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Entrevista AS

"Donde esté, Ronnie me llama y me dice: '¿qué tal este cabro para Wanderers?' Ama al club"

La salida de Ronnie Fernández de Santiago Wanderers es un tema doloroso para su padre, Jorge, fanático caturro. "Él ni siquiera se fue por plata".

La salida de Ronnie Fernández de Santiago Wanderers es un tema doloroso para su padre, Jorge, fanático caturro. "Él ni siquiera se fue por plata".
La salida de Ronnie Fernández de Santiago Wanderers es un tema doloroso para su padre, Jorge, fanático caturro. "Él ni siquiera se fue por plata".RAUL ZAMORA/PHOTOSPORT

Jorge Fernández reconoce que es un hombre muy apasionado, sobretodo cuando se trata de fútbol. Es por eso que cuando su hijo Ronnie ha recibido mensajes negativos a través de las redes, es un verdadero puñal para él. 

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"Cuando algunos dijeron en una de sus últimas vueltas a Wanderers, que Ronnie venía a robar. ¿A robar qué? Él dejó, te lo puedo decir con conocimiento de causa, mucho para volver. Tuvo que pagar para poder liberar su pase desde Arabia. Entonces que después alguien en las redes sociales diga que mi hijo venía a robar sabiendo los esfuerzos económicos, personales y familiares que ha hecho... esas cosas duelen", comenta Jorge Fernández a AS Chile.

"Él estando en Arabia, Bolivia, Colombia o dónde esté, me llama y me dice: 'viejito, ¿qué te parece este cabro, este lateral para Wanderers? ¿cómo lo ves tú?' Ama al club. O sea, esté o no en Wanderers, siempre ha estado preocupado del club. Él hace sus gestiones de forma privada, no anda publicando que recomendó a uno u otro jugador. Son cosas que hace porque ama al club y sin fines de lucro o esperando algo a cambio", agrega.

"A mí Wanderers no me regala la membresía, no va por ahí. Es algo que te nace. Amamos a la institución. Con mi esposa hemos ido a Calama, Antofagasta, fuimos a la final de Copa Chile en Concepción, con algunos de mis hijos hemos viajado, porque tengo los medios, puedo hacerlo y me gusta. Entonces después que alguien diga es humo, que no es wanderino... él ni siquiera se fue por plata. Las redes sociales son maravillosas, pero cuando las quieres usar en mal modo, causan bastante daño", lamenta.

- ¿A usted le dolió más que se fuera de Wanderers o cómo se fue del club?
- Siempre me ha dolido la forma, la manera. Me molesta actitudes contra algunos jugadores. Uno teniendo un hijo en el medio, conoce gente del fútbol y sabe cosas que el normal de las personas no. Entonces cuando ves que están contando mentiras y la gente se las cree... Así como subo una foto y logró dos mil likes en un rato, puedo lograr dos mil puteadas. Yo sé el amor que tiene Ronnie por los colores y por Valparaíso, no nació ahora. Cuando se ven malos manejos dirigenciales... si Wanderers se hubiera manejado mejor antes del partido contra Curicó y hubiera jugado los cuatro partidos que faltaban, a lo mejor salía penúltimo, quizás se salvaba. Habría disputado la Promoción contra Copiapó y quizás se salvaba. Eso nadie lo ha dicho. Cuando se le causa tanto daño a una institución tan grande y después vengan a culpar a un jugador...

- ¿Se refiere a los comentarios en redes?
- Yo estoy metido todo el día en las redes y tengo que bancarme los malos tratos, gente que sin conocerlo lo denosta, lo insulta. Que Ronnie no es para esto, que nunca ha estado en un equipo grande, que esto que lo otro. Yo quisiera que alguien estuviera un par de horas con mi hijo y se va a dar cuenta del tipo de persona que es. Desgraciadamente viene de muy cerca la recomendación, pero es un tipo distinto al resto. A mí en el estadio la gente se me acerca y me felicita no solo por la parte profesional, sino como persona.

- ¿A qué se refiere?
- Él hace cosas que uno como padre muchas veces no sabe. Me agradecen porque Ronnie hizo una obra aquí, otra allá, porque lo vieron y se dio el tiempo de conversar con un hincha un rato y sacarse una foto, entonces son las cosas que más valoro. Ahí uno se da cuenta que con la mamá hizo bien la pega.

- ¿Se abstrae de los comentarios negativos que recibe respecto a su hijo? ¿Él le dice que no les de importancia?
- He tenido que saber contenerme, porque seis años atrás, los contestaba. Siempre con buenos términos. Soy un hombre de 61 años, criado en otra escuela, con otros valores, entonces para mí no es normal, para ustedes los jóvenes sí, que una señorita insulte a una persona. Me insulta y después me bloquea, esas cosas me chocan.