Salvó a Curicó y sorprende en el inicio del 2022: "No soy de confrontar al jugador"
Damián Muñoz fue futbolista del club y también se formó como DT en el elenco albirrojo. Hoy busca otro logro: "El objetivo que todos anhelamos es...".
A los 38 años, Damián Muñoz afronta otro gran desafío en su incipiente carrera como DT. Fue ratificado en la conducción de Curicó para la temporada 2022 y el buen inicio de los albirrojos, luego de dos importantes triunfos, solo se cortó en la ajustada derrota contra la UC, pero el cuadro maulino ha dejado una interesante imagen. Tras la salida de Martín Palermo, Muñoz asumió la responsabilidad de lograr la permanencia, cuando los curicanos marchaban en el fondo de la tabla. Obtuvo el objetivo y hoy el joven técnico surge como una llamativa aparición entre los entrenadores chilenos.
"Desde el punto de vista personal, muy contento con este presente. Es un club al que he estado ligado toda mi vida. He estado muchos años acá y tener esta posibilidad hoy en día, incluyendo el año pasado que fue un momento complejo pero pudimos salir adelante, me pone contento, Que el año pasado me hayan ratificado te da confianza de que la gente que está a cargo del club confía en tu trabajo. En lo profesional, cada día vamos tratando de mejorar, de hacer cosas con el plantel para ir dándole una mejor estructura al juego. Tuvimos un traspié ante Católica, pero no era fácil el rival que teníamos. Seguimos trabajando, nos mantenemos en la parte alta de la tabla y ahora tenemos que tratar de sostener y mejorar el desempeño", afirma Muñoz en diálogo con AS.
- En el último interinato sentía que podía ser la oportunidad de que le brindaran la chance de ser el DT definitivo.
- Sí, fuimos interinos por dos partidos, contra O’Higgins y Wanderers, y pudimos sacar el primer punto de visita de la temporada y después pudimos ganar también a un rival directo, ahí se nos dijo que íbamos a terminar la primera rueda. Después, nos ratificaron hasta el final del torneo. Esto es así, de resultados, y uno lo tiene claro también. A veces puedes presentar buenos proyectos, pero cuando estás en un plantel de Primera el resultado te va a sostener o no. Y dentro de todo, yo creo que tuvimos un buen rendimiento con el equipo. De 21 partidos, solo perdimos cuatro. Siento que eso fue convenciendo a la nueva directiva, porque el club cambió de directiva, y eso los convenció para seguir con nosotros.
- Lo ratificaron, pero era un reto grande la permanencia. ¿El equipo no funcionaba y estaba en los últimos lugares?
- Fue complejo para nosotros desde un comienzo. Estábamos en zona de descenso directo cuando tomamos el equipo y después nos costó muchas fechas salir de esa zona. A veces salíamos, estábamos una o dos fechas afuera y volvíamos a caer en lo mismo. Sabíamos que iba a ser así hasta el último partido, aunque tuvimos oportunidades para haberlo abrochado antes, contra Colo Colo y en el partido de Palestino igual. Ahí nos hubiéramos zafado de todo antes que terminara el torneo, pero no salió así, Sin embargo, desde que tomamos nosotros el plantel sabíamos que sería así. Si dependía de nosotros, las últimas dos o tres fechas lo podíamos abrochar, pero no se dio.
- Tuvo la oportunidad de ser DT ayudante de Palermo, Nicolás Larcamón y Hugo Vilches en el club. ¿Qué valor les asigna a esas etapas?
- Fueron importantes para mí en el crecimiento. El presidente anterior, Freddy Palma, habló conmigo cuando yo estaba en la juvenil y me dijo que se proyectaba conmigo a futuro para que yo pudiera ser el entrenador de Curicó Unido. Bueno, me colocó de ayudante de esos cuerpos técnicos y uno pudo adquirir mucho conocimiento, distintas metodologías, distintas formas de guiar el grupo, uno fue observando y adquiriendo ciertas cosas que son patrones. Eso fue muy bueno para mí, porque estuve en esos procesos donde nos fue bien, más o menos y mal. Pude sacar lo mejor de esos procesos.
- ¿Cómo fue empoderarse en el cargo? Ha dirigido y dirige a jugadores con pasos por clubes grandes. ¿Siente que ha progresado o que tal vez la falta desarrollo en ese plano?
- Uno siempre va en una etapa de crecimiento, independientemente de que yo esté iniciando o lleve cinco o seis años, uno siempre está en ese proceso de aprendizaje. En el tema del manejo de grupo y la relación con los jugadores de experiencia, el haber sido ayudante me sirvió mucho, porque en algunas oportunidades uno tuvo mucha cercanía con esos jugadores. Entonces, después al tomar el equipo en cierta manera me dieron todo el respaldo y, lo más importante, respondieron adentro de la cancha. La relación con ellos es súper buena. No es que no se les diga nada o ellos están siempre en una zona de confort; todo lo contrario, hay que decirles las cosas y se las decimos. Yo tengo otra manera de hacerlo, no soy de confrontar al jugador, sobre todo cuando hay más personas. A veces soy de charlas más privadas, soy más de conversar las cosas que llevarlo todo a un reto o a un grito, o una discusión a veces con las pulsaciones altas. Siempre soy de ver bien las cosas y por ahí buscarles la mejor solución. De esa forma, creo que hemos andado bien con el plantel, uno siente el respeto. Lo primero que yo les dije a los chicos que trabajan conmigo fue que si nosotros no sentíamos eso, no teníamos nada qué hacer, teníamos que seguir preparándonos para ver donde iniciar. Pero eso mismo nos dio la convicción para seguir adelante.
- Ganaron dos partidos importantes y luego perdieron contra la UC. ¿Cómo ve al equipo para el 2022 y cuáles son sus expectativas?
- Bueno, el inicio parar nosotros fue complejo, porque fuimos el último equipo en saber que íbamos a quedar en Primera. No quisimos empezar a entrenar con un equipo que, a lo mejor, lo íbamos a tener que desarmar en dos o tres días. Con la decisión que se tomó, eso hubiese pasado. Dentro de toda la preparación, no tuvimos mucho tiempo. Nosotros íbamos a empezar en la segunda fecha contra Cobresal y nos avisan 10, 13 días antes que teníamos que arrancar sí o sí contra Huachipato.
- ¿Cómo lo hicieron entonces?
- Fue todo súper rápido para nosotros. Dentro de todo, creo que fuimos adaptando bien las cargas durante la pretemporada y afortunadamente pudimos llegar bien a ese primer partido, y al segundo igual. No hemos terminado con jugadores lesionados y eso es lo más importante para nosotros. Estamos con todo el plantel, salvo solamente la semana pasada que estuvimos debilitados no más por el tema del Covid. Nos afectó un poco más con los jugadores en ofensiva y eso nos jugó un poquito en contra. Los que están jugando está entrenando muy bien y los otros vienen apurando de buena manera, que es lo que uno quiere, un plantel competitivo, donde el que esté jugando de titular no se relaje. En base a esa competitividad se van elevando los rendimientos.
- Curicó exhibe la imagen de un equipo consistente y con una capacidad ofensiva interesante. ¿Puntualmente cuáles son los contenidos de juego que intenta desarrollar?
- Buscamos un equipo con posesión, tratar de ser siempre de muy buena circulación, de tratar de ir buscando distintas alternativas para tratar de romper las líneas de presión del rival. Una vez que rompemos las líneas de presión, ahí ser un poco más vertical. No es tanto un juego de posesión o construido desde el inicio hasta el final, sino que vamos buscando nosotros donde encontramos alguna ruptura o alguna desorganización del rival. Ahí vamos cambiando los ritmos y siendo más intensos y veloces en ataque.
- ¿Y para defender?
- Intentamos ser un equipo que presiona alto, siempre vamos a tratar de hacer eso. Bueno, recuperar el balón casi siempre donde se pierde. Por ahí nos toca un equipo con buena posesión y no podemos recuperar el balón, entonces nos organizamos de ¾ a ¾, porque siempre queremos estar ahí. Hay rivales como Católica, que uno quiere sostener ahí pero te empujan y meten un poco atrás igual, y no es tema de un planteo de inicio, sino que te llevaron hacia allá. Ser un equipo intenso, agresivo, un equipo que proponga ya sea en cualquier cancha, aparte de lo que pueda ser el resultado.
- Su padre fue dirigente y también presidente del club, usted además jugó por Curicó. ¿Por lo mismo, tiene un valor especial lo que está viviendo en el primer equipo?
- Sí, claro… a mi padre le tocó estar en el momento más crítico del club en su historia, pero supo cómo sacarlo adelante, encontrar las soluciones, cuando el club no tenía casi ningún tipo de apoyo. En mi caso como entrenador, a mí me toco algo similar el año pasado, no era fácil y se logró conseguir el objetivo. Son cosas similares, uno afronta los desafíos y, cuando se logran, tienen una satisfacción distinta. Para mí, no es como otra persona en que, si nos va mal aquí, parte a otro club a trabajar. Acá es mi ciudad, acá está mi familia, mis amigos, mi infancia, yo jugué ocho años acá, la gente me ubica, me conoce. Haber quedado marcado por eso (un posible descenso), para mí en lo personal, habría sido muy triste y muy negativo. Al final, se logró sacar la tarea adelante que era lo más importante.
- ¿Qué espera del futuro como entrenador?
- Lo primero es que estoy focalizado acá, en hacer bien las cosas en Curicó, en poder cumplir el objetivo que todos anhelamos desde que el club subió Primera que es poder clasificar a una copa internacional. Más que nada en eso estoy enfocado. Uno se prepara, pasé por todas las etapas del fútbol formativo, estuve dos años de ayudante técnico y creo que dentro de todo pude adquirir muchísimo conocimiento en el fútbol formativo y en el femenino y ahora en el plantel profesional. Uno va creciendo y creo que es el momento propicio para ratificar lo bueno que hicimos el año pasado. Ratificarlo ahora con una buena campaña y, después dentro del proceso de crecimiento, también por ahí salir de acá, ir a otro club, tener otro conocimiento, otro aprendizaje. Va a ser todo distinto y poder hacer las cosas bien.