Rojas, jefe del Área de Menores de ARUSA. Con las selecciones y clubes adultos en un gran nivel, el foco de la disciplina en Chile está puesto en potenciar las series menores.
La pandemia supuso un panorama complicado a nivel deporte en el país en los últimos dos años. El rugby no fue la excepción. Desde la Asociación de Rugby de Santiago comentan que la clave estuvo en realizar competencias online y flexibles, al mismo tiempo de tener objetivos claros.
"Con el tema de los niños durante la pandemia, que era mucho más difícil sacarlos con todas las restricciones, empezamos a hacer torneos a la distancia en línea, armamos competencias muy flexibles. Todo esto está enmarcado en un plan específico de desarrollo que tiene su mira puesta en 2025. Nos fue más fácil mirar el problema con un objetivo lejano más claro y con áreas estratégicas claras de desarrollo", asegura Rojas.
La masificación de la disciplina en otros sectores
Uno de los cuestionamientos más grandes que el rugby ha tenido en el país ha sido su categorización como un deporte para las 'elites'. Desde ARUSA buscan desmarcarse de esta condición y acerca del deporte a otras esferas.
"Tenemos dos proyectos con el Fondeporte y el IND del desarrollo e intervención en colegios públicos en Colina y La Pintana. Vamos y jugamos con los chicos, les presentamos el rugby y los invitamos a talleres gratuitos. Eso lo vínculos a clubes distintos del mismo sector para que los niños vayan enganchando y quedándose. Queremos ver rugby en todos lados", señala el jefe del Área de Menores.
Por último, Vladimir Rojas indica que el rugby es un deporte para todas las personas, y que su condición de 'disciplina heredada ' quedó en el pasado: "En un comienzo fue así. La gente llegaba porque el papá jugó rugby, pero hoy el deporte ha tomado otro camino donde no se tiene un solo tipo de jugador. Desde la persona más grande a la chica tiene cabida, a diferencia de otros deportes donde se tiene que temer un genotipo determino".