ENTREVISTA AS
Brilló en Chile y ahora juega en Ibiza: “No tengo dudas de que voy a volver”
En 2022, un zaguero argentino se convirtió en uno de los jugadores más regulares del fútbol chileno. Hoy, juega en España. “Es un lugar soñado”, dice a AS.
En 2022, Fausto Grillo se convirtió en uno de los centrales más regulares del fútbol chileno. Una sola temporada le bastó para ser querido por la gente de O’Higgins, club que tuvo que dejar a final de temporada luego de no llegar a un acuerdo con la dirigencia.
Su buen rendimiento en Chile le significó tener una nueva oportunidad en Europa. El UD Ibiza lo llamó para ser uno de los fichajes estrella de un equipo que buscará la salvación en LaLiga Smartbank o, en otras palabras, el segundo escalón del fútbol de España.
“La verdad es que es un lugar soñado. Estoy aprovechando cada segundo acá”, cuenta el argentino desde la paradisíaca isla de Ibiza, lugar conocido por ser el centro de la entretención de las celebridades que deciden vacacionar en esa zona de Europa.
- ¿Cómo han sido los primeros días en la ciudad?
- Sabes que me sorprendió, porque cuando te dicen Ibiza lo primero que piensas es en playas, fiestas y verano. Pero como yo llegué en invierno, me di cuenta que es una isla muy tranquila, familiera. Es para dar unos paseos, esta época es ideal, porque puedes salir y estar tranquilo. Obviamente hay muchas playas y calas, pero ya habrá tiempo para recorrerlas. Se nota que la isla está muy vacía en esta época del año. Uno lo ve en los departamentos, los edificios, las casas.
- ¿Qué es lo que más lo ha sorprendido?
- Todo es muy español, todo funciona bien. Las calles están muy limpias, es lo lindo de estar en Europa también. Yo me vine con mi mujer y nos trajimos una perrita chilenita que adoptamos allá. De momento somos tres.
- ¿Cómo se dio su llegada a Ibiza?
- Se dio esta posibilidad y, para mí, fue inesperado si te soy sincero. Cuando uno vuelve con 28 años a Sudamérica después de haber estado seis en Europa, era difícil pensar en regresar allá. Y jugar en España era lo que me faltaba. No solo por lo futbolístico, sino que por conocer cómo se vive el día a día en el país. A mí eso me nutre como persona. Estoy muy contento de estar acá. Antes me había tocado a ir a lugares con idiomas complicados, así que venir a un lugar en el que hablan tu idioma, es un mimo al corazón (ríe).
- ¿De qué forma describiría la liga a la que llegó?
- Con un ritmo increíble. El entrenador me puso a jugar con tres días de entrenamiento y eso fue un desafío importante, porque en Chile habíamos terminado el torneo en noviembre y después vinieron las vacaciones. Obviamente, me entrené por mi cuenta pero no es lo mismo que hacerlo con el grupo. Debuté ante el puntero y me sentí cómodo, con un buen rendimiento, aunque lógicamente no en mi mejor versión.
- Llegó a un equipo en el que luchará por no perder la categoría. ¿Cómo se afronta eso?
- Estamos en una posición complicada, pero vamos a dar pelea. Siento que es cuestión de hilvanar un par de buenos resultados y no tengo dudas de que vamos a lograr eso. Mi forma de ser es ir siempre para adelante, ser positivo. Yo vine para ayudar a salvar a Ibiza.
- ¿Lo motivó el contexto?
- Totalmente. Obviamente, uno quiere pelear campeonatos y títulos, pero me encantan los desafíos. Acá es donde se muestra de qué estás hecho, porque es fácil estar en las buenas, pero también hay que ser positivo en los momentos malos. Vine a aportar a un grupo joven, con mucho potencial y que tiene experimentados como Nolito y Coke. Quedan muchos puntos y en esta liga cualquiera le puede ganar a cualquiera.
El motivo que lo hizo partir de O’Higgins
- ¿Le afectó salir de O’Higgins?
- A mí me dolió mucho tener que irme, porque me sorprendió muchísimo el cariño de la gente cuando me despedí. Habíamos hecho un buen campeonato, pero no nos alcanzó para meternos en la Copa Sudamericana, que era uno de los objetivos por los que fui. Obviamente, el primero era ser campeón, porque un club con la historia de O’Higgins, sus instalaciones, con la gente que lleva a todos los estadios, te invita a pelear todo. Por suerte, quedamos con una muy buena relación con los dirigentes y el amor con la gente es mutuo. Que ellos en tan poco tiempo se sientan identificados con mi juego a mí me impactó, me emocionó. Me costó muchísimo no poder continuar, porque mi idea era quedarme.
- ¿Por qué no hubo acuerdo?
- Mi idea era poder quedarme en un contrato de dos años como para poder establecerme en Rancagua, para que mi mujer también esté más tranquila. Yo ahora en febrero cumplo 30 años y nuestra idea es tener familia, pero es difícil cuando tienes un contrato de un año y estás todo el tiempo expectante a lo que puede suceder. Los directivos me explicaron que con el problema económico que está teniendo el país, con el dólar irregular, a ellos se les hacía complicado hacer contratos largos. Fue algo que entendí de su parte. Entonces me ofrecían un año y empezamos en ese tira y afloja por decirlo de alguna forma y no pudimos llegar a buen puerto, pero siempre nos manejamos de buena forma.
- ¿Siente que dejó las puertas abiertas para volver en el futuro?
- No tengo dudas que seguramente voy a volver. No es un tema de dejar las puertas abiertas o no, pero no tengo dudas que habrá una nueva etapa porque se generó algo muy especial entre los hinchas y yo. Pareciera como si fuese un jugador que hubiera salido del club. No me había pasado desde Vélez, que tengo ese afecto y que sé que puedo cruzarme con la gente de buena manera.
- ¿Tuvo alguna oferta de otros clubes chilenos cuando ya se confirmó su salida de O’Higgins?
- Hubo algunos sondeos, pero formalmente no hubo un llamado del que te pueda decir ‘tal dirigente me quiso llevar a tal lado’. Preguntaron por mi situación, pero mi prioridad en Chile siempre fue O’Higgins. Por más que haya habido contactos con equipos grandes, uno piensa en la situación que vives y yo estaba muy cómodo en O’Higgins. Escuché hasta el final las propuestas del club como una forma de agradecimiento al cariño que generamos mutuamente.
- ¿Qué extraña de Chile?
- Te soy sincero: me sentí como en casa en Rancagua. El día a día en O’Higgins con la gente que trabaja en el Monasterio era muy lindo, creamos una relación muy noble, pura. Eso me gusta, me atrapa. Soy consciente que muchas cosas las hacen a pulmón porque a nivel económico no alcanza, y les agradezco porque me hicieron sentir muy cómodo. Extraño el día a día con la gente de Rancagua. Siempre que salía a pasear, la gente me trataba muy bien, en El Teniente también. Es algo que disfruté mucho.
- Fue una etapa que lo llenó bastante...
- ¡Sí! Muchos chilenos me decían ‘uh, qué castigo irte a Rancagua’ y no coincidí para nada. La ciudad me acogió mucho, me sentí cómodo y quería quedarme un tiempo más. ¡Rancagua existe y aparte está el ‘Capo de Provincia’! Me nutrí mucho de la historia sufrida del club, de ‘Los 16′ y ahora lo que pasó con ‘Dino’. Son cosas que duelen, pero los hinchas se encuentran en ir a El Teniente y sentir los colores. Cuando empiezas a conocer la historia, te llega.
- ¿Alguna tradición chilena que le haya gustado?
- Soy un loquito de la comida en el sentido que me cuido mucho, porque trabajo con mi cuerpo. Tampoco soy de tomar alcohol, pero conocí el Pisco Sour y algún día libre lo probé y me gustó mucho. Eso sí, soy bastante tiernito. Me tomé dos vasitos y me pegaron (ríe). Te vas por lo dulce y fuiste bueno (ríe). Por suerte, no me traje ninguno para Ibiza (ríe).
- Sabes que nunca tuve un cruce así, que terminara en una anécdota de ese estilo. Es más, Teo sacó su perfume y le escribí para decirle que me correspondía el 10 por ciento (ríe). Me respondió diciéndome ‘te envío uno’ y yo le dije bromeando que no, que quería un porcentaje porque se hizo muy viral esa historia. Por suerte pude conocer Europa y volver, así que puedo elegir el perfume que quiera (ríe). Obviamente que si me lo envía, lo voy a aceptar y lo usaría, pero acá se conocen algunos lindos (ríe).
- Ibiza es muy cotizado en el verano...
- Por suerte me vine con mi mujer, así que es un poco muy tranquilo. Porque cuando empieza el calorcito, la ciudad se transforma (ríe). Yo vine con mi pareja, mi situación es distinta, estamos para jugar más por los casados que los solteros (ríe).