Entrevista AS
Administración de Empresas y recolector de frutas: las otras facetas del capitán de Curicó
En AS, Matías Ormazábal recuerda los años que compaginó el fútbol con los estudios, por expresa petición de su madre. Además, habla de los días que cortaba moras.
En la primera parte de la conversación con AS Chile, Matías Ormazábal contó cómo ha sido su camino hasta el primer equipo de Curicó Unido donde hoy, con solo 23 años, se ha convertido en uno de los capitanes del club. En esta segunda entrega, habla de otras áreas que fueron parte de su vida: los estudios y la agricultura.
El capitán que estudió Administración de Empresas
La historia de Ormazábal y el fútbol partió a los seis años en la Escuela de Fútbol Danich Pérez de Hualañé con el profesor José Silva. "Cuando era más chico, recuerdo que jugaba de delantero extremo. Después jugué terminé de volante de contención y central, que fue en la posición que llegué a Curicó", comenta. Y agrega: "Todo muy fútbol formativo lo jugué de contención o volante mixto. En el año que yo sumaba minutos sub 20, me probaron como lateral derecho y ya cuando llegó el 'profe' (Nicolás) Larcamón me probó como central y ahí me quedé", dice.
Pero en su formación, 'Mati' nunca se alejó de los estudios. "Salí de la enseñanza media y como que tuve un problema. Mi mamá quería que estudiara, que tuviera algo por si no se me daba lo del fútbol". Fue así como se matriculó para estudiar una ingeniería, que luego pasó a ser una Administración de Empresas.
"Hablé con el 'profe' (Luis) Marcoleta para preguntarle si es que podía estudiar de noche y me dijo que no había problemas. Pero cuando yo iba en el segundo año de carrera, no estaba rindiendo bien en el fútbol, en los entrenamientos, entonces opté por buscar la Administración de Empresas", dice.
El pasado de Ormazábal como recolector de frutas
Ormazábal es de Placilla, Licantén, una comuna costera de la provincia de Curicó, que está a 90 kilómetros de dicha ciudad. Allí, guarda unos recuerdos muy preciados.
"Cuando chico recolectaba moras, arándanos. No era tan bueno en esa pega (ríe), pero le ponía empeño. Era muy sacrificado", comenta.