El adiós íntimo de Morales
El futbolista hizo un pausa en su estadía con la Roja y acompañó a los jugadores de Colo Colo en la Supercopa. Celebró, se emocionó y se despidió.
Llegó con una polera negra y se fue con indumentaria de la selección chilena. Iván Morales hizo una pausa en los trabajos con Martín Lasarte y viajó a Concepción para ver la Supercopa entre Universidad Católica y Colo Colo. Sus compañeros se quedaron con el triunfo en el primer partido oficial del año, y con un nuevo título.
Morales llegó junto a la delegación, ingresó a la cancha del Ester Roa y acompañó al plantel. El delantero vivía la previa con emoción. Pocas horas antes, el directorio de Blanco y Negro había aprobado su fichaje en el Cruz Azul.
En la concesionaria hubo amplio debate. Un grupo de directores se manifestó en contra por el bajo monto propuesto desde México: 400 mil dólares por el 80% del pase. Entre ellos, Aníbal Mosa, quien años antes había establecido una clausula de salida por cinco millones de dólares. Sin embargo, la partida de Morales era inevitable. Su contrato finalizaba en junio.
El atacante siguió el partido desde el palco (ver foto abajo) junto a funcionarios y directivos de Colo Colo. Explotó tras el gol de Leonardo Gil y ovacionó el tanto de Carlo Villanueva, quien era uno de sus mejores amigos en el Monumental.
Tras la victoria, Morales bajó a la cancha y festejó. Se emocionó, abrazó a sus compañeros y se tomó fotografías con varias personas. En los pasillos del recinto se despidió de familiares de otros futbolistas: "Pero tenemos que seguir hablando, tío", le dijo a uno de los presentes.