No tuvo chances en el fútbol chileno y ahora crece en EEUU: "Me gustaría trabajar en Europa"

- ¿Con qué se ha encontrado en Estados Unidos?
- La universidad ha sido bastante enriquecedora, porque conozco gente de todo el mundo. Tengo amigos de todos los continentes. Entonces, he aprendido de muchas otras culturas. No solo de la americana, que también es buena. Pero como dicen, Estados Unidos es el país de las oportunidades. Por la obtención de becas deportivas, también he compartido con jugadores que han hecho inferiores en Porto, Sporting de Lisboa, Liverpool, Atlético de Madrid, equipos de renombre en Europa.

- ¿Y qué le comentan ellos?
- Tengo un compañero que jugó con Alexander Arnold, el lateral derecho del Liverpool. Tambien tengo otro que estaba como entre el primer equipo y no, y lamentablemente se lesionó los ligamentos cruzados. Le tocó parar un año y lo dejaron de considerar, así que siguió su carrera en Estados Unidos.

- ¿Qué está estudiando?
- Business Administration and Management. Es parecido a la Ingeniería Comercial que hay en Chile, pero aquí es enfocado en el comercio de empresas más grandes. Primero estuve en una universidad de Oklahoma (University of Science and Arts of Oklahoma) y ahora estoy en una de Indiana (Oakland City University). Transferí mis créditos y actualmente estoy en tercer año.

- ¿Por qué cambió de universidad?
- En Oklahoma la pasé súper bien, estuve un año y medio, pero siempre he querido conocer más estados, más gente. Así que se me dio la posibilidad de Indiana y el cambio ha sido para mejor, porque en el fútbol universitario clasificamos al Torneo Nacional y nos fue bien en la conferencia. Allí perdimos contra uno de los mejores equipos de la nación. Entonces, el cambio me ayudó bastante.

- ¿Qué tal es el nivel del fútbol universitario?
- Cuando llegué, el cambio fue fuerte, porque el fútbol es muy físico. Y uno ahí, típico de genética chilena, que no es la mejor, ni como la de los europeos o africanos, que tienen un físico increíble. O como la de los asiáticos, que no se cansan nunca. Entonces, me tocó ponerme a punto: el entrenador que tuve en la primera universidad me hizo subir 10 kilos de masa muscular en tres meses.

- ¿Qué cambió tras incrementar su peso?
- Mi fútbol, ya que era más de correr. Ahora me cambiaron más a lo táctico y físico, para estar fuerte y ganar todo por arriba, que es lo que acá gusta de un defensa.

- ¿Hacia dónde proyecta su futuro laboral?
- Me gustaría quedarme en Estados Unidos o ir a Europa. Me gusta cómo funcionan las cosas allá, porque todo es rápido. Uno va a un trabajo y, si eres bueno en lo que haces, te van a contratar. En Chile a veces eso no pasa mucho. Me gusta más el sistema de acá, que es más parejo y funciona mejor.

- ¿Extraña algo de Chile?
- Sí. La familia, los amigos y la comida. De los porotos pasé a las hamburguesas y papas fritas (ríe), pero me tuvieron con una dieta bien fuerte los primeros tres o cuatros meses. Me tocaba comer harto carbohidrato, pero sano, y proteínas.

- ¿Cómo sobrellevó el estar lejos de su familia?
- Al principio me costó bastante. Yo sabía inglés, pero nunca tanto para hablarlo con un nativo. Y encima que acá hay gente de Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, y el acento es más complicado todavía. Las primeras dos semanas me tocó muy duro, porque mi primer compañero de pieza era de Liverpool, Inglaterra. Y fue difícil porque no le entendía lo que me decía. Tratábamos de hablar y no podía entenderle.

- ¿Hubo momentos de tensión?
- Sí (ríe), pero con el paso del tiempo pude aprender bien el inglés. Ya soy bilingüe y es una buena experiencia. Al principio no la pasé muy bien, pero sabía que estar acá, estudiando y jugando al fútbol, era la mejor opción que podía tomar. Devolverme se me pudo haber pasado por la cabeza, pero nunca fue una opción que tomaría. Dije 'de aquí sigo para adelante y empiezo a hacer mi vida'.

- En el Fútbol Joven de O'Higgins, usted pudo compartir con Tomás Alarcón. En ese sentido, ¿qué le parece que él esté jugando a gran nivel en España y siendo citado en la Roja?
- Él siempre hizo un trabajo silencioso, pero su nivel era superlativo. Era de los mejores en los entrenamientos y en los partidos de juveniles. Hubo un año que casi no jugó, por un tema médico, que creo que tuvo una lesión, pero al año siguiente volvió como si nada. Parecía que nunca hubiese dejado de jugar. Así que su presente lo tiene más que merecido. Él siempre se mostraba como uno más, no perdía la humildad y motivaba a los compañeros a trabajar. Estoy contento por él.

- ¿Qué recuerda de su paso por la U?
- Aprendí mucho. Me tocó compartir con Marcelo Morales, Lucas Alarcón, Cristóbal Campos, y entrenar con el primer equipo, porque a veces hacíamos sparring. Entonces, era otro roce, con jugadores con experiencia como Johnny Herrera, Jean Beausejour, Yeferson Soteldo... Fue una experiencia rica. Tuve de profe al 'Huevo' Valencia, quien se dedicaba a los juveniles de buena manera. Me enseñaron bastante en cuanto a táctica y mi personalidad creció estando en un club como la U, uno de los más grandes del país.