Amargó a la UC y se afianza en el Torneo: “Salas me dio su apoyo”

Huachipato comenzó a dejar atrás la catastrófica última temporada, que dejó al equipo al borde del descenso, e inició un repunte en el Torneo Nacional actual que hoy lo tiene sexto, en puestos de clasificación a Copa Sudamericana. Y uno de los elementos claves en el cuadro ‘siderúrgico’ ha sido Gonzalo Montes, volante uruguayo de 26 años que llegó en agosto del año pasado a Talcahuano.

“Cuando se fue Israel (Poblete) a la U, Mario (Salas) enseguida me demostró confianza y apoyo y me dijo que yo iba a ser mucho más partícipe en el equipo, a diferencia del año pasado donde no siempre fui titular. Además, teníamos la baja de Claudio Sepúlveda por lesión y en ese momento me hice un poco más dueño del mediocampo. Su apoyo me hizo crecer”, señala el mediocampista ‘charrúa’, en diálogo con AS.

El pasado fin de semana, Montes convirtió el solitario gol con que Huachipato venció a Universidad Católica, derrota que posteriormente le significó la salida del equipo ‘cruzado’ a su DT, Cristian Paulucci. “No está bueno, pero así es el fútbol. A él creo que no lo despidieron solo por el partido que perdió contra nosotros”, adelanta. En esta entrevista, el mediocampista se refiere a su buen presente y repasa la carrera que lo llevó a jugar, incluso, con un ex Manchester United.

- ¿Cómo se ha sentido en Huachipato durante estos meses?

- He sentido que voy de menos a más en el club. Llegué en un momento complicado de Huachipato, pero bueno, creo que me adapté bien al club. Este semestre Mario (Salas), como te decía, me dio la confianza de jugar la mayor parte de partidos de titular, eso me pone contento y espero que mi rendimiento crezca.

- Su último equipo había sido Querétaro de México. ¿Le costó adaptarse al fútbol chileno?

- Sí, cuando yo llegué a Chile había estado cuatro meses parado, porque había terminado en mayo el Torneo en México. Así que, en ese tiempo, me regresé a Uruguay y llegué acá a fines de agosto. Tuve que hacer cuarentena de diez días y costó, porque además estaba solo. Costó también agarrar el ritmo de ese día a día que precisa el jugador. Capaz que eso hizo que no me destacara el año pasado, pero creo que aporté lo mío, sobre todo en la recta final cuando llegó Mario (Salas) y logramos sacar varios puntos.

- ¿Cuál es la principal diferencia entre el fútbol mexicano y el chileno?

- Acá creo que se juega a una intensidad parecida, pero allá hay jugadores de mayor calidad individual, porque también hay mayores presupuestos. Te diría que es la única diferencia. Acá también se intenta jugar bien al fútbol, los equipos siempre proponen. Pero creo que el hecho de tener jugadores más desequilibrantes marca la diferencia a favor de México.

- ¿Y por qué le llamo la atención la oferta de Huachipato?

- Cuando me contactaron de Huachipato tenía alguna que otra oferta, pero me llamó la atención el proyecto del club, que está enfocado en potenciar jugadores jóvenes y luego venderlos. Es conocido por eso. Y Chile es una buena liga. Además, la cercanía con Uruguay también es importante.

- Hoy se encuentran sextos en la tabla. ¿Están conformes con el rendimiento?

- Sí, la verdad en el club están contentos con el desempeño que ha mostrado el equipo. Sufrimos bajas importantes de jugadores que estaban la temporada pasada, además de las lesiones que sufrieron Palmezano, ahora Nico (Ramírez), pero el equipo ha sabido bancar esas bajas. Mario (Salas) está muy contento también, es una buena racha, pero hay que seguir así y no quedarse.

- Usted llegó en agosto del año, cuando la situación era completamente distinta y debió vivir un descenso que, finalmente, no se concretó. ¿Cómo fueron esos meses?

- Fue durísimo, fue un momento feo, que nunca me había pasado. Nunca había descendido con algún equipo. Después tuvimos que volver porque había que jugar la Promoción y fueron días raros, porque no sabíamos lo que iba a pasar. Al final estaba mi carrera en juego y la de todos nosotros… y toda la situación muy en el aire, fue muy raro, la verdad. Después cuando tocó jugar los partidos pudimos ganar y quedarnos en Primera, por suerte.

- Quería preguntarle sobre su gol en la última fecha ante Universidad Católica. ¿Cómo vivió ese momento?

- El gol no fue muy lindo (ríe), pero haberlo hecho y que eso ayudara a sacar los tres puntos, fue importante. Fue un momento bonito, con la gente de local. Creo que puede ser un envión, que la gente se entusiasme y nosotros tengamos confianza. Le ganamos a Colo Colo y a la UC de local y eso dice mucho. Mario (Salas) siempre nos dijo que teníamos que hacernos fuertes en el CAP, hacerles sentir a los rivales cuando vinieran acá.

- Su anotación significó una nueva derrota de la UC y eso generó el posterior despido de su DT...

- Después me enteré que habían cesado al DT y su cuerpo técnico y… no está bueno, es un cuerpo técnico que se queda sin trabajo, pero por otro lado también estamos nosotros, que teníamos que hacerlo bien y lo hicimos. Así es el fútbol. A él creo que no lo echaron solamente por el partido que perdió contra nosotros, sino por una serie de malos resultados.

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“El nacimiento de mi hija fue un cambio de chip; ya no solo eran mis ganas, sino que estaba ella”

“Yo empecé más o menos a los seis años, en un club de baby fútbol de mi barrio. Desde ahí pasé a Club Atlético Cerro, donde hice todas las inferiores y llegué a debutar en Primera División. Desde niño supe que quería ser futbolista profesional. Comencé jugando al fútbol como hacen casi todos los niños en Uruguay, con esa ilusión, pero más que todo por hacer deporte. Después al final se dio. Y mi familia siempre me apoyó, ellos sabían que era mi sueño”, señala Montes, cuando es consultado por sus inicios.

“Y sacrificios siempre hubo, siempre es complicado el camino del futbolista. Es un camino muy largo. Pasas por inferiores, llegas al equipo adulto y ahí encima tienes que saber mantenerte. Es sacrificado, y también para la familia de uno y a veces hay dudas. Hasta hoy, incluso, estar lejos de los amigos, de tus seres queridos, es duro. Pero hoy, cuando paso un momento bueno como el de ahora, se valora más. Tiene sus dos lados”.

- ¿Y cuál fue el punto de inflexión en su carrera?

- Fue cuando nació mi hija, hace siete años, yo era chico todavía y estaba en Cerro, comenzando mi carrera. Tenía 19 años. Creo que fue un cambio de chip, una motivación para salir adelante y llegar lejos. Ya no solo eran mis ganas, sino que también estaba ella.

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- Hizo las inferiores en Club Atlético Cerro, ¿cómo recuerda esos momentos?

- Cerro es un club muy sacrificado de Uruguay, y en inferiores aún más. Pero para mí fue muy lindo. Recuerdo que llegué ahí y estuve con amigos del barrio. Yo soy hincha de Cerro, y estar jugando ahí era lo que yo quería de chiquito. Creo que eso cubría las carencias que teníamos.

- Luego no tuvo tanta continuidad en el primer equipo. ¿Le costó su inicio en el fútbol profesional?

- Más que todo, me costó la adaptación de pasar de un cuadro juvenil al primer equipo, porque hay que ser mucho más profesional. Hay que estar pendiente de cuidarte, de la alimentación, del entrenamiento. Creo que eso fue lo que más me costó.

- Vuelvo a lo de Querétaro. Allí tuvo cierta regularidad, ¿por qué decidió salir?

- Querétaro me sirvió mucho, es un club muy lindo y México también. Yo fui a préstamo con opción de compra, desde Danubio, el club que aún es dueño de mi pase. Y sí, jugué bien, tuve continuidad, pero el club decidió no hacer uso de esa opción de compra. Y en mis planes no estaba volver al fútbol uruguayo. Sentía que había aprendido mucho en México y quería continuar en el extranjero.

- Me dice que aprendió mucho en Querétaro. Ahí jugó con Antonio Valencia, ex Manchester United.

- Tengo contacto con él hasta el día de hoy. Es realmente un compañero de diez. Muy humilde, estuvo ahí para ayudarme en mi adaptación, me dio consejos. Compartí varios partidos con él en el medio, pero lo que más aprendí de él fue su sencillez y su calidad humana.